Kimba, el león blanco: Tezuka del blanco y negro al color

 Kimba, el león blanco: Tezuka del blanco y negro al color

Cuando se realiza investigación sobre anime y manga, es inevitable toparse con Tezuka Osamu y su sorprendente historia, pero tal vez el título que es reconocido casi como sinónimo de su trabajo es Tetsuwan Atom, también conocido como Astro Boy, por todo lo que significó para la industria del manganime. Sin embargo, obviamente no es el único hito que marcó el dios del manga, pues también produjo la primera serie anime a color para televisión: Jungle Taitei, (conocido en occidente como Kimba, el león blanco), cuyo interesante camino desde la imaginación de Tezuka-sensei hasta las pantallas de Japón y el resto del mundo trataremos de seguir en el presente artículo.      

Fuente: Tezuka Productions

Kimba, el león blanco, que se transmitió en señal abierta peruana, cuenta la historia de un pequeño león blanco llamado Kimba (Leo en la versión japonesa) cuyo padre, el “emperador de la selva” en África es asesinado por un cazador que también captura a su madre embarazada. No obstante, en medio del viaje en barco a un zoológico, nace Kimba y su madre lo ayuda a escapar no sin antes contarle de su padre y pedirle que regrese a África, pero—al huir—el cachorro de león termina en la Península Árabiga. Allí tiene contacto con humanos quienes lo crían y un año después lo llevan a la tierra de sus padres donde inicia su propio camino para volverse emperador.   

Para los que vieron la serie y para los que revisan la trama, es claro que el conflicto entre los animales y la intervención humana en sus hábitats naturales es un tema central además de la misma dinámica de la selva, pero esto no sólo proviene del proceso creativo del dios del manga por idear una historia atractiva, sino que nace de los propios intereses que siempre tuvo Tezuka y que de forma curiosa también lo conectan desde el inicio con Disney, protagonista del gran debate Kimba/Rey León.

El hombre y la naturaleza

Desde una edad temprana, Tezuka fue un apasionado de la naturaleza y el mundo animal, los cuales observaba con maravilla y curiosidad. Según Tezuka Productions, a los 13 años, el dios del manga se avocó a coleccionar insectos y dibujar comics centrados en ellos y un año después, él y sus compañeros de escuela inauguraron un club de amantes de los animales. En el marco de este club, publica el boletín The World of Animals 1 que sería seguido por un par de números más y posteriormente lanzaría varias ediciones centradas en los insectos como The World of Insects que nació de la Sociedad de estudio de los Insectos Rikuryo que fundaría en 1943, a los 15 años.

Osamu y Musashi es una animación que cuenta la historia de Tezuka en su infancia con el escarabajo Osamu. Fuente: Tezuka Productions.

Este interés por la entomología fue un primer paso hacia Kimba, pero otro momento clave sería, de acuerdo con Natsu Onoda, el acercamiento que tendría Tezuka con Disney y que lo motivaría a tratar de dedicarse a la animación más allá de la ausencia en Japón de una industria como la actual y de las dificultades que el país pasaba en 1945 tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Onoda recoge una afirmación muy conocida del mangaka en la que aseguraba haber visto ese año cincuenta veces Blancanieves y los siete enanos y Bambi, más de ochenta veces en 1946 y más allá de lo real de dichas cifras, es un hecho que esta última cinta dejó una fuerte impresión en el dios del manga.

Como señala Fred Patten, Tezuka declaró en una presentación en la Cartoon/Fantasy Organization en Los Angeles en 1978 que Jungle Taitei nació de un desacuerdo en la filosofía de la naturaleza y la inteligencia demostrada por los animales en la cinta de Disney. De acuerdo con el autor de Tetsuwan Atom, las criaturas del bosque de Bambi eran conscientes de sí mismos y seres sociales entre ellos a tal nivel que no le parecía lógico que se mantuviesen distanciados de los humanos o tan temerosos de ellos, sino que podrían haber tratado de comunicarse y reconocerlos como otra especie animal más. Este aspecto, precisamente, fue abordado en Jungle Taitei.

Patten señala que para Tezuka la naturaleza y la civilización eran dos aspectos del mundo que convivían juntos y que ambos tenían tanto ventajas como desventajas que debían tomarse en cuenta y eso era notado por los animales del África en Jungle Taitei. Así, trataban de sacar ventajas de esa civilización que se les aproximaba al mismo tiempo que buscaban que el hombre los reconociese como su igual. Este balance se representa en la misma historia del protagonista, hijo del emperador de la selva y criado por humanos, que vuelve a su hábitat original regido por las leyes de la naturaleza (entre ellas, la cadena alimenticia) y está impregnada del legado de su familia.

Como se puede notar, un adolescente Tezuka, que tiene su propio amor y experiencia directa con la naturaleza a la cual luego ve representada en el lenguaje animado, es el punto de partida para el nacimiento de una manera de entender la relación hombre naturaleza que es la base de la historia de Jungle Taitei. No obstante, esta historia no se quedó en la imaginación de ese adolescente, sino que encontró su lugar en las viñetas del manga.

Jungle taitei: Mangaka contra viento y marea

Era 1950 y Tezuka ya había publicado hacía tres años Shin Takarajima, La nueva isla del tesoro, una obra que había sido un boom en la industria del manga, pero, al mismo tiempo, el joven de 22 años, era un estudiante de la escuela de medicina de la Universidad de Osaka que aún se graduaría en 1951 para iniciar posteriormente su internado. Según Onoda, si bien el dios del manga ya tenía experiencia enfocándose en historias de un solo tomo, en abril de ese año empezaba su primera obra serial, Tiger hakase no chin ryokō (Dr. Tiger´s Strange Journey), en una revista y debía adaptarse a los nuevos requerimientos narrativos de las diez páginas mensuales que debía presentar para la publicación Manga to Yomimono.

Para los que en algún momento hemos tocado fondo por las obligaciones pendientes, podemos entender las dificultades que tenía Tezuka, pero en medio de esta compleja agenda, le llegaría una buena oportunidad. Como señala Tezuka Productions, en primavera, mientras visitaba la editorial Gakudo Sha conoce a Katō Ken’ichi, quien lo reclutaría para que trabajase en la popular revista Manga Shōnen. En relación con ello, Ryan Holmberg señala que este sería un punto de inflexión para el creador de la Princesa Caballero, pues iniciaría su etapa en las revistas mensuales shōnen con base en Tokio con títulos como Tetsuwan Atom (1951-68) o The Adventure of Rock (1952-54).

La historia que Tezuka empezaría a publicar en 1950 para Manga Shōnen sería precisamente Jungle Taitei y, como apunta Holmberg, alcanzaría tal importancia al demostrar que era posible para el manga emocionar y hacer reír a los niños al mismo tiempo que proponía un modelo de carácter moral. Unos párrafos arriba nos referíamos a la compleja relación entre el hombre, los animales y la naturaleza que proponía el dios del manga y no debe sorprender que sea un escenario muy fructífero para el desarrollo de los personajes. Onoda complementa lo señalado por Holmberg al apuntar que se combinaba la épica a veces con un crudo realismo.

La autora precisa que Tezuka no temía mostrar la crueldad que envolvía a veces al mundo animal ni tampoco las relaciones de <<amistad, respeto, lealtad, celos, avaricia, honor y autosacrificio>> que involucraban a hombres y animales, los cuales a veces morían en el marco de ellas. Además, señala que si bien el estilo de narración era simple, Tezuka-sensei fue capaz de darse cuenta de que una parte importante de los lectores de Manga Shōnen (menores de 12 años) estaban preparados para una historia más profunda y tal vez hasta desafiante. No hay duda de que se trataba de una apuesta arriesgada, pero que convirtió a Kimba en un exitoso manga que se publicó hasta 1954.

La fascinación de Tezuka por el mundo animal así como su amor por el dibujo y la animación lo llevaron a emprender un complejo camino en el que trataba de balancear su carrera profesional con un sueño que trataba de perseguir en medio de la incertidumbre que envolvía al trabajo como mangaka. Empero, más allá de la casualidad, fueron lo diferencial de su historia lo que labró el camino de popularidad de Jungle Taitei, quien al igual que su hermano Atom daría el siguiente paso al saltar a la televisión, pero esta vez a color.

El león blanco a color

Como les comentamos en un artículo previo sobre la Maldición Tezuka, el dios del manga consiguió sortear muchos obstáculos para realizar y estrenar el anime de Tetsuwan Atom, que resultó todo un éxito, pero en el otoño de 1963, Jonathan Clements apunta que empezaba a tener competencia con Tetsujin 28, Tobor the Eighth Man y Wolf Boy Ken. Al mismo tiempo, el autor afirma que los clientes americanos y japoneses de Mushi Productions, la productora de Tezuka, habían dejado claras sus intenciones de que ya no iban a requerir más series en blanco y negro, así que el ahora animador debía enfrentar un nuevo reto y no se le ocurrió mejor idea que experimentar.

Clements revela que Tezuka les indicó a sus animadores que el episodio 56 de Tetsuwan Atom sería una especie de piloto hecho a color y este finalmente fue estrenado el 2 de enero de 1964 consiguiendo el más alto rating para Tetsuwan Atom hasta ese momento y reestableciendo la imagen del sensei como innovador en el mercado. En medio del éxito, Clements señala que el padre de Astro anunció a su staff que ya se había asegurado la inversión de NBC Enterprises para adaptar Jungle Taitei en una serie anime totalmente a color. Esta división de NBC es la misma que compró la licencia de Testuwan Atom y ante el éxito de este último en Estados Unidos, querían más.

El interés era tal que Seiko Yasumoto afirma que NBC organizó una reunión para cuatro animadores de Mushi Productions con el reconocido animador Preston Blair que había participado en cintas de Disney como Fantasía y Pinocchio, incluso Bambi y los Picapiedra. El propósito era que aprendiesen a producir animación a color en el marco de una práctica gama de colores y enfatizando en estilizar y simplificar, que era el estilo de Blair. Ante esta oportunidad, Clemments destaca que Mushi Productions le dio total prioridad a la realización a Jungle Taitei que, de acuerdo con Onoda, se estableció en un presupuesto por episodio diez veces superior al inicial en el caso de Atom.

El episodio piloto resultante se transmitió en octubre de 1965 en medio de la recuperación económica de Japón después de la Segunda Guerra Mundial que, según Mary Hammond Bernson, marcó la llegada de la televisión a los hogares de los japoneses. A pesar de que Natsu Onoda señala que la mayoría tenía televisores con imagen en blanco y negro, Hammond destaca que los japoneses todavía recuerdan el poderoso impacto que tuvieron tanto Tetsuwan Atom como Jungle Taitei que se transmitió hasta setiembre de 1966. Sin embargo, en medio del meteórico ascenso del león blanco, que se volvió un clásico del anime, su creador experimentaba una serie de problemas tras las puertas de Mushi Productions.

De acuerdo con Onoda, a mediados de 1960, Tezuka-sensei estaba bastante frustrado por el rumbo que estaba tomando la historia de Atom y Mushi Productions cuando el staff crecía y se perdía el norte de la importancia de la calidad ante los ingresos económicos. El también animador lo explicó en su autobiografía, Boku wa manga ka (1969) y Oonoda lo recoge en la siguiente cita:

Estaba fuera de mi control. Mushi Productions había crecido muy grande para que yo la manejara. Yo lanzaba una idea para un episodio y el staff la ignoraba en favor de otra idea más rápida y fácil de ejecutar. Todo era acerca de los ingresos, no de la calidad. Los críticos empezaron a llamar a Astro Boy una potboiler [obra hecha para ganar dinero]. Algunos decían que no podían soportar verlo. Uno escribió: ‘Tezuka se ha quedado sin sus ideas geniales, ya no queda nada en él’. Me sentí destruido. El niño robot en la pantalla de la TV aún se veía como Atom, pero yo sabía que él ya no era el mismo Atom que era mi querido hijo.

Tezuka Osamu
Fuente: Tezuka Productions

El debate acerca de si el arte o la calidad deben sacrificarse por un producto rentable o que guste a la mayoría sin proponerles un reto o algo diferente a los espectadores siempre ha estado presente y seguirá existiendo, pero para un autor siempre será complejo cuando se priorice lo económico por lo que significa para la forma final del “hijo” que uno trae al mundo: la historia o el protagonista. No obstante, más allá de ello y del final que tuvo Mushi Productions, el dios del manga dejó un nuevo precedente con Jungle Taitei, la primera serie anime a color, y también sería internacional, pero tendría que pasar por una transformación.

De Jungle Taitei a Kimba, the white lion

Si bien en occidente usamos de manera intercambiable Tetsuwan Atom y Astro Boy, en realidad, Seiko Yasumoto cita la biografía de Fred Ladd, productor clave en la llegada del anime a Estados Unidos, para especificar que el segundo es el título que se le dio al remake para el público norteamericano de la serie original de Tezuka. Es decir, se incorporaron ciertos cambios al original teniendo en cuenta el nuevo público de Atom y al respecto, Clements cita a Yamamoto para señalar que cuando no se habían establecido lineamientos iniciales, Mushi Productions ya había enviado 12 episodios a NBC, pero la mitad fueron rechazados, tres fueron editados y tres no fueron transmitidos.

Encontrado en Amazon.co.uk / Créditos: Tezuka Productions

Algo muy similar ocurrió con Jungle Taitei, según Yasumoto, aunque desde una etapa más temprana en la que NBC Enterprises a través de Ladd y su equipo, quienes si bien consideraban que la idea base era adecuada para niños, realizaron cambios que se tradujeron en Kimba, the White lion. Un ejemplo es que Leo, ahora Kimba, se mantuvo siempre cachorro, ya que sostenían que si crecía (lo que ocurre en la serie original), la diferencia de edades con la audiencia podía alejarlos del protagonista. De la misma manera, Yasumoto recoge que Ladd remarcó la importancia de que se siguiesen los lineamientos de la US Federal Communications Commision y se debían remover muertes y violencia a menos que lo demandara la trama en cuyo caso se trataría de ocultar.

En esa misma línea, Yasumoto hace una comparación entre ambas e identifica que la original se centraba en la lucha de Leo para establecer su civilización animal a través de un estilo narrativo evocativo a nivel emocional cuyos episodios se construían con miras a un clímax de la serie en su conjunto que apostaba por el pensamiento moral confuciano. En ese sentido, era popular entre niños y adultos.

Encontrado en Amazon.com / Créditos: Tezuka Productions

En el caso de Kimba, the White lion Yasumoto señala que se centraba básicamente en las aventuras de la infancia de Kimba a quien se construía como un superhéroe cuya historia tenía un estilo narrativo directo con mucho más humor que se evidenciaba en los capítulos que eran narraciones independientes cuyo tema común era la felicidad desde la perspectiva de la niñez, el principal público seguidor de la serie. A pesar de estas diferencias, Yasumoto señala que no son series totalmente diferentes, sino que hay similitudes como la distintiva música de Tomita Isao, pero que en cuanto entraba en conflicto con el prospecto de serie infantil, allí se proponían las modificaciones.

Es innegable que fue Kimba, the White lion dejó su impronta en occidente debido a su éxito y quizás aquí cabe mencionar que, por esa razón, es bastante discutible que cierto estudio dijese que nadie de la producción conocía quién era Kimba cuando hicieron su propia cinta protagonizada por un león llamado Simba. Hablar de la controversia con Disney daría para todo un artículo, pero vale la pena decir que hay diferencias en las historias, pero un reconocimiento a Kimba como una referencia para las similitudes, hubiese sido el mejor camino (y el correcto).

Después del éxito internacional, Tezuka se animó a hacer una película de Jungle Taitei en 1966 que a excepción de un par de minutos, es una versión totalmente original que, según Anime News Network, transmite más adecuadamente la historia de acuerdo con el dios del manga. Esta fue seguida por una secuela de la serie de televisión titulada Jungle taitei: susume Leo! así como por otras producciones cinematográficas que se estrenaron incluso después del fallecimiento de Tezuka en 1989.

Parece increíble como una afición infantil y un sueño de adolescente, se puede complejizar con una mirada adulta del mundo y por azares del destino sumada a una visión del camino por recorrer y una determinación para llevarla a cabo (sí, esto ya se está poniendo en modo shōnen) pudieron concretarse en Jungle Taitei y Kimba, the White lion que no sólo representan el paso de Tezuka del blanco y negro al color, sino que marcaron la historia del manganime y apuntalaron aún más la omnipresencia del dios del maga en la misma.   

Aquí les dejamos algunos artículos y libros para profundizar en la historia y carrera de Tezuka-sensei así como en Jungle Taitei (también hay más información sobre el debate Kimba/Rey León).

Alessandra Gamarra

Investigadora de anime y manga, comunicadora audiovisual, guionista y editora de video. Uno de mis mejores amigos es un ninja rubio, quisiera correr el Hakone Ekiden, aprender alquimia y conseguir un álbum completo de Umibozu. Autora de la tesis "El camino del dolor" sobre Naruto Shippūden. Firme creyente en las historias que entretienen y motivan a la reflexión social.

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