El lado oscuro de la ternura japonesa
Hablar de la cultura pop japonesa es hablar del culto a la ternura y la lindura, o, para ser más precisos, del culto a lo kawaii. No obstante, actualmente existe una tendencia que, gracias al auge de las redes sociales, ha logrado visibilizar un polémico concepto que pretende mostrar el lado más oscuro de esta popular y dulce tendencia: Yami kawaii.
En japonés, la palabra Yami 闇 se puede traducir como “oscuro” o “enfermo”. Kawaii 可愛, por su parte, significa «lindo» o «tierno». No obstante, es preciso resaltar que Yami Kawaii no es el nombre de una subcultura específica, sino que engloba a todas las modas japonesas de apariencia oscura y depresiva, pero que a su vez lucen tiernas y adorables. Surge como contraparte de los estilos Yume Kawaii, que se caracterizan por tener una imagen más bien mágica y soñadora.
Entre los diversos estilos asociados al Yami Kawaii destacan el Menhera-kei, el Gloomy Bear y el Pastel Goth. El Menhera-kei es una estética que se basa en un personaje de manga web llamado Menhera-chan, una colegiala que se corta las muñecas para despertar sus poderes mágicos. Gurokawa es un término que fusiona el concepto de grotesco con kawaii. El personaje emblema de este estilo es Gloomy Bear, un lindo oso rosado manchado de sangre que gusta de atacar humanos con sus garras. Por último, el Pastel Goth es un estilo que nace de una mezcla de elementos del grunge noventero con temas góticos y la estética kawaii nipona.
En redes se han suscitado fuertes críticas a los modelos e influencers que promueven el Yami Kawii, alegando que con ello romantizan y promueven las autolesiones, automedicaciones y deseos suicidas en la juventud atraída por esta estética. No obstante, Kuua Oyasumi, una de las mayores representantes del Menhera-kei, alega que gracias a este estilo ha podido lidiar mejor con sus intentos de suicidio mediante asfixia y sobredosis.
En conclusión, sea cual sea la postura que se tenga sobre el Yami Kawaii, lo cierto es que ha logrado visibilizar temas de salud mental que tanto urgen ser tratados en un país que, pese a los esfuerzos de las instituciones de salud pública y privada, aún manifiesta una alta tasa de suicidios en la estadística mundial.