Artículo de Revista Sugoi: Evangelion (Dios nos coja confesados)

 Artículo de Revista Sugoi: Evangelion (Dios nos coja confesados)

Escriben: Alvaro Jimenez, Max Kabsther, Chacho Vasquez y Waldo Kohler

¿Qué es la humanidad? ¿Qué pasará en el futuro? ¿Qué es el alma? ¿Por qué existimos? ¿Estamos solos? ¿Quién es Dios? Son preguntas ciertamente inusuales en una serie de televisión. Neon Genesis Evangelion, más allá de su exuberancia sensorial, brinda abundante material para gozar lujuriosamente con la fascinación producida por la brillantez, la innovación, la osadía y la pura “fuerza bruta” creativa que los animadores japoneses ponen en su trabajo. Evangelion y Gainax han marcado un hito con la calidad de animación para una serie televisiva y con los alcances de su historia polémica, audaz y sugestiva. Al igual que la temática de esta obra maestra, han hecho evolucionar el género y lo han llevado a límites insospechados.

Génesis

Las series “mecha” (robots gigantes) son de las más antiguas del anime y constituyen uno de sus más distintivos géneros. Todos habremos visto alguna y conocemos el tema y sus convenciones: una organización o un científico loco dedicado a la conquista del mundo para propósitos maléficos con el uso de monstruos gigantes; una organización que se le opone, representada por un muchacho de 8 a 17 años que pilota un robot gigante, a menudo construido por un pariente o ligado sentimentalmente a su creación; y una novia que lo ayuda, más el obligatorio personaje cómico.

Todas estas series tienen el mismo corte, la misma temática y hasta episodios calcados, con mayor o menor predictibilidad. Virtuales propagandas para vender figuras y muñecos de la serie, eran notables por su carencia absoluta de realismo, pues no había una explicación cuasicientífica que nos contara por qué los malos usaban robots gigantes, por qué se actuaba al margen de las fuerzas militares regulares, ni el cliché más flagrante de todos: cómo era posible que el protagonista derrotara a sus enemigos al instante de haberse sentado en la silla de control, sin entrenamiento previo alguno.

Eran series shonen, para jóvenes; emocionantes, entretenidas y vanas. Una vez que su audiencia objetivo crecía (los cínicos dirían que «maduraba»), las abandonaban (al igual que los juguetes) y buscaban otra cosa.

Los 70 se consideran su Edad Dorada. Después de la ofensiva de los grotescos robots de Go Nagai (ver artículo en la página 26 de esta edición), durante el primer lustro de esa década, en 1978 una serie puso al género patas arriba y lo cambió para siempre: Mobile Suit Gundam 0078. Por primera vez, este género del anime intentaba hacerse científicamente plausible. En este sentido, los robots eran simples maquinarias sin mayor «identidad»; los bandos en conflicto tenían sus propias motivaciones y sufrían de maquiavélicos arreglos políticos dentro de su propio seno; y los personajes crecían en complejidad y vida psicológica, a la par que cuestionaban sus actos, ideologías y adhesiones. Había elementos subyacentes en una gran trama que se desarrollaba progresiva y secuencialmente. Eran buenos shows mecha, y también buena ciencia ficción.
Después de Gundam vino Macross y toda una serie de shows que se prestaron los elementos de “novela” previamente introducidos en Uchuu Senkan Yamato: una historia desarrollada a lo largo de varios capítulos. Orguss y Votoms siguieron con ese mismo estilo, al igual que toda la plétora de sagas de Gundam (comenzando con Z Gundam), donde elementos de complejidad atraían a un público de mayor edad promedio sin dejar de lado el aspecto comercial (es decir, los muñecos, los juguetes y los modelos a escala). En muchas producciones de este género, la productora, generalmente un fabricante de juguetes, financiaba el anime con el fin de darlo a conocer, pero todas sus ganancias no venían de la venta de la serie en sí (sólo recuperaban sus costos), sino de los ingresos de la mercancía asociada.

Incidentalmente, este género (y Gundam en especial), con su fanática devoción, originó una de las acepciones primarias de la palabra «otaku», que se usa como sinónimo de «obsesionado con el anime». Un otaku, decían los confundidos espectadores y los atribulados padres, es alguien de edad «mayor» (digamos, pasados los 15) que todavía ve animes del género mecha, gasta todo su dinero y pasa todo su tiempo comprando y armando modelos de Gundam, y no tiene amigos, ni enamorada, ni vida social. Era (y en Japón, aún lo es) una palabra muy despectiva e insultante. Una buena manera de iniciar una pelea.

Para atraer a su audiencia, predominantemente masculina, las series eran más bien machistas, y presentaban versiones estereotipadas de mujeres escasamente vestidas, como objetos de adorno. Tradicionalmente, no era muy «respetable» seguir viendo series del género si uno superaba su edad objetivo. Gundam echó esto por tierra al presentar una historia lo suficientemente compleja como para que valiera la pena seguirla viendo una vez que se perdiera el interés por sus atractivos principales: cueros, peleas, explosiones y juguetes.

Quizás no se originó aquí, pero también aparece el «fan service»: escenas totalmente gratuitas, sin relación ni necesidad alguna para la historia, de desnudos femeninos. Muy breves y reveladoras, tan sólo justificables para atraer a los chicos de sangre caliente (¿y quién, a esa edad, no la tenía?). Era la época de los shows claramente diferenciados: shonen para chicos y shoujo para chicas.

En los 80 apareció un nuevo estudio de animación llamado Gainax, formado por aficionados (otakus) que crearon algunos de los mejores animes de la historia con brillantez y gran talento. Algunas obras suyas, como Gunbuster, tienen un argumento sólido y genuinamente conmovedor, pero aún así tenía elementos de autoparodia, guiños dirigidos a los espectadores enterados, pequeñas bromas ocultas que le dejaban a uno la incómoda sensación de que le estaban tomando el pelo al observador. Como si Gainax misma no se tomara en serio. Inventaron el «Gainax bounce» (rebote Gainax), una especial manera de caminar de los personajes femeninos donde todo les rebotaba y saltaba, especialmente los pechos. Otaku no Video (El video del otaku) es una parodia hilarante de sí misma, de los otakus, los estudios de animación, las productoras y el mundo real. Y aún así, da que pensar. Hicieron obras maravillosas como Honneamise no Tsubasa (Alas de Honneamise) para luego quejarse de que nadie los entendía. Sus principales estrellas, con el director Hideaki Anno a la cabeza, tenían fama de ser un puñado de bohemios sin sentido de los negocios y sin seriedad. En algún momento, Hideaki se preguntó con confusión si uno podía tener una edad “respetable” (digamos 20, 30 o 40 años), todavía ver (y disfrutar) series de robots gigantes y chicas “kawaii”, y aún así esperar ser feliz en la vida. Y lo preguntaba como el otaku máximo por antonomasia.

Crónicas

En Evangelion se pueden identificar hasta tres capas o niveles: el de serie de acción, el de serie significativa para el mundo de los otakus y «manifiesto» de Gainax, y el de serie con alusiones religiosas, místicas y de tendencias «new age».

Como serie de acción, Evangelion es una producción de gran calidad técnica, a medio camino entre el «realismo» de los primeros Gundam y la adhesión gozosa e inocente a los convencionalismos más «puros» del mecha, para luego torcerlos bastante.

El tema es el típico del género: una fuerza hostil que quiere destruir/controlar/dominar el mundo y los esfuerzos de una organización que se le opone utilizando robots gigantes pilotados por adolescentes, uno de los cuales es hijo del jefe de la organización.
Pero sus premisas están sólidamente expuestas y parecen plausibles. Uno puede llegar a creer que una amenaza tal es verosímil y que una respuesta lógica es la mostrada en la serie, para no hablar de la mano maestra con que se pinta el estado de ánimo de la serie en sus últimos capítulos, y que suministra mayor impacto emocional a la antedicha racionalización.

La entidad llamada Nerv es un brazo autónomo de las fuerzas de las Naciones Unidas. Los robots en realidad son organismos biológicos, gigantes cubiertos de armadura creados con material genético proveniente de los propios ángeles. Las armas convencionales son inútiles contra el AT-Field, el campo de fuerza de los ángeles, que también pueden curarse o autorregenerarse. Pero las unidades Eva pueden neutralizarlo con su propio AT-Field e introducirse para combatir en sangrientas peleas mano a mano, y aquí cabe enfatizar: bien sangrientas. Nada de armas de rayos o estilizadas artes marciales, sino cabezazos, bofetadas, patadas y hasta mordiscos.

Más tarde conocemos la verdadera naturaleza de los Eva, y que en realidad la armadura y el piloto no eran tanto para protegerlos y manejarlos, sino para restringirlos y manipularlos (se llega a insinuar que poseen una especie de conciencia propia que «despierta»). También se autorregeneran y todo su material genético, en un 99,98% igual al humano, proviene de un ángel que los humanos capturaron llamado Adán, el primer ángel. Por ello, la abreviatura de las unidades Evangelion es Eva: porque se extrajeron de Adán (aunque no precisamente de su costilla). Evangelion, dicho sea de paso, significa «evangelio», «buena nueva» en alemán, y la traducción más exacta de «shito» no es «ángel», sino «enviado» o «apóstol».

De otro lado, el «segundo impacto» fue una explosión ocurrida en el año 2000, cuando los humanos manipulaban a Adam. Este desastre cambió el clima de la Tierra y el deshielo del casco polar antártico incrementó el nivel de las aguas, bajo las cuales pereció más del 75% de la población. Por alguna razón, sólo personas nacidas nueve meses después del segundo impacto pueden “sincronizarse” con un Eva y tripularlo desde una cápsula que se introduce en la base del cráneo del gigante (entry plug). Dicha cápsula es rellenada con un líquido llamado LCL, que permite respirar mejor y protege al piloto de los choques (pero, además, huele a sangre). Esta «sincronización» de piloto con Eva, realizada en el nivel cerebral, hace que los pilotos sientan todo lo que su robot experimenta, especialmente el dolor.

Los Eva sólo tienen fuente de energía autónoma para cinco minutos, por lo que deben «enchufarse» en diversos receptáculos distribuidos por toda la ciudad, que parecen un surtidor de gasolina (otra «bromita» de Gainax). La ciudad, Tokyo 3, es en realidad un señuelo para los ángeles, una ciudad de edificios colapsables falsos que ocultan armas y puntos de salida para los Eva. La verdadera ciudad, llamada Geofront, es subterránea y alberga a un grupo de civiles, la sede de Nerv, sus tres computadoras de quinta generación (dotadas de autoconciencia humana y quizás alma, llamadas Melchor, Gaspar y Baltazar), los Evas y sus facilidades asociadas, así como al Proyecto Marduk (que busca en todo el mundo pilotos capaces de sincronizar con los Eva) y una escuela, cuyos estudiantes, según se sugiere después, son potenciales pilotos.

Nerv es un proyecto internacional, y las otras unidades Eva son construidas en diferentes países. Pero Nerv guarda también los restos del primer ángel, y por ello es el centro de los ataques y donde se concentran los esfuerzos para la defensa. A medida que la serie progresa, los ángeles atacan uno tras otro. Todos son derrotados al final de cada episodio, pero cada uno mina los recursos materiales y morales de la organización, todo lo cual provoca dudas sobre la capacidad de Nerv de lidiar con el enemigo.

Seele, una antiquísima organización secreta ligada a los manuscritos del Mar Muerto, sale a la luz luego del segundo impacto y anuncia la venida de los ángeles para destruir a la humanidad porque Dios no quiere que sigamos evolucionando. Es debatible cómo se inicio, pero parece que un proyecto bajo el control de Seele, llamado el Proyecto de Complementación Humana, busca provocar que la humanidad, estancada, acceda a su siguiente paso en la evolución. Ello suscita las iras de Dios, quien quiere que el proyecto se detenga, aun si tiene que destruirnos. ¿Qué es este proyecto? ¿Es la creación de un Dios, como dice Gendo Ikari? ¿Es la conversión de todos en dioses? ¿Es un estadio en el cual Dios no servirá para nada? La serie no es clara en estos aspectos. Incluso cuando los aclara, aún así es polémica.

Evangelion es en extremo dramática. La destrucción masiva se representa sin tapujos y en toda su crudeza: cada ataque de un ángel provoca destrucción, víctimas y sufrimiento entre la población civil. Las escenas de combate son breves, pero muy intensas, y verdaderamente roban el aliento. Los diseños de los personajes son típicos del momento actual, pero el diseño de los Eva es único, una mezcla de orgánico con representaciones de los demonios tradicionales del folklore japonés. La ambientación, la música, los efectos sonoros, poseen una asombrosa cualidad cinemática que crea un universo absorbente y acaparador de la atención. Nunca, en ninguno de los 24 primeros capítulos, se sale de su papel. Se toma auténticamente en serio y nos obliga a creer, con su cuidadoso y medido bombardeo de los sentidos, en lo que nos presenta. Rara vez se ha visto tan bien presentado un universo de fantasía, tan elaborado en todos sus detalles que no podemos distinguirlo por ningún lado de uno real.

Sin duda, gran parte de la facilidad conque Evangelion atrapa al espectador y no lo suelta hasta el final de cada episodio es el extremo cuidado que se aprecia en el proceso de edición. Eso nos lleva a pensar que el lenguaje visual tan evolucionado que presenta esta serie está desperdiciado en un medio como la televisión. Efectivamente, la abundancia tanto de tomas largas como de cortes que no llegan al segundo de duración, esos encuadres que a veces nos hacen olvidar que todo ya está previamente dibujado y sin movimiento, los cambios de ritmo narrativo tan radicales, y una administración igualmente escrupulosa de los silencios y de la música nos revelan un tratamiento de la imagen que más vale la pena ver a oscuras y en una pantalla gigante.

En síntesis, diversos son los aportes de Eva en su primer nivel: su virtuosismo técnico en animación y sonido, su representación de un universo más real que el nuestro propio, su innovación en el diseño y la ambientación, su cuidado en los detalles, la coherencia de todo su mundo interno, la presentación de personajes atribulados y difíciles de considerar totalmente simpáticos o antipáticos, el furioso abandono con que muestra su verosimilitud, su realismo y plausibilidad tecnológica, el uso de ideas prevalecientes en la ciencia ficción, y sobre todo, el cyberpunk, la ambigüedad de la justificación moral de sus propuestas y afirmaciones.

Proverbios

El segundo nivel es un manifiesto que hacen Gainax y su director, Hideaki Anno, quien primero trata de darle nueva vida a un género tan trillado y lo logra en forma brillante. Añaden expectativa tras expectativa y misterio tras misterio, para luego enunciar un sermón en los episodios 25 y 26 sobre lo ridículo que encuentran a su auditorio por la seriedad con que se toman una obra infantil. De hecho, Anno cuestionó explícitamente a los que se empeñan en tomar en serio a Evangelion en una exposición de anime en los EE.UU., donde se refirió a sus fanáticos de una manera muy despectiva. Se dice que Hideaki se avergüenza de su pasado como animador y de sus obras, a las que tacha de infantiles y poco dignas de estimación, por lo cual ahora piensa dirigir una película con actores reales.

Pero los otakus japoneses del primer nivel no se sintieron conformes. Querían un final, un desenlace con enfrentamientos apocalípticos que resolviera los cabos sueltos y diera explicaciones a los misterios de la serie. Se rumoreaba que Gainax tuvo problemas financieros. Que Anno desgraciaba oficialmente los famosos capítulos 25 y 26, y que quería rehacerlos para cuando Eva se lanzara en disco láser. Los otakus rugieron pidiendo que Eva acabara en un ¡bang! más grande que Akira. Y Anno decidió complacerlos, a pesar de sus refunfuños personales, a través de dos películas.

Esta actitud valida la afirmación de los cínicos que dicen que Eva es tan sólo un gigantesco ejercicio de marketing. Se investigó cuáles serían los elementos que compondrían una serie exitosa entre la juventud de hoy, lo que más los complacería. Se emitió un final totalmente vacío de significado y se prometió una película para explicar todo lo que quedaba. Dicha película constó de sólo 30 minutos de animación nueva que resucitaba a uno de los personajes favoritos y lo dejaba al borde de un enfrentamiento sin esperanza. Y se prometió una segunda película, que contó una historia que acaba en un final absolutamente desolador, deprimente, devastador y triste. Mientras tanto, la venta de la mercancía asociada alcanzaba niveles estratosféricos. Según dicen los cínicos, “Hideaki Anno cebó muy bien al cerdo antes de matarlo”.

El “fan service” en Evangelion es constante y perpetuo, aunque las escenas no son muy explícitas. Más lo es la frase final de los avances del siguiente capitulo: “… y como siempre, ¡fan service!, ¡fan service!”. Si ello no es una autoconfesión, ¿entonces qué? El “Gainax bounce” está ausente, pero Evangelion se pone todavía mas explícita y controversial en el episodio 26 y en las películas, incluyendo una escena deliciosamente mórbida de un protagonista masturbándose delante del cuerpo desnudo e inconsciente de otra protagonista. Gainax no se guardó nada en las películas, y End of Evangelion es “peor” todavía (no sería de extrañar que hubiera tentáculos). Después de todo, Gainax se pone predicadora y quiere mostrarles a estos otakus sin vida propia lo que la vida real es.
En fin, Gainax toma los clichés del género, juguetea con ellos, les da un aire de verosimilitud y de improviso los arroja ante su embelesada audiencia para pisotearlos y abandonar el escenario furioso, sin dar más explicaciones que espetar “¡vayan y búsquense una vida de verdad!, ¿ no se dan cuenta de que todo esto es pura fantasía?”.

Eclesiastés

La mayor parte de la conversación sobre el segundo nivel de Eva ocurre entre los aficionados japoneses, los auténticos otakus que viven para su hobby, mientras el tercer nivel es el tópico más caliente entre los aficionados occidentales.

El tercer nivel de Gainax pasó casi desapercibido en Japón. Su audiencia simplemente absorbió los nombres de los ángeles y las demás alusiones religiosas como una conexión que denotaba su asociación con lo inexplicable o lo desconocido: una religión para ellos misteriosa, como para nosotros lo sería la hindú, por ejemplo. Entre estas referencias, encontramos las escenas de un árbol de la vida (elemento de la tradición judía llamada Cábala) en la introducción de la serie, la escalera de Jacob, la imagen de un gigante (el ángel Lilith) crucificado en uno de los subterráneos de Dogma Central y clavado por un arma llamada “Lanza de Longinos” (el nombre de la lanza que atravesó el costado de Cristo en su crucifixión), imágenes de embriones, los nombres usados (Seele, Marduk, los manuscritos del Mar Muerto), etc.

Obviamente, todas estas referencias no son un intento deliberado de Gainax por cuestionar, aportar o debatir sobre el significado de la religión cristiana. Simplemente, quisieron mostrar una serie que presentara a una organización misteriosa, hermética y manipuladora, y se valieron de lo que para ellos es una religión poco familiar, con ritos y tradiciones explícitos y fáciles de reconocer, usar y explotar. Los japoneses, por tradición, no tienen una visión del universo como un lugar “moral” donde el bien deba triunfar sobre el mal. Su moral y su ética no nacen de sus prácticas religiosas. La idea de Dios enfureciéndose y castigando a la humanidad es poco perturbadora para ellos, porque no tienen noción de un dios absoluto y omnipotente que es todo bondad.

Eso no quita que Eva nos muestre sugestivamente los elementos del cristianismo y el judaísmo de una manera incitante, y que quienes vivimos en culturas marcadas por dichas religiones no podamos sino sentirnos atraídos y fascinados por esa nueva luz que una manera de pensar tan ajena a la muestra encuentra en lo que creíamos tan familiar y conocido, por no decir maniqueo.

Ahora bien, hay personas muy quisquillosas con su religión y quizás se sientan ofendidas por la línea argumental de Evangelion, la de un Dios que está en guerra con la humanidad.
Vivimos una época incierta donde la gente desconfia de lo establecido, lo convencional y lo organizado, donde los gobiernos y religiones son vistos con suspicacia. La popularidad de series como X-Files y Milenium prueba que mucha gente cree o está dispuesta a creer que se ocultan las cosas. Evangelion aprovecha esta tendencia y las aprehensiones propias del inminente cambio de siglo para mostrarnos un universo donde debemos enfrentarnos a Dios y sus enviados si queremos sobrevivir, donde hay organizaciones que lo sabían y no lo adviertieron, y donde aún en medio del conflicto controlan los medios de información e imponen la censura para ocultar sus acciones.

Apocalipsis

Esta es una serie de acción adictiva y emocionante entre los episodios 1-12 y 18-24, con un final decepcionante. Insufla nueva vida a los viejos clichés de las series de robots gigantes. Sus personajes están muy bien construidos, son psicológicamente realistas, con conflictos, dolores y angustias cautivadoras. La ambientación en los últimos seis episodios es agobiante en su desesperación y una despiadada demostración de como un mundo, toda una raza, afronta el drama evolutivo de la extinción. Sin duda, los dinosaurios no la sufrieron así.

Cuidadosa en todos sus detalles, Evagelion es una obra de artesanía exquisitamente cincelada y técnicamente impecable, que a más de una decada de su creación es aún una vitrina de virtuosismo y la vara con la que se han de medirse todas las producciones subsiguientes. Es un atronador puñetazo en la mesa que grita por qué los japoneses tienen la mejor animación del mundo.

Es tambien introspectiva, habla de la reluctancia de sí misma, a veces ciegamente devota y a veces ácidamente herética. Es una serie hecha por otakus para que la disfruten al máximo los otakus. Se comporta como alguien más de la pandilla, como el líder natural, el más popular, el que mejor hace las cosas. Es un manifiesto o proclamanción, un «quién soy y por qué hago lo que hago como lo hago» por parte de Gainax ante el mundo de otakus que los consideran como dioses, y cómo ese mundo de otakus se relaciona, o cómo Gainax cree que debería relacionarse con el mundo real.

Es irresistiblemente atrayente en sus 24 primeros episodios y terrible en el sermón que cuenta en los doas últimos. Es también una serie acerca de conspiraciones que hace atrevidas y fascinantes especulaciones en relación con el lugar que ocupa la humanidad en el universo y ante Díos, que juega muy informadamente con la visión judeocristiana de la deidad y con las apocalípticas y misteriosas predicciones sobre lo que ocurrirá en nuestro futuro inmediato. Como tal, bien puede considerarse por los acongojados seres que habitamos la Tierra como un evangelio muy adecuado para el siglo XXI.

Para terminar, recalquemos que Evangelion es original en su forma de narrar un estereotipo tan manoseado como el de un muchacho que pilota el robot gigante de su padre para salvar a la humanidad. Quizás ésa sea su principal virtud: prepararnos un plato novedoso con los ingredientes de todos los días. En definitiva, se trata de una serie que mueve un paso adelante, hace evolucionar la forma de arte llamada anime, y prueba que es posible encontrar todavía formulas originales y distintas. No todo está dicho bajo el sol.

El Mecha de Evangelion

Hablar de la mecánica de Evangelion es un poco controversial. El propio lema de Nerv, “Dios está en su cielo. Todo está bien en la Tierra” nos da una idea de cómo la tecnología al servicio del hombre puede llegar a negarse a aceptar un designio divino o, mucho más grave aún, hacer creer a los humanos que podemos jugar a ser dioses y crear incluso nuevas formas de vida mediante la manipulación genética. Después del advenimiento del segundo impacto, la geografía de la tierra cambió irremediablemente. Ciudades enteras quedaron sumergidas bajo las aguas, y muchos de los recursos naturales fueron desperdiciados. En esta situación, los humanos empiezan reconstruir la tierra sobre la base de Geo Fronts, refugios naturales dentro de los cuales florece nuevamente la vida del planeta. Precisamente sobre uno de estos geo front se ubica la ciudad de Tokio 3, la primera línea de defensa contra los crueles ángeles. Este complejo arquitectónico es en realidad un dummy, un señuelo hacia donde se pueda atraer a los gigantescos enemigos y destruirlos. La ciudad cuenta con una infinita variedad de arsenales simulados como edificios, los cuales se erigen mediante potentes sistemas hidráulicos desde el subsuelo o, mejor dicho, desde el techo del geo front. El edificio más alto mide 300 m. El diseño de la ciudad [1] se basa en octógonos, 24 en total, distribuidos alrededor de una figura en forma de cruz. Ésta se encuentra formada por 9 octógonos, bajo el centro de los cuales se ubica el cuartel general de Nerv. Los espacios romboides ubicados entre los octógonos alojan unas compuertas metálicas, de las cuales se elevan los edificios que hacen parecer a Tokio 3 una ciudad como cualquier otra [2]. Con una superficie de 2 km de ancho en la superficie, tiene un área subterránea de aproximadamente 1,5 km sobre el geo front. Aunque el concepto de ciudad fortaleza ya fue usado con anterioridad (muchos recordarán a Metroplex en Transformers o el fuerte Keryum en Bravestar), es el modo de camuflar los sistemas de armas como aparatos inofensivos (sistemas multitubo tipo Gatling a modo de teleféricos, por ejemplo) lo que lo renueva. Cabe agregar que Tokio 3 tiene todas las comodidades de una ciudad moderna: tren bala, complejos habitacionales, centros comerciales, cines, hoteles, etc.

El Geo Front y el cuartel general de Nerv

Creados como una fuente de recursos naturales donde pueda reflorecer la devastada Tierra, los geo front mantienen viva la esperanza de que nuestro planeta vuelva a ser como antes. Ubicado a 900 m bajo el subsuelo, recuerda mucho las bases de avanzada norteamericanas durante la guerra de Vietnam, por su disposición circular y el cuartel general en el medio. Posee un diámetro de 6 km y suficientes recursos para abastecer la floreciente ciudad sobre él. En medio de este impresionante edén se encuentra el cuartel general de Nerv, una estructura piramidal dentro de otra exactamente igual, pero invertida, a modo de semirrefugio. Totalmente autónomo, el cuartel cuenta con su propio sistema de acceso mediante trenes expreso desde la superficie, único medio para ingresar al geo front, a menos que se perfore la capa de granito que la cubre y se atraviesen los 22 niveles de protección construidos para mantener al geo front aislado del ataque de los ángeles. El corazón de Nerv es su centro de comando, llamado Dogma Central [3]. Con una diagramación que recuerda la superestructura de un acorazado, en cada plataforma de esta edificación se ubican [4], justo tras los operarios de los sistemas, las tres computadoras principales de Nerv, con nombres tan bíblicos como Melchor, Baltasar y Gaspar. Cada una de estas computadoras tiene impresa en su memoria los rasgos científicos, maternales y femeninos, respectivamente, de su creadora, la Dra. Naoko Akagi (madre de la Dra. Ritsuko Akagi). Usadas en conjunto, estas computadoras controlan todas las funciones operativas de Nerv, tanto en ataque como en defensa. Un punto en contra es que, al ser computadoras, son susceptibles a la infección mediante virus y, al estar enlazadas, la infección de una conlleva el mal funcionamiento de las otras. Dogma Central cuenta con un sistema visual que incorpora tecnología HUD tridimensional y holográfica, mediante pantallas de presentación frontal. Entre sus instalaciones se encuentran los almacenes para los Evas, una cámara criogénica de pruebas, cámaras de clonación y un hangar ubicado 2.800 m bajo el suelo, que contiene un secreto celosamente guardado.

Sistema de armamento

Aunque la principal arma en Evangelion son los Evas los cuales describiremos más adelante, existe un sinnúmero de defensas, comenzando por las galerías subterráneas por donde acceden a la superficie tanto los Evas como sus armamentos. En cuanto al armamento convencional, aparecen en la serie desde armas automáticas de calibre 9 mm hasta bombas nucleares N2b, pasando por lanzadores móviles múltiples de misiles MIRL [5], tanques convencionales tipo M60 y M74, hovercrafts VI223, bombarderos estratégicos y aparatos VTOL [6] (muy similares al VF22 Osprey en servicio con la marina de los EE.UU.) y, con más océano a su disposición, todas las flotas de guerra del mundo.

Los Evas: nace una nueva raza

Según el guión, los Evas son androides de forma humanoide hechos de los restos genéticos del primer ángel que cayó en la tierra y provocó el segundo impacto. Compuestos en su mayoría por un DNA compatible con el humano en un 99.89%, las únicas partes mecánicas del Eva son el módulo de entrada (entry plug), que enlaza al piloto con el Eva y hace las veces de médula espinal del androide [7], y su armadura exterior, que es en realidad un restrictor para ocultar el verdadero poder que se encierra dentro de él. La sincronización entre piloto y Eva es necesaria para el correc­to funcionamiento del androide, debido a que, en el modelo de prueba 01, la posibilidad de funcionamiento era de 0,000000009%. Por ello, irónicamente, este sistema fue llamado en un comienzo sistema 09. Debido a la cantidad enorme de energía necesaria para operar todos los sistemas de los Evas, es necesario enlazarlos a un generador mediante un cable eyectable de conexión. Una vez eyectado o “accidentalmente” retirado de la espalda del Eva, éste tiene una autonomía de 5 minutos, pasados los cuales el Eva se desactiva irremediablemente. Posteriormente, se les añadió un par de packs de energía, ubicados en las protuberancias de los hombros y que extendían el tiempo de operación. En cuanto al armamento, el principal medio de ataque lo constituye un rifle automático de casquillos combustibles [8]. Como armamento secundario tenemos una pistola automática, un rifle positrónico de francotirador [9] (modificación de un prototipo de cañón instalado en un satélite de la Fuerza de Autodefensa Estratégica Japonesa), otro rifle positrónico portátil diseñado específicamente para los Evas y varios lanza misiles. Este arsenal da a los Evas la capacidad de combatir a larga distancia. Para combate cuerpo a cuerpo, los Evas cuentan con cuchillos progresivos internos (cuyas hojas vibran a tal velocidad que cortan el titanio como mantequilla), un hacha de batalla y una lanza, ambas con la tecnología de los cuchillos [10]. Posteriormente, se desarrollaría un tipo especial de lanza llamada Lanza de Longinos, que puede cambiarse de forma. Para su defensa, los Evas al igual que los ángeles generan un campo de energía llamado ATField (Absolute Terror Field), que les impide ser dañados mientras esté activado. Eventualmente, un ATField puede neutralizar y erosionar otro ATField hasta destruirlo. Como complemento, cada Eva cuenta con un escudo térmico de cerámica (similar al usado por el transbordador espacial al momento del reingreso a la atmósfera) para evitar ser calcinado por el excesivo calor. Una trama compleja y combinada con referencias religiosas inequívocas, una historia que se complica cada vez más, los tecnológicamente increíbles artefactos que aparecen capítulo a capítulo y una calidad de OVA en la animación de cada episodio hacen a esta serie obligatoria para aquellos a quienes les gusta tanto el misterio y el drama como la acción. Y por si fuera poco, los amantes de los diseños mecánicos tienen no sólo una de las mejores versiones recientes del viejo tema de los robots gigantes, sino un panorama completo de toda la parafernalia requerida para manejarlos.

Khaled E.

Creo que todo lo que hacemos tiene nuestra huella, así que me presento a través de mis gustos: Me gusta el café y el pie de manzana. El sebiche y el lomo saltado. El ají, mucho ají. El tomate crudo, con ajo y sal. El ron, el whisky y el vino. El verano. Los libros de mi carrera y las novelas en general. El anime (por que muchas veces el bueno no es bueno por que es bueno, ni el malo es malo por que es malo, ni el bueno no mata al malo en el ultimo momento y se queda con la chica, por que esa formula hace tiempo me canso). Tengo un libro inconcluso. Desayunaba un día con mi gato y me dijo que desde ese momento quería comer lo que cazara y se fue, su plato sigue ahí por si regresa. Escribo de las cosas que me pasan y la interpretación que les doy. Cuando encuentro algún evento interesante lo publico por si alguien se interesa en ir. Soy básicamente muy simple y estoy muy agradecido que te hayas tomado el tiempo de leer esto.

1 Comment

  • hay un foro activo aqui para hablar y conocer mas de anime japones ?

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