Escribiendo sobre historia del Anime: entrevista a David Heredia Pitarch

 Escribiendo sobre historia del Anime: entrevista a David Heredia Pitarch

En España siguen apareciendo nuevas editoriales y hay una saludable variedad de géneros en la oferta de publicaciones que garantiza que todo el mundo pueda encontrar algo que le guste.

Escribir ensayos críticos sobre la historia y evolución de la animación japonesa parece haber sido una tarea asumida por algunos entendidos y académicos provenientes, sobre todo, del mundo angloparlante, si es que no se hace en su idioma original, el japonés, de donde se tienen los principales referentes y criterios sobre la materia. Sin embargo; en los últimos 10 años este interés por conocer esta temática se ha reflejado en el incremento de publicaciones en español que abordan estas investigaciones, con enfoques que han ido desde la difusión hasta temas académicos y de crítica especializada. Ello ha sido bien recibido por el público hispanoparlante, interesado en conocer los orígenes de la industria cultural japonesa contemporánea y que ahora cuenta con lecturas adicionales en español que aportan al conocimiento ya adquirido sobre sus series y autores favoritos.

Así, la apuesta de editorial ha sido darles espacio a jóvenes entendidos en el tema que han venido trabajos sostenidamente en el mundo de la interpretación y traducción del japonés al español y que en su largo camino han sabido combinar ese gusto primigenio por el Anime y el Manga con su trayectoria laboral, dando como resultado ensayos y escritos que nos brindan su aporte analítico. Este es el caso del traductor y ensayista David Heredia Pitarch (Vila-real, 1986), quien gentilmente nos ha concedido una entrevista para hablarnos de su experiencia en el rubro; además de presentarnos dos de sus principales obras: Anime! Anime! 100 años de animación japonesa (2016) y Gainax de Hideaki Anno. La historia de los creadores de Evangelion (2019), ambas publicadas por Diábolo Ediciones.

Alguien tenía que haber leído EL ORIGINAL. La idea de aprender japonés para tener acceso a más series como aquellas me sedujo muchísimo y pensé que ser traductor era una opción muy interesante para trabajar en el mundo editorial

Coméntanos sobre ti, tu trayectoria y afición al manga y anime.

No sé si hay mucho que contar, imagino que como aficionado tendré un perfil muy parecido al de cualquiera. Tuve suerte de crecer en una zona donde el canal regional de televisión emitía mucho anime y Dragon Ball se convirtió en una religión para mí cuando era pequeño. Curiosamente, fue una revista de videojuegos la que empezó a abrir mi mundo hacia otras series igual de interesantes, y poco a poco fui comprando mis primeros mangas hasta rendirme por completo a Japón. Mientras cursaba la carrera de Traducción e Interpretación, mi amiga y mentora María Ferrer me ofreció unirme a su equipo en la ciudad de Valencia y así empecé a realizar mis primeros trabajos, entre ellos algunos animes como Solty Rei, Initial D o Darker than BLACK. Durante este tiempo, he compaginado mi profesión como traductor audiovisual y literario con la difusión del manga a través de las asociaciones locales y diversos medios especializados, así como realizando conferencias sobre anime y videojuegos en convenciones de toda la península. En la actualidad, continúo mi actividad de divulgación a través de ensayos publicados por Diábolo Ediciones y a través de mi cuenta de Twitter. También escribo regularmente para la revista Otaku Bunka de Panini Ediciones y colaboro activamente con portales como CoolJapan.

¿Por qué decides ser traductor, qué te motivó a elegir esa carrera?

Cuando empecé a aficionarme seriamente al manga tuve una de esas revelaciones que en perspectiva son muy tontas pero en ese momento te cambian la forma de verlo todo, y era que para poder leer ese manga alguien tenía que haberlo traducido. Alguien tenía que haber leído EL ORIGINAL. La idea de aprender japonés para tener acceso a más series como aquellas me sedujo muchísimo y pensé que ser traductor era una opción muy interesante para trabajar en el mundo editorial que comenzaba a formarse alrededor del medio, así que desde ese momento fui dirigiendo mi camino hacia esa meta. Curiosamente, lo mío eran las matemáticas, así que de no haber tenido este encuentro fatídico con la viñeta japonesa ahora estaría haciendo algo con las ciencias. ¡Literalmente me cambió la vida! 

¿Cómo podrías describir el panorama de las traducciones de manga y anime en los últimos 20 años, sobre todo para el caso hispanoparlante y el caso español en concreto? ¿Crees que ha habido una evolución, se ha ampliado el mercado, ha crecido la demanda?

La evolución ha sido colosal, no creo que nadie hubiera podido vaticinar cuantísimo ha crecido la base de mercado en estas dos décadas. Imagino que el caso ha sido similar en Latinoamérica, pero es increíble cómo lo que empezó como un pequeño fenómeno ha conseguido alcanzar estas cotas que ni siquiera ahora parecen haber tocado techo. En España siguen apareciendo nuevas editoriales y hay una saludable variedad de géneros en la oferta de publicaciones que garantiza que todo el mundo pueda encontrar algo que le guste. Somos muy afortunados por vivir este momento tan próspero y, aunque todavía quedan algunos esenciales del manga por traducir, está claro que no podemos quejarnos de la gran diversidad de títulos a los que podemos acceder en nuestras librerías. No solo eso, sino que las ediciones son especialmente buenas, con papel de calidad y detalles muy cuidados, y la traducción y rotulación han mejorado muchísimo respecto a aquellas primeras publicaciones que se hacían décadas atrás. Hay espacio para la mejora, pero seguimos en la buena dirección.

Todo surgió un poco de la frustración de que, en ese momento (sobre el año 2014), había muy poco material en español Decidí que había que agarrar el toro por los cuernos y lanzar un libro que pudiera servir como base para conocer algunos puntos clave sobre este tema, de forma que se pudiera consultar como referencia en cualquier momento.

En los últimos 10 años se están publicando más estudios críticos sobre manga y animación japonesa de especialistas formados en investigación desde su experiencia occidental ¿Cómo observas ese aporte desde Europa y, sobre todo, qué se ha visto para el caso español? ¿Crees que hay diferencias entre lo que se publica para difusión y para un público especializado?

Me resulta muy llamativo que, a pesar de que Europa gozaba de una clara ventaja respecto a Estados Unidos en lo que se refiere a material editado, el estudio de la industria del manga y el anime se ha desarrollado antes y con mayor músculo en el territorio yanqui. Por suerte, es algo que se ha ido equilibrando en los últimos tiempos y, desde luego, estoy muy contento de que en España estén surgiendo más estudios de manera regular. Donde veo una mayor diferencia es entre el ámbito académico y el de la divulgación generalista. El primer caso es en el que más flaqueamos en comparación con otros países, y es que todavía hay grandes dificultades para que se acepten esta clase de escritos dentro de las universidades (al contrario que los game studies, que cada vez son más y de mayor calidad). Esto lo compensamos, afortunadamente, con la nueva oleada de ensayos que han salido al mercado recientemente y que pueden ser de interés tanto para al público lego como para quienes ya están más en contacto con el medio. Quizá no todos tengan la misma profundidad que las tesis de los investigadores, pero su valor como vehículo para difundir nueva información es igualmente respetable y, en ese sentido, creo que hacen un bien mayor al llegar a una base de lectores más amplia.

De traductor a ensayista sobre la historia de la animación japonesa, un poco como lo han hecho Friedrich Schodt o Ronald Kelts para el caso de publicaciones anglosajonas ¿Cómo fue ese proceso en tu caso?

Uf, me da un poco de vértigo la idea de que se me compare con titanes de la talla de Schodt o Kelts. ¡No soy digno ni de limpiarles las botas! Lo mío ha sido un poco por accidente. Como decía antes, siempre he tratado de apoyar la difusión del manga y de la cultura japonesa en general a través de las asociaciones cercanas y los medios especializados, pero nunca me había planteado escribir un estudio ni mucho menos convertir esta actividad en un ejercicio continuado. Todo surgió un poco de la frustración de que, en ese momento (sobre el año 2014), había muy poco material en español dirigido a quienes quisieran conocer mejor la industria del anime y su funcionamiento. Decidí que había que agarrar el toro por los cuernos y lanzar un libro que pudiera servir como base para conocer algunos puntos clave sobre este tema, de forma que se pudiera consultar como referencia en cualquier momento. Después de dos largos años escribiendo en mis ratos libres —y aprendiendo mucho por el camino—, el proyecto se hizo realidad gracias a mi editor, Lorenzo Pascual, que decidió confiar en mí y publicar el material en una de sus lujosas ediciones. Le estoy muy agradecido por todo.

Diábolo Ediciones ha publicado libros sobre destacados directores y autores en el mundo de la animación japonesa como los dedicados a Miyazaki y Studio Ghibli de Álvaro López y Marta García, el de Makoto Shinkai del mismo López, o los de temática informativa como Japón para otakus de Manuel Hernandez-Peréz y José Andrés Santiago. Dentro de este grupo, tu libro Anime! Anime! 100 años de animación japonesa (2016) ha sido uno de los más difundidos en los últimos 5 años ¿Cómo fue el proceso de recopilación de fuentes e información para organizar el contenido de tu libro? ¿Qué importancia tienen estos títulos dentro de la propuesta editorial en España?

Partí de algunos textos previos que había realizado para un blog personal y, a partir de aquí, el primer paso fue decidir los contenidos que me parecían necesarios. En cuanto a la estructura del libro, me ayudó mucho El gran libro de los manga, de Alfons Moliné, que para mí ha sido siempre un modelo en esto de la divulgación. Su obra propone también un breve recorrido por la historia del manga y completa el proyecto con numerosas fichas sobre títulos y autores indispensables, así que intenté emular esta distribución porque se ajustaba muy bien a mi intención de concentrar mucha información de manera directa y concisa. Sabiendo ya por dónde quería encaminar mi discurso, me apoyé especialmente en recursos web a la hora de consultar los perfiles de los distintos artistas y consulté otras publicaciones como El mundo invisible de Hayao Miyazaki (de Laura Montero) o The Anime Encyclopedia (Helen McCarthy y Jonathan Clements) para profundizar en temas concretos que requirieran una mayor atención. La aparición de nuevos libros en español sobre animación japonesa —y, en especial, los que se agrupan bajo el sello de Diábolo Ediciones— son una bendición en un momento tan próspero para el manga en los países de habla hispana y no escondo mi alegría al pensar que son la avanzadilla de muchos más que están por llegar. Queda un gran número de temas por analizar e historias por descubrir y sé que, más pronto que tarde, irán encontrando su sitio en el mercado de una forma u otra.

Según el índice de este libro, hay 4 secciones que contemplan una reseña histórica de la animación japonesa, una selección de estudios y autores, así como de un glosario sobre términos frecuentes en el mundo de la animación ¿Cuáles fueron los criterios para seleccionar tanto autores como estudios de animación?

Seleccionar los estudios a tratar fue relativamente fácil porque solo había que fijarse en los más conocidos. Por supuesto, existen muchos estudios interesantes que no tienen su ficha pese a que han ganado una gran proyección en los últimos años, como Mappa o Trigger. Pero a nivel de relevancia histórica, tenía claro cuáles eran los nombres que tenían que entrar en la lista. Decidir la selección de creativos fue bastante más difícil en comparación y, en perspectiva, quizá faltan algunos que merecían haberse incluido. Concretamente, me arrepiento mucho de no haber escrito más perfiles sobre profesionales femeninas que tienen una gran historia detrás y que, de nuevo, han quedado invisibilizadas de forma injusta. En ese momento, intenté que hubiera un cierto equilibrio entre directores, animadores y compositores, figuras destacadas que debían ser conocidas, y quizá ese mismo equilibrio es el que jugó en contra de incluir a estas artistas. Si hubiera opción, me gustaría enmendar mi error en una futura revisión del libro.

¿Cómo fue el reto de escribir reseñas relativamente cortas de cada una de ellos?

Por otro lado, la investigación de estos perfiles fue bastante complicada. Es fácil encontrar información sobre grandes nombres como Hayao Miyazaki, Hideaki Anno o Makoto Shinkai, ¿pero quién ha oído hablar sobre Shin’ya Ōhira? ¿Quién se ha molestado en indagar la leyenda de Ichirō Itano? Estos personajes tienen una gran relevancia en el medio y raramente se les ha prestado atención en las publicaciones occidentales. Por suerte, internet es muy grande y hoy en día es más fácil acceder a información que jamás encontraríamos en libros o webs de consulta normal. Existe también un núcleo duro de investigadores de sakuga (animación de gran calidad) que se dedican a recopilar información y cortes de vídeo de animadores concretos, y cuya labor me ayudó inmensamente a la hora de profundizar en la carrera de estas figuras. Ojalá en el futuro se publiquen nuevos estudios centrados en cada uno de ellos, todos tienen un gran interés.

En tu publicación Gainax y Hideaki Anno: La historia de los creadores de Evangelion (2019) decides ampliar la presentación sobre uno de los estudios de animación más importantes de las últimas décadas del siglo XX y cuyos trabajos estuvieron dentro del boom del anime precisamente con títulos como Evangelion, de gran repercusión mundial ¿Cómo fue el proceso de escritura y compilación de fuentes para este libro?

Siempre he sido un gran fan de las obras de Gainax pero, mientras escribía la información correspondiente en mi anterior libro, me di cuenta de que su historia como estudio era apasionante y merecía una dedicación especial. Para definir la línea del proyecto tomé como base el libro The Notenki Memoirs, que es la autobiografía de Yasuhiro Takeda, uno de los miembros fundadores del estudio. A partir de este pilar, fui recopilando los datos apoyándome especialmente en entrevistas y libros oficiales de sus producciones, que afortunadamente incluyen mucha información de interés. Es un poco complicado porque a veces hay declaraciones que se contradicen o cosas que no terminan de encajar en el cronograma general (seguro que esto es el pan de cada día para los historiadores profesionales), de modo que el trabajo de investigación ha sido arduo aunque muy satisfactorio, porque he podido aprender muchísimo sobre la historia de este increíble estudio y del propio director Hideaki Anno, del que ya me he convertido en fan incondicional.

En la introducción mencionas que Gainax y Hideaki Anno no habían tenido hasta el momento un libro que destaque su legado creativo en más 30 años de actividad en la industria de la animación, de allí tu motivación por publicar un estudio al respecto ¿Qué aspectos debe tomarse en cuenta para la lectura de su texto? ¿Qué se puede encontrar el lector en tu investigación?

En principio, el lector no necesita conocer nada para adentrarse en la lectura. Aunque títulos como Evangelion o Gurren Lagann son muy famosos entre el colectivo de aficionados, doy por hecho que no todo el mundo tiene por qué haber visto estas series ni tampoco conocerlas si se acaba de introducir este mundo. Por tanto, he intentado explicarlo todo y repetir los datos cuanto fuera necesario para que nadie se pierda en la lectura: al fin y al cabo, se trata de una obra de divulgación y no un estudio académico especializado, por lo que el objetivo es que cualquiera pueda conocer mejor el tema con la mayor accesibilidad. El libro está dedicado a narrar la evolución del estudio Gainax y, en paralelo, la de su exdirector estrella, cuyos caminos estuvieron ligados durante cierto tiempo aunque ahora se han separado de forma insalvable. Quienes esperen sesudos y profundos análisis sobre las producciones del estudio se verán un poco decepcionados porque no era esa mi meta, sino centrar el foco en la propia historia y las circunstancias de aquellos que las hicieron realidad. Creo que esto también es importante para entender el porqué de muchos elementos en estas series y películas, y espero que pueda servir como apoyo para futuros estudios que sí se centren en estos títulos.

Incluir fichas técnicas y datos de los miembros del equipo que trabajó con Anno en los distintos proyectos que realizó es visibilizar esa parte importante de toda la cadena de trabajo en la animación ¿Qué retos encontraste para documentarte sobre dichos personajes? ¿El acceso a fuentes fue la misma que al hablar de H. Anno?

Sí, mucha de la información que reproduzco proviene de las mismas fuentes que he consultado sobre Hideaki Anno ya que sus carreras han estado muy ligadas a la suya. Me pareció que era importante poner en valor su trabajo como figuras independientes porque también han contribuido al éxito de las obras del director y, en algunos casos, han conseguido labrarse un nombre de forma separada, lo que también resulta interesante a la hora de conocer cuál ha sido el impacto de su paso por el estudio en la forma que tienen de seguir creando en la actualidad. El mayor reto, como sucedía también en mi obra anterior, es la barrera lingüística del japonés, ya que algunos de los datos más jugosos se encuentran solo en este idioma y no son tan fáciles de localizar como podrían serlo aquellos en inglés, francés o cualquier otra lengua cercana. Al final hay que armarse de valor y, además de lanzarse a la expedición, tener la paciencia para contrastar todo lo que uno encuentra por el camino.

Hablar de Gainax es hablar de Evangelion y, por extensión, de su director. Pero, como bien mencionas, el trabajo fue realizado en equipo y el proceso fue bastante complejo, de ahí que hacer una aproximación a la materialidad de la obra sea importante ¿Qué criterios tuviste para la escritura de esta sección del libro?

La producción de Evangelion da para un libro propio y, todavía ahora, siguen surgiendo nuevos datos sobre el desarrollo de la serie y todo lo que gira en torno a ella, así que en ese sentido es una sección que ha quedado incompleta por necesidad. No obstante, he tratado de sintetizar las claves de ese trabajo de forma que se pueda conocer mejor y, ante todo, desmentir muchos de los mitos que se han extendido durante tanto tiempo. En especial, un punto que he querido dejar claro es que fue una serie coral y no solo obra de Hideaki Anno. En su concepción participaron muchos artistas que ayudaron a definir la identidad de la obra y merecen ese reconocimiento, por no decir que esto ayuda sobremanera a entender algunas decisiones de diseño o de guion. Es importante que la gente empiece a asociar el título con nombres como el de Ikuto Yamashita, Yutaka Izubuchi o Mahiro Maeda; a dejar de cargar todo el peso sobre la figura de Anno (sin desmerecer en absoluto su papel como eje motor del proyecto) y apreciar las aportaciones individuales de estos artistas que, igual que ahora en la nueva tetralogía Rebuild of Evangelion, aportaron mucho a la identidad y el éxito de la serie. Por lo demás, he intentado abrazar todos eventos que fueron relevantes en la materialización de la obra y transmitir su repercusión en la vida de Anno, motivo por el que este es el capítulo más largo del libro.

Finalmente ¿Qué proyectos se vienen a futuro? ¿Cuál será tu próxima publicación? ¿Tienes planeada alguna colaboración en Latinoamérica?

Soy una persona inquieta y me gusta estar ocupado (un eufemismo para no decir que soy uno de esos horribles adictos al trabajo), así que siempre estoy sumergido en algún nuevo proyecto. Por lo pronto, acabo de presentar una nueva publicación junto al grandísimo Álvaro López Martín, titulada Las 100 mejores películas anime, en la que repasamos los títulos imprescindibles del cine animado nipón y esperamos que ayude a descubrir algunas joyas que han quedado un poco olvidadas. También tengo otro ensayo propio entre manos del que no puedo comentar más ahora mismo, pero espero que pueda estar en las librerías a finales de este año.

Por otro lado, me he embarcado en un proyecto un poco inesperado y he escrito mi primera obra de ficción en forma de novela visual para el recién formado 1564 Studio. Este juego, The Mysteries of Ranko Togawa: Murder on the Marine Express, se lanzará a mediados de año y es una aventura de misterio con gráficos pixel art. Me da mucha vergüenza porque es la primera vez que escribo algo de este tipo y, muy probablemente, sepa a muy poco para quien tenga alguna expectativa puesta en el juego. Pero en cualquier caso, tanto yo como el resto del equipo estaremos muy agradecidos si quienes gusten de esta clase de aventuras le echan un ojo, aunque solo sea para criticarla. Sobre futuras colaboraciones con Latinoamérica… ¡ojalá que sí! Estoy haciendo muchas cosas a la vez y me cuesta encontrar tiempo para nuevos proyectos, pero admiro la pasión y la dedicación de los divulgadores del sur y me encantaría colaborar de cualquier forma posible para continuar estrechando esos lazos que nos unen. Espero que haya oportunidad de hacerlo pronto.

Dónde comprar los libros del autor:

Los libros se encuentran a la venta en plataformas electrónicas de venta como Amazon.com o Buscalibre.com o en librerías especializadas como Ibero Librerías.

Natalia Jaira

Historiadora del Arte, especialista en investigación de colecciones museales peruanas/latinoamericanas de arte popular y archivos visuales/documental del s. XX. Interesada en conceptos sobre cultural popular, reapropiación, coleccionismo y arte global. Amante del anime y manga retro/clásico y de textos sobre reflexión crítica sobre la cultura popular japonesa y su recepción/influencia en occidente. Candyfan forever and ever, dibujante aficionada, lectora de novelas de fantasía épicas-históricas y manga shojo clásico de preferencia.

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