«El jardín de las palabras»: un tanka memorable en la animación japonesa

 «El jardín de las palabras»: un tanka memorable en la animación japonesa


Hoy hablaremos sobre una referencia literaria clásica presente en “Kotonoha no niwa”, traducido en habla hispana como “El jardín de las palabras”. No obstante, antes realizaremos una breve sinopsis del filme para entender el contexto donde se inscribe esta valiosa fuente de la tradición japonesa.

Breve ficha técnica

Kotonoha no Niwa (言の葉の庭) es una película del aclamado director japonés Makoto Shinkai que se estrenó en el año 2013, a cargo del estudio CoMix Wave Films.

Sinopsis

Al mismo estilo de un poema tradicional japonés que ha quedado en la memoria por su sencillez y emotiva captación de la vida en su mismidad, el film cuenta la historia de un joven aprendiz de diseñador de zapatos llamado Takao Akizuki, que acostumbra a saltarse las clases en el instituto los días de lluvia, para pasar el rato en un jardín dibujando calzados. En uno de sus habituales visitas a este lugar conoce a Yukari Yukino, una misteriosa mujer varios años mayor que él, que también prefiere pasar los días lluviosos bajo el gazebo del mismo jardín, mientras bebe cerveza y disfruta unos chocolates. Desde su primer encuentro y solamente durante los días en los que cae la lluvia, ambos siguen reuniéndose y estrechando cada vez más sus vínculos.

El tanka y el vínculo de los amantes

La primera vez que los protagonistas se encuentran no se dirigen la palabra hasta que ella, Yukino, se marcha. Entonces decide despedirse con un hermoso tanka que dice así:

Narukami no shimashi toyomite
sashi kumori ame mo furabaya
kimi ga tomaran

“Un trueno lejano,

el cielo nublado,

en caso de que llueva,

¿te quedarás a mi lado?”


Según la filósofa española Marta Castaño, un tanka es un poema clásico japonés, digamos, tipo adivinanza, que sólo tiene una respuesta correcta. Se trata de un poema diálogo, que requiere una contestación. Consta de cinco versos con la siguiente métrica: (5,7,5,7,7). Apareció en Japón hace más de 1400 años y su utilidad principal era transmitir mensajes secretos entre amantes. Se enviaban generalmente escritos en un abanico o atados a una flor. Eran entregados en mano al destinatario por un mensajero al que se obsequiaba con un trago mientras el interesado escribía una respuesta a la primera parte del poema.

Este tanka se encuentra dentro de los Manyōshū (万 葉 集 , literalmente «Colección de las Diez Mil Hojas»). Es la antología de poesía japonesa más antigua que existe y una de las más veneradas de Japón. Fue compilada durante el período Nara (710-794) e inicios del período Heian (794-1185). Hoy en día se cree ampliamente que el compilador, o el último de una serie de compiladores, es  Ōtomo no Yakamochi , aunque se han propuesto muchas otras teorías. La mayor parte de los poemas son anónimos. La colección se divide en veinte libros, una estructura utilizada en otras obras asiáticas similares. El tanka utilizado en la película aparece en el libro XI, y es el poema 2513-4. Asimismo, un dato interesante para los latinoamericanos amantes de Japón es que escritores de habla hispana como Jorge Luis Borges y Octavio Paz cultivaron este tipo de poesía.

Después de este episodio literario, la película se desarrolla alrededor de los silencios de los protagonistas, sus encuentros en el parque y la evolución de su relación. Con esto se mantiene al espectador a la espera de una contestación a la primera parte del poema por parte de Takao.

Ya en la parte final de la película, tras una larga temporada sin verse, Takao en un día aparentemente soleado se acerca al parque y se encuentra con Yukino. Ese será el último encuentro de ambos protagonistas en el jardín. Es el momento en el que Takao recita a Yukino la respuesta correcta a la primera parte del tanka:

Narukami no shimashi toyomite
furazutomo ware wa tomaran
imo shi todomeba

“Un trueno lejano,
el cielo nublado,
aunque no llueva,
me quedaré a tu lado.”

En el instante en el que Takao da la respuesta acertada el cielo comienza a nublarse y se prepara una fuerte tormenta. Los protagonistas corren en busca de refugio y terminan juntos de nuevo bajo el gazebo, arrebatados por la tormenta que se puede interpretar como una metáfora de sus ya irreprimibles sentimientos.

Reflexiones finales

Para concluir, no cabe duda de que “El jardín de las palabras” es una de las animaciones japonesas donde el espíritu de la tradición literaria nipona convive, o mejor dicho, confluye armónicamente con la contemporaneidad.

Dato extra:

Se puede encontrar una traducción al inglés de algunos poemas del Manyōshū en este enlace: https://archive.org/details/Manyoshu

Fuentes consultadas:

https://liberoamerica.com/2018/02/01/el-jardin-de-las-palabras-de-makoto-shinkai-un-poema-de-amor-hecho-anime/

https://loefimerodelaeternidad.wordpress.com/2017/11/26/kotonoha-no-niwa-el-jardin-de-las-palabras/

https://www.koukyouzen.com/2015/11/el-jardin-de-las-palabras.html

Elizabeth Pelaez

Literata amante del misticismo, la tradición y la cultura popular japonesa. Sus intereses son el shojo, el seinen y cualquier anime o manga que lleve a alguna reflexión de vida.

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