Camino a la adultez: shōjo bunka y esperanza utópica en «Liz and the Blue Bird»

 Camino a la adultez: shōjo bunka y esperanza utópica en «Liz and the Blue Bird»

Años que parecían eternos; momentos donde lo mínimo era motivo de asombro y a la vez ensimismamiento. Los crushes, correspondidos o no, y el temor de qué pasaría culminada la etapa escolar. ¿Estaríamos preparados para la adultez y sus responsabilidades? El anime suele reincidir en la presencia de personajes adolescentes, y quizás Liz and the Blue Bird es de las mejores en presentar las preocupaciones de dicha etapa.

Liz and the Blue Bird, Kyoto Animation y Naoko Yamada

Liz and the Blue Bird, película de Kyoto Animation dirigida por Naoko Yamada -conocida por K-On, Tamako Market y Koe no Katachi– y estrenada el 2018 es un spin-off del anime Hibike! Euphonium. La serie, si bien está ubicada en el género del slice of life, debido a su carácter musical tiene características que podrían acercarlo al género del spokon o incluso al de idols. En el primer caso ello se debe a que los personajes, quienes desean ganar la competencia nacional de bandas, no solo deben prepararse todo el año para competir con otras bandas escolares, sino que comparan sus experiencias con los de campeonatos anteriores para superarse en su técnica musical. Luego, podría acercarse al segundo género debido a que la música es un vehículo a través del cual los personajes crecen y los ayuda a unirse con los demás integrantes de la banda. Sin embargo, la aproximación más interesante a Hibike! Euphonium podría resultar de conectar su narrativa con el género del coming-of-age story.

El paso a la adultez: Hibike! Euphonium y el coming-of-age story

Los coming-of-age story o buildingsroman son historias que presentan a un protagonista adolescente, quien atraviesa por un momento crítico en su vida que lo llevará a cuestionar su relación con la familia, su rol en la sociedad e incluso el manejo de su sexualidad; todo esto para incorporarse con éxito a la sociedad o rebelarse ante ella. El coming-of-age puede apreciarse con mayor claridad en la segunda temporada de Hibike!, cuando Kumiko es testigo de lo difícil que resulta para su hermana y Asuka confrontar las decisiones que tomaron para su vida universitaria y su futuro. De igual manera, se encuentra en el desenlace de su relación con Reina: su amistad apasionada -tan intensa y fluctuante como pueden ser algunas amistades durante la adolescencia- finalizará, y se sugiere el interés amoroso que surge entre Kumiko y Shuuichi. Este género se sitúa, por lo tanto, como indispensable para comprender la película de Liz and the Blue Bird, ya que no solo es una reinterpretación de los eventos acontecidos al final de la segunda temporada de Hibike! Euphonium, sino también es una propuesta distinta de las amistades en la adolescencia.

Antecedentes: estilos visuales y narrativos en el shōjo bunka

El análisis del aspecto narrativo se enriquecerá si también tomamos en cuenta el aspecto visual. Liz and the Blue Bird llama la atención por dos estilos visuales distintos:

Por un lado presenta un estilo visual que hace referencia a la “realidad”, es decir, al mundo narrativo donde se desarrolla la relación entre Nozomi y Mizore. Por otro lado, hay un estilo visual que corresponde al plano de la “ficción”, en el que se desarrollará la trama del libro de cuentos Liz and the Blue Bird. El primero presenta figuras humanas con un cuerpo más estilizado y presta especial atención a los objetos que lo rodean -en el caso específico del ejemplo propuesto, cobran importancia los espacios exteriores y la naturaleza-, pero los colores que predominan son fríos. Este estilo puede vincularse a la primera etapa de las revistas para chicas de la primera mitad del siglo XX, con exponentes como Katsuji Matsumoto. El segundo se caracteriza por ser un estilo más “recargado”, donde casi no se escatiman gastos en la variedad de colores ni en su intensidad. Se trata entonces de un estilo “saturado” -“florido”- que reflejará a través del diseño de la protagonista y de lo que le rodea su estado anímico, así como la calidez, inocencia y abundancia que la rodea. Estas características podrán ser encontradas en las ilustraciones de las revistas para chicas durante la segunda mitad del siglo XX, con ilustradores como Makoto Takahashi. Estas revistas que alojaron a artistas y novelistas son consideradas como espacios que permitieron la creación de una “cultura de chicas” o shōjo bunka, con lo cual, para aproximarnos a Liz and the Blue Bird debemos considerar, además de los temas que se tocan en los coming-of-age stories, las características de la narrativa que nace del shōjo bunka.

Liz and the Blue Bird, Kyoto Animation y Naoko Yamada

La narrativa del shōjo bunka tuvo como mayor exponente a la escritora Yoshiya Nobuko, quien creó el género denominado “Class S”: historias de corte melodramático situadas en un mundo mayormente femenino, lo cual abre lugar a un espacio de homosocialización. Esta ficción retratará la escuela y el mundo de las adolescentes como espacios libre de adultos, donde se explorará el “amor espiritual” que nace entre ellas y la constitución de estas relaciones como un ideal de balance en la pareja -con lo que surge el “principio de semejanza” y una proyección del “yo” en el otro -. No obstante, estas relaciones serán consideradas como transitorias y encontrarán un final cuando las protagonistas acaben la escuela, con lo que se trata de historias que se ubican en el presente, anulando el futuro y las obligaciones sociales que vienen terminada la etapa escolar.

Una de las mayores características de la narrativa del shōjo bunka es su “prosa florida”, llena de descripciones para describir el entorno o aquellos elementos que sorprenden a la protagonista. Esta va de la mano con la repetición de palabras o frases, así como de un lenguaje entrecortado donde hay un frecuente uso de la elipsis y guiones que son reflejo de emociones que no pueden ser articuladas. Por lo tanto, estas historias ubicarán las emociones entre lo desconocido y aquello que no puede ser nombrado, razón por la cual se hará uso de paralelos.

Liz and the Blue Bird: los paralelos y el “dato escondido”

El uso de paralelos para reconstruir los sentimientos de Nozomi y Mizore -protagonistas en Liz and the Blue Bird– muestra una narrativa llena de silencios, donde ambas recién comprenderán su amistad a través de la reconstrucción de otras historias, así como del desarrollo y la conclusión de estas. Quizás el paralelo “más obvio” lo encontramos en aquel que se establece con la historia de Liz y Shōjo. Desentrañar la relación de ambas, así como las debilidades de cada una ayuda a entender la personalidad de Nozomi y Mizore. Sin embargo, hay otras relaciones que permitirá al espectador comprenderé a profundidad la principal.  

Liz and the Blue Bird, Kyoto Animation y Naoko Yamada

La película muestra constantemente el plano narrativo de Nozomi y Mizore diversas amistades y conceptos de “amor”. La primera que muestra es la relación de Mirei y Satsuki, dos chicas que estudiaron en la misma escuela de Nozomi y Mizore, y que se abrazan. Ello crea un primer punto de quiebre en la relación entre las protagonistas, ya que pese a que las dos primeras son amigas y no temen mostrar abiertamente el cariño que se tienen, no sucede lo mismo con las dos últimas, y evitan hasta el final todo contacto. Se trata entonces de un dilema para las dos, ya que no les queda claro si es adecuado estrechar sus vínculos estando a unos meses de terminar el colegio, e ingresar a la universidad y con ello a las responsabilidades de la vida adulta.

Otra relación importante será la que se establece entre Ririka y Mizore: una de kōhai y senpai. Esta amistad se establecerá por la admiración que tiene Ririka hacia el conocimiento y las habilidades de Mizore -parecido a la admiración por la capacidad que tiene Nozomi- pero este se establece en contexto jerárquico, con lo que no llega a ser entre iguales. De igual manera, es vital la subtrama de la amistad de Nozomi con las otras flautistas, quienes hablan sobre lo que se considera cute y atractivo -“femenino”-, y de amor heterosexual.

Y quizás el punto más álgido en esta tensión es la contraposición que se realiza casi al final de la película, con la relación de Kumiko y Reina. Quienes hayan visto la primera y segunda temporada de Hibike! Euphonium recordará el desarrollo de la amistad entre las dos. Esta podría ser considerada como una “amistad apasionada”, en la cual la admiración llega a tomar un cariz platónico. Al igual que Nozomi y Mizore, las dos pertenecen al mismo año y poseen una habilidad distinta: una es un genio en la música (Mizore y Reina), mientras la otra es mejor en sus relaciones interpersonales (Nozomi y Kumiko, aunque esta facilidad de desentrañar los sentimientos de los demás se dificulta cuando se relacionan con la co-protagonista). Asimismo, hay escenas que transcurren en lugares que se consideran importantes para el desarrollo de la relación de Kumiko y Reina, pero que quizás no brindan el mismo significado ni dan las mismas respuestas a las protagonistas de Liz and the Blue Bird. Todo ello invitará al espectador a buscar el “dato oculto”, así como desentrañar los sentimientos y la extensión de la amistad entre Nozomi y Mizore. 

Nozomi, Mizore y un nuevo futuro: continuum lésbico y esperanza utópica

Liz and the Blue Bird, Kyoto Animation y Naoko Yamada

Sin embargo, para entender la dificultad que tienen las protagonistas en entender sus sentimientos hay que tomar en cuenta el contexto en el que se desarrolla la historia: una sociedad japonesa donde prima la heteronormatividad, y se espera que la mujer en determinado momento de su adultez se case y tenga hijos. Todo ello con la intención de seguir el “sentido común” -la norma social- y no incomodar a los padres. Con lo cual, en un entorno donde se habla constantemente sobre el amor hacia personas del otro sexo, y donde el deseo sexual reside únicamente en los hombres, existiría un desconocimiento y un silenciamiento de las múltiples formas que puede tomar las relaciones entre mujeres. A estos múltiples matices se le llama “continuum lésbico”.

Estas diversas formas, sentimientos y características que adquieren las relaciones entre mujeres pueden ir más allá del plano sexual. Sin embargo, la atracción entre personas del mismo sexo es algo que en Japón parece ser aceptado solamente en la ficción -no por gusto Nozomi y Mizore pueden empatizar con Liz y con Shōjo, y explorar en un espacio seguro este continuum lésbico-, en un “otro” -como en la aceptación que suele haber en las jóvenes de consumir géneros como el yaoi-, o exclusivamente en la adolescencia. Con todo ello, hay en la sociedad un poco representación o una falta de representación correcta, y por ello no sería raro que en la relación de Nozomi y Mizore haya un gran silencio al momento de entender sus sentimientos y se requieran numerosos paralelos para reconstruir su historia.

Liz and the Blue Bird, Kyoto Animation y Naoko Yamada

No obstante, estos paralelos -y en especial la (re)lectura que se realiza del cuento Liz and the Blue Bird- podría generar en Nozomi y Mizore una esperanza utópica. Por lo general las obras de ficción son consideradas como escapistas o una forma de negar la realidad, pero hay autores que defienden el potencial que tiene la ficción de generar un cambio social y la búsqueda de este por parte del espectador. Esta ficción, calificada como “melodramática” o “escapista”, tiene entonces un potencial transgresor para los grupos privados de derechos, quienes podrán tomar a futuro una acción política.

Por lo tanto, en un contexto como en el que se sitúa la película Liz and the Blue Bird, vemos cómo determinadas normas sociales se transmiten a través del entorno y la ficción. Pero existe la posibilidad de que la ficción genere en las protagonistas una esperanza utópica que les permitiría aceptar sus sentimientos, lo cual es ya un acto político, aunque esto no devenga en un coming out (no al menos de manera expresa o nombrada). Una vez reinterpretan la ficción, serán capaces de ir más allá de la propuesta del shōjo bunka de inicios del siglo XX, donde la relación entre mujeres y la extensión que podía tomar esta quedaba enmarcada en la adolescencia y en la escuela. De esta forma es como se abre la posibilidad de mirar hacia el futuro, en el cual una podrá apoyar a la otra sea cual sea el camino que tomen.

Liz and the Blue Bird, Kyoto Animation y Naoko Yamada

¿Hambre de más? Te recomendamos los siguientes textos

Chalmers, Sharon. 2009. Emerging Lesbian Voices From Japan. Nueva York: Routledge.

Frederick, Sarah. 2017. Turning Pages. Reading and Writing Women’s Magazines in Interwar Japan. Honolulu: University of Hawai‘i Press.

Holmberg, Ryan. 2014. “Matsumoto Katsuji and the American Roots of Kawaii”. The Comics Journal. 07 de abril de 2014. Consulta: 07 de abril de 2020. <http://www.tcj.com/matsumoto-katsuji-and-the-american-roots-of-kawaii/>

Lauretis, Teresa de. 1987. Technologies of gender. Bloomington: Indiana University Press.

Shamoon, Deborah. 2012. Passionate Friendship. The Aesthetics of Girls’ Culture in Japan. Honolulu: University of Hawai‘i Press.

El presente artículo es una ampliación de:

Arana Blas, María Alexandra. 2019. “Camino a la adultez: shōjo bunka y esperanza utópica en Liz and the Blue Bird”. Ponencia presentada en CineArte PUCP. Lima, 24 de octubre de 2019. <www.facebook.com/cineartepucp/videos/570836546992092/>

Alexandra Arana Blas

Tusán. Literata e investigadora. Ama el anime, el manga, los cómics y los videojuegos tanto como la teoría. Considera la cultura popular como fuente de reflexión y de aprendizaje.

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