Colorful: El Lain del fanservice
Aunque en estos tiempos esté visto como “políticamente incorrecto”, el morbo de un vistazo perverso de un hombre hacia una mujer siempre ha existido. ¿Cómo sería recibido en pleno 2021 Colorful, un anime que literalmente trata acerca de hombres mirando mujeres? ¿Cambiaría en algo si dijera que fue dirigido por Ryūtarō Nakamura, director de Serial Experiments Lain?
Colorful es un anime poco recordado que estuvo en emisión en la temporada de Verano 1999. Con 16 episodios de aproximadamente seis minutos y medio cada uno, resulta aún más difícil de encontrar por llamarse igual que la aclamada película de Keiichi Hara. Tiene una serie de opiniones mixtas, especialmente alrededor de qué tan graciosa resulta en realidad la sátira o de cómo presuntamente celebra el voyerismo.
Siguiendo la misma línea de Lain, Colorful tiene aún más la pinta de anime low budget, pero esto tampoco representa un factor contraproducente para la propuesta de Nakamura. Quizá hoy en día resultaría asqueroso o muy bajo para quienes están acostumbrados a visuals del nivel de Kyoto Animation o ufotable, o en general para los fans de algo más ‘pulcro’. Sin embargo, y al margen de si gusta o no la temática de los mirones, es sin duda un producto audiovisual muy curioso que vale la pena revisar.
Secuencias surrealistas
Considero que, superficialmente, uno podría describir a Colorful como un anime dotado de expresionismo con algo de surrealismo integrado en él. Que esto no suene a que pretende ser algo serio o profundo, porque realmente no lo es. Lo llamativo de la serie es que logra hacer funcionar una premisa básica, ordinaria y ridícula con una presentación y dirección bizarra.
Mientras en Lain tenías a la protagonista viendo como le emanaba vapor(?) de la yema de sus dedos, en Colorful te presentan a una escolar gigante saliendo del mar. El primer caso se trata más quizá de un simbolismo respecto a la distorsión de la barrera entre el mundo “real” y el de la Wired, mientras en el otro es un hecho inverosímil e inexplicable, cuya naturaleza insólita se ve relegada a un segundo plano ante la perversión del hombre. Por ello, no son exactamente paralelos, pero sí ejemplos que contribuyen a plasmar una deformación subjetiva de la realidad.
Algo más propio de Colorful son las breves secuencias que colocan entre cada skit del episodio. Imágenes no animadas, planos aparentemente aleatorios, repetición de elementos, colorizaciones variadas, son montadas de distintas maneras, y son estas combinaciones las que rememoran aquella vibra de las escenas nocturnas de Serial Experiments Lain. No parecen tener un significado más allá de ser una muestra de la creatividad y el estilo del director, pero no las hace menos interesantes de ver.
Sonido, ambientación y particularidades
Algo muy reconocible en las obras de Ryūtarō Nakamura es su utilización del sonido, y en este campo también es posible hacer algunas comparaciones llamativas. Hay una escena en el episodio 1 de Lain en el cual ella se sube a un tren para ir a la escuela, y se queja del ruido de la gente. Además del ruido ambiental, está presente un efecto de sonido que genera tensión. No hay música de fondo.
El contexto y lo que busca transmitir la escena es totalmente distinto, pero resulta gracioso comprarla con una escena de tren en el episodio 13 de Colorful. Tampoco hay música que acompañe el momento, y todo es el ambiental y las voces. Hasta que llega también el uso de esta especie de efecto de tensión, pero con un nivel de seriedad sustancialmente opuesto. Es muy curioso el intentar encontrar las similitudes.
Por otro lado, un detalle llamativo de Colorful es cómo se diferencia de algún ecchi genérico más moderno en cuanto a la presentación de las mujeres. Más allá del surrealismo mencionado anteriormente, en este anime no hay caídas ni accidentes de protagonista de harem, ni waifus sexualizadas gritándole “¡pervertido!” a alguien mientras se cubren avergonzadas. Se logra una mezcla extraña de situaciones mundanas con una serie de componentes absurdos.
¿La recomendación?
Si bien Colorful es sin duda un anime original e interesante –especialmente- desde una mirada audiovisual, no es el título más fácil para recomendar al espectador casual. Está lejos de ser perfecto, y podría pasar incluso más como algo experimental o una creación divertida para su director. Más allá de las secuencias surrealistas, la animación y el arte pueden alejar tranquilamente a la mayoría de espectadores.
Habría que sumarle también que hoy la temática no esté bien vista por todos, a pesar de se trata un dibujo animado ficticio. Como sucede siempre con el género comedia, puede que el humor del anime tampoco guste a todo el mundo. No obstante, no creo que estaría mal darle una oportunidad si uno busca algo raro o distinto, y la corta duración de los episodios lo hace más fácil de ver.
Ya hablando a gusto personal, a mí me llamó la atención el carácter experimental y la premisa ridícula del anime. Me gustaron más en particular los episodios 12 (la waifu gigante que sale del mar), el 13 (la visita del amigo de Steve) y el 15 (un dilema entre las mujeres 2D vs las 3D). Así ratifico que es una pieza audiovisual que vale la pena, que también constituye otra faceta más colorida del reconocido Ryūtarō Nakamura, que en paz descanse.
1 Comment
Tengo que verlo, sí o sí.