Ninja Scroll: el vagabundo mercenario del periodo Edo
El estilo del gran director Yoshiaki Kawajiri es inconfundible: altos niveles de violencia gráfica y sexual, personajes de ojos rasgados y de hombros anchos, batallas estilizadas y perfectamente coreografiadas, una tenue luz azul cada vez que los personajes se encuentran en la sombra y seres demoníacos con poderes demenciales. Estas son parte de las características esenciales que componen el universo de uno de los mejores y más respetados directores de anime, quien dirigió y escribió en 1993 la película Ninja Scroll. A nivel internacional, esta obra entró en el panteón de las obras más influyentes a inicios de la década de los noventas junto con Akira y Ghost in the Shell, pues apreciada por su destacada animación y escenas de acción, aumentó la popularidad del cine de animación japonés entre el público adulto.
Ninja Scroll: fuente de la memoria histórica de Japón
El anime es un buen vehículo para preservar y rescatar la memoria histórica del pueblo japonés. En este caso, Ninja Scroll al basarse en una época real es una buena fuente para aprender dos cosas: saber quiénes eran los Tokugawa y los Toyotomi; y conocer más sobre cómo se retratan los shinobi o ninjas cuando se desea ser históricamente preciso. Pero antes, un poco sobre qué va la trama:
El film gira en torno a la lucha de poder entre el shogunato Tokugawa (el gobierno oficial) y el Shogun de la Oscuridad. Éste es un vasallo del clan Toyotomi (anterior gobierno) quien desea restaurar en el mando a sus amos nuevamente. Para ello, se servirá de los 8 demonios de Kimón quienes recolectarán el oro de una mina oculta (no reportada al gobierno) para así poder comprar poderosas armas de España y derrocar a los Tokugawa.
Las cosas se complican cuando Jubei Kibagami, un habilidoso ninja mercenario, es interceptado por un ninja anciano espía del gobierno Tokugawa llamado Dakuan quien lo contrata para derrotar a estos demonios y recolectar información. Las cosas se le complican aún más al enemigo del gobierno cuando se une al dúo Kagero, una kunoichi (ninja mujer) del clan Koga quien tiene un poderoso jutsu (técnica) a base de veneno.
Hasta aquí tantos datos históricos pueden marear y desalentar a seguir la narrativa. Sin embargo, un punto fuerte de la película es que uno puede hacer caso omiso de todos estos nombres y/o no conocer la parte histórica previamente (no te explican) e igual disfrutar del alto potencial visual y narrativo que ofrece Ninja Scroll mientras estés al tanto de quién pertenece a qué bando. Pero el nivel extra que le añade manejar los datos históricos es valioso para quien desee entender todas las pistas que va dejando el director Kawajiri en el guion y también para aprender un poco más sobre Japón.
Ahora sí: ¿quiénes son los Tokugawa y qué implica que los Toyotomi los quieren sacar del poder?
La película probablemente trascurra a inicios del periodo Edo (1603-1868) donde el clan liderado por Ieyasu Tokugawa marcó el inicio de la ansiada paz en Japón que reinaría por más de 200 años. Aquí hay que recordar una frase que el ninja anciano le dice al mercenario Jubei: “si el oro llega a manos del Shogun de la Oscuridad, serán probablemente lo suficiente poderosos para derrocar al gobierno Tokugawa y sumergir al país en otra guerra civil”.
¿Guerra civil? El anciano está aludiendo al periodo previo en la historia japonesa conocida como Sengoku o Era de los Estados Combatientes (1467-1573) donde Japón se vio inmerso en el episodio más largo y sangriento de toda su historia. Inició aproximadamente en 1467 cuando se creó un vacío en el poder estatal durante el débil reinado del shogunato Ashikaga durante el periodo Muromachi el cual fue aprovechado por diversos clanes y daimyō (señores dueños de tierras) para pelear por el control de Japón, pues el país se encontraba dividido en provincias (kuni) controladas de manera independiente.
En 1573, un importante general llamado Oda Nobunaga disolvió el shogunato Ashikaga y lanzó una política de reunificación de Japón. Tras su asesinato, Hideyoshi Toyotomi subió al poder (este es el clan que en Ninja Scroll quiere restaurar su mandato). Como comenta Mikiso Hane en Breve Historia del Japón:
A Nobunaga le sucedió otro antiguo seguidor. Hideyoshi Toyotomi, un campesino que empezó su carrera como portador de las sandalias de Nobunaga para acabar convirtiéndose en uno de sus mejores generales. Consiguió someter a sus rivales e imponerse en todo el territorio. Fue nombrado regente y canciller por el emperador, pero no pudo llegar a ser shogun porque para entonces ya existía la tradición de designar para tal puesto sólo a descendientes del clan Minamoto.
Mikiso Hane
Es decir, Toyotomi fue un líder militar crucial en la historia japonesa inscrito en la época de la guerra civil, aunque intentó que ésta acabase siguiendo los pasos de Nobunaga al fomentar la unificación de Japón. Cuando Nobunaga y Toyotomi subieron al poder, se creó un nuevo periodo llamado Azuchi-Momoyama (los nombres de los castillos de ambos), pero esto no significó un cambio en la atmósfera del país la cual aún era políticamente inestable. Es recién en 1600 tras la batalla de Sekigahara que Ieyasu Tokugawa asciende y ahora su clan instauraría un nuevo periodo llamado Edo. Pero, ¿cómo era este famoso Toyotomi que invocan en Ninja Scroll?
A pesar de sus orígenes campesinos, en política interior se propuso evitar que este sector provocara más problemas en el futuro. Promulgó un decreto prohibiéndoles abandonar la tierra y les ordenó entregar todas las armas a las autoridades; asentó así las bases de una relación servil que quedaría instituida en los años siguientes, durante la era Tokugawa.
Mikiso Hane
No es muy diferente a los anteriores gobernadores en cuanto a su relación con la población, aunque sí marcó la historia con las bases serviles que comenta el autor. Volviendo a la película, ésta se ubica al inicio de Edo donde Tokugawa estaba logrando una atmósfera de paz que desencadenó, entre varias cosas, el ascenso de una nueva clase social comerciante llamada shonen y también se disparó el tema artístico y cultural donde surgieron varias manifestaciones artísticas como el ukiyo-e. ¿Y cómo era este nuevo líder?
Ieyasu era tan ambicioso y despiadado como cualquier otro daimio. Obedeció a Nobunaga cuando éste le ordenó ejecutar a su propia esposa y obligar a su hijo a hacerse el harakiri. Se jactaba de ser descendiente del clan Minamoto y, tras ser nombrado shogun en 1603, decidió permanecer en Edo, que pasó a ser la sede del gobierno.
Entonces cuando el anciano ninja está preocupado por la misión del Shogun de la Oscuridad, uno puede simpatizar más con la causa de este shinobi, pues implica la vuelta a una era sangrienta e inestable que tanto esfuerzo costó terminar: nada más 100 años aproximadamente. Por ello, ese oro comienza a preocuparle más al espectador dado que los protagonistas están lidiando con el peso de evitar la repetición de su propia historia como japoneses.
El director Yoshiaki Kawajiri
Es uno de los cuatro fundadores del famoso estudio Madhouse junto a Masao Maruyama, Osamu Dezaki y Rintaro. Aquí pudo desarrollar sus películas caracterizadas por un tono oscuro y sangriento, donde las imágenes de violencia gráfica se han vuelto su sello. Entre sus obras se encuentran clásicos como Vampire Hunter D: Bloodlust (2000), Wicked City (1987), Demon City Shinjuku (1988), el segmento “The Running Man” de Neo-Tokio (1987) y el segmento “Programa” de Animatrix (2003).
El mundo ninja a través de los personajes: Kagero, la kunoichi
Kagero del clan Koga, es una ninja con una técnica peculiar. En palabras del ninja anciano: “su jutsu (técnica) es poderoso. Cualquiera que tenga relaciones sexuales con ella, morirá. Una mujer perfecta para este mundo infernal”. El usar su propio cuerpo como arma le ha generado un desapego por la vida y su pulsión de muerte es notada por Jubei. En uno de sus primeros encuentros, él le pregunta si es verdad lo del veneno (el anciano Dakuan le contó) con lo cual ella responde de manera desafiante: “abrázame y lo descubrirás”.
Jubei, ante sorpresa de Kagero, dice calmado: “¿el veneno también retorció tu corazón?”. La reacción de asombro de la protagonista está muy bien lograda por el director Kawajiri, pues transmite un ser bastante solitario quien ha encontrado por primera vez otra persona igual o aún más solitaria que ella y que ha podido descifrar lo que oculta su kokoro. Finalmente, Jubei acaba la conversación diciendo “odio a las personas que no valoran su propia vida” que podría parecer una frase sin sentido para el espectador desatento, pero reafirma de manera sigilosa el profundo entendimiento que se iría desarrollando en pantalla entre ambos. La escena complejiza el personaje de Kagero porque no se convierte solo en el interés romántico del protagonista, sino que logra erigirse como un personaje independiente con dilemas propios.
En la película, los demás personajes no la llaman “shinobi” sino “kunoichi” que quiere decir mujer ninja. Según el investigador Katsuya Yoshimaru, durante el periodo Edo no era común el empleo del término. Por otro lado, la página Ryuhikai menciona que este término es moderno. Esto indica que en la academia parece que existe un debate abierto sobre el tema. También cabe resaltar que el entrenamiento ninja era igual para ambos géneros, pero contaban con ligeras diferencias. Ryuhijai también comenta lo siguiente:
Aunque la belleza y los encantos femeninos eran medios que ayudaban a alcanzar su objetivo, las kunoichi también cargaban consigo armas mortales; teniendo presente que al estar en territorio enemigo no podrían usar espadas o armas de gran tamaño o peso que podrían delatarlas usaban en su lugar abanicos desplegables con cuchillas ocultas, accesorios en el cabello tipo dagas, pequeñas agujas con veneno y pequeñas shuriken, todos estos elementos podrían pasar desapercibidos bajo un kimono.
Al buscar acerca de kunoichis históricas, el nombre que destaca como la más famosa es Chiyome Mochizuki. Hubo rumores de que ella era originalmente del clan ninja de Koga (uno de los más fuertes dentro del mundo shinobi real). Parece que el director Kawajiri hizo su tarea, pues la protagonista de Ninja Scroll era del clan Koga, pero trabajaba con el clan Mochizuki. Es decir, se basó en clanes reales para elegir los nombres.
Jubei, el ninja vagabundo
Poseedor de una gran habilidad con la espada y calma innata, él se autodenomina un vagabundo (ronin ninja) en busca de trabajos que impliquen espiar o asesinar por dinero. Él usa una ninjatō: una espada recta más corta que la katana y por ende más práctica. A diferencia de los samurái que solían portarla en el cinturón, debido a la movilidad que requerían los shinobi, la espada recta era portada en la espalda.
Su pasado está atado a la mina de oro del Shogun de la Oscuridad y por ello se comienza a involucrar más en la misión independientemente de la recompensa monetaria (aunque cabe resaltar que el ninja anciano lo envenenó primero y le dijo que solo si lo ayudaba en este caso, le daría el antídoto. Es decir: trabaja o muere).
Sin embargo, hay una razón extra por la cual Jubei se va involucrando con la misión: la hábil ninja Kagero. Es curioso como Ninja Scroll sabe equilibrar el romance dentro de un mundo cruel y sanguinolento. Su relación inicia con él salvándola de una violación (escena bastante gráfica y fuerte) a manos de uno de los demonios de Kimón. Ella siente que le debe de por vida ese rescate y poco a poco van desarrollando sentimientos el uno por el otro, pero que no son muy claros por las personalidades esquivas de ambos.
El momento cumbre es cuando Kagero se entera que el veneno que se encuentra dentro de Jubei (a causa del shuriken envenenado del anciano ninja) se contrarresta con más veneno. Es decir, tener relaciones sexuales con ella salvaría a su compañero/nakama. Cuando ella se desnuda al frente de él como botín de salvación, Jurei de una manera muy consecuente con su carácter la abraza tiernamente, no se aprovecha de ella y se retira del lugar. Esto desestabiliza a la kunoichi, por supuesto.
Finalmente, el ninja recibe quizá uno de los besos más poéticos del anime mientras ella está al borde de la muerte tras el espadazo que recibió del líder de los demonios de Kimón: ella le dice que fue el primer hombre que no la veía como una mujer ninja (kunoichi), sino como una mujer real (onna). El beso (y bueno parece que sí tuvieron relaciones sexuales) implica la salvación del protagonista a costa de los labios venenosos de la mujer que ama y está muriendo. Ella le extiende su hachimaki (cinta) la cual se la amarra en la frente como símbolo de fuerza motivadora para ahora sí terminar de asesinar a Genma-dono: el demonio inmortal asesino de Kagero.
Dakuan: el anciano ninja
¿Qué nos enseña Dakuan sobre ser ninja aparte de poseer un jutsu increíble que le permite transformarse en madera? Quizá la escena final lo resuma en la frase que le dice a Jubei luego de la batalla: “leer y controlar los corazones de las personas es el verdadero secreto de un ninja. Aún así, solo la verdadera sinceridad puede conmover al corazón humano”. Dakuan está contento porque como espía Tokugawa logró su cometido, pero también es consciente del resultado de sus actos al mover sus hilos para unir a Kagero con Jubei. Por eso es interesante que cierre con la frase: “la combinación de una chica ninja con veneno en las venas y un talentoso lobo solitario funcionó aún mejor de lo que había planeado”.
El mundo shinobi: una imagen ficticia de los ninja en el imaginario popular
Los ninjas o shinobi se consideraron muy activos desde el siglo XV cuando comenzó la gran guerra civil de los samuráis (el periodo Sengoku que se acaba de exponer). Posteriormente, comenta el maestro de ninjutsu Jinichi Kawakami, en la era de Edo, ya con la paz establecida, los shinobis prosiguieron con sus actividades junto con su daimyo. Aquí es donde se instala el film. Es interesante que el director haya optado por un retrato acorde a la realidad del ninja histórico y no se haya dejado llevar por la imagen ficticia instaurada en la cultura popular. Kawakami se pregunta:
Los shinobis no eran guerreros, sino más bien espías y negociadores. Para que nadie se diese cuenta de quién era un shinobi, vestían de forma normal y no con el traje ninja con el que nosotros los identificamos hoy en día. Entonces ¿de dónde viene esta creencia relacionada con el traje negro de los ninja? A finales del siglo XVIII comenzaron a aparecer ninjas en las obras de teatro Kabuki. Normalmente representaban el papel de los personajes malos y se vestían de negro para facilitar el entendimiento de este hecho al público. Este fue el origen de la imagen del ninja con traje negro. A partir de ahí, los ninjas aparecieron en los teatros y novelas bélicas y a menudo se intensificaron sus habilidades hasta llegar a niveles sobrehumanos. De ahí viene nuestra concepción de los ninjas.
El investigador J.M. Collado en su libro “Ninjutsu: Las escuelas tradicionales” alega el mismo origen teatral, pero con un importante cambio (parece que el mundo shinobi tiene varios debates académicos sin resolver):
Pese a la creencia popular, el tradicional traje negro con capucha del ninja del folclore es solamente un concepto popular, derivado de las ropas que empleaban los tramoyistas del teatro kabuki, para confundirse con el fondo de color oscuro. La utilidad de ese ropaje para pasar inadvertido se asimiló sincréticamente como parte del atuendo del ninja en el folclore japonés.
El universo ninja scroll: la serie y la continuación falsa
Una serie de 13 capítulos llamada Ninja Scroll: la serie se estrenó en 2003 también dirigida por Kawajiri. Hay elementos en común con la película, pero es otra narrativa. Vuelve a aparecer Dakuan, el anciano espía del shogunato Tokugawa, y también el clan Kimón de donde provenían los demonios. Por estas y más referencias, algunos la consideran como una continuación aunque no hay un comunicado oficial.
Por otro lado, necesitamos hacerles una advertencia si deciden ver las películas Ninja Resurrection dirigidas por Yasunori Urata: en Estados Unidos se publicitó como la secuela de Ninja Scroll con fines de marketing, pero en realidad es una historia sin relación alguna salvo que el personaje principal se llama Jubei debido a que están basadas en el mismo personaje histórico.
Hasta el día de hoy muchos fans llegan a ella ansiando la anhelada continuación de las aventuras del mercenario ninja solitario Jubei, pero parece que eso no sucederá por lo pronto. Queda recordarlo yéndose por el puente por el que llegó, en busca de un nuevo camino, pero esta vez con la cinta de Kaguro atada a su espada.