La delicadeza de Violet Evergarden

 La delicadeza de Violet Evergarden

Uno de los animes que en el 2018 nos hizo voltear la mirada, es sin duda, Violet Evergarden, anime que por culpa de un incendio en el estudio Kyoto Animation no vio la luz su última película. Igual, si obviamos ese pequeño detalle, lo importante es que en Netflix podemos encontrar este título con sus temporadas completas y hasta la película Violet Evergarden: Eternity and the Auto Memory Doll.

La verdad que al inicio, me atrajo mucho este título por el diseño de los personajes y el estilo de dibujo, Dios, es pulcro y muy estilizado. Un estilo que te hace recordar a las aclamadas señoritas del estudio CLAMP que nos han traído títulos tan memorables como Magic Knight Rayearth o Cardcaptor Sakura.

La magia que hay detrás de esa estética hace invita a darle una oportunidad al anime. Pero no se queda sólo en el aspecto estético; también presenta una narrativa compleja, separada de lo superfluo y que invita a revisar en lo más profundo del ser: el porqué de nuestra existencia, y de lo simple y a la vez tan complejo que resulta ser la humanidad. Todo ello dentro de un mundo que solo se diferencia del nuestro por la sucesión de los hechos y algunas tecnologías. Eso es lo que hace especial a esta historia, hay capítulos que uno reflexiona del mundo y se pregunta: ¿talvez pude vivir en el mundo de Violet?

Y lo más sorprendente es que este drama viene inspirado en una serie de novelas ligeras. Sí, novelas ligeras de Kana Akatsuki, publicadas en 2015, y que por su éxito fueron llevadas a la pantalla chica por el estudio Kyoto Animation.

El resultado fue una serie con harto valor en lo estético, en el detalle, no solo de las formas, si no de la misma vida. Y es así como nosotros acompañamos a Violet a redescubrir el mundo, después de haber sido “moldeada” como un arma de guerra, haber sido utilizada por Dios sabe quién o qué. Pero tuvo suerte de caer al final de la guerra en los brazos de Gilbert Bougainvillea, la única persona que la trató como ser humano, y al verse separada de él, entra en un vacío existencial terrible. Sin embargo, en lugar de amilanarse, prefiere buscar la solución lógica a las últimas palabras que Gilbert le dijo la última vez que la vio.

Es así que se nos presenta una peculiar profesión en este mundo paralelo, la del Auto Memory Doll, desarrollado por señoritas que ayudan a las personas, por medio de la escritura, a expresar sus más profundos sentimientos. Violet, queda impactada con este oficio y ve su desarrollo como medio de solución a las últimas palabras que le dejó Gilbert.

La historia es un viaje en ferrocarril, uno sencillo, sin artificios, que por medio de diversas historias escuetas llevarán al espectador a preguntarse sobre sí mismo, sobre la vida y la misma esencia de la raza humana, a parte que la estética enriquece a los ojos. Es un anime rico en detalles que te llevará a un viaje introspectivo muy interesante.

Esther Gómez

Periodista de profesión con gusto exquisito por la narrativa de ficción. Amante de la animación japonesa. Me gusta ir a restaurantes y cantar.

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