La meca del anime: El Mecha
Sugoi Mecha es una página dedicada a los más famosos diseños mecánicos de diversas producciones animadas japonesas. Mucha de la información que aquí aparece se encuentra publicada en las páginas de la revista peruana «SUGOI: Entretenimiento y cultura popular japonesa«, en la cual me desempeñé como jefe de redacción y editor.
Por motivos de espacio de la revista, mucha información fue dejada de lado para tocar los temas más importantes. Es por esto que ésta página se centra en detallar en forma pormenorizada aquellos ingenios que tanto admiramos los amantes del anime de calidad.
Pero partamos primero por los conceptos básicos de éste género.
Hoy, el mecha es uno de los géneros más reconocidos en todo el mundo, pero el trayecto que debió recorrer para lograr tal distinción, fue uno de experimentación, de prueba y error, y constante reinvención, lo que veremos a continuación.
Que es un mecha?
Un mecha, meka (del japonés メカ, meka, abreviación de メカニック, mecánico), es un vehículo de gran tamaño controlado por uno o más pilotos, que posee partes móviles tales como brazos o piernas, y varía en su uso dependiendo de la obra de ficción a la que pertenezca. También puede usarse el término mecha para referirse a un subgénero de la ciencia ficción. La diferencia entre un mecha y un robot consiste en que el mecha es controlado por un piloto, mientras que un robot se mueve por cuenta propia.
Las primeras tuercas
Su origen se remonta a la segunda mitad de la década de los 40 y su época dorada se encuentra en las series de animación japonesa de los 70 y 80, los cuales vienen a simbolizar el culmen de los avances tecnológicos en la robótica.
Después de rendirse ante los Aliados, Japón empezó a reconstruir su debilitado país y a refortalecer su economía apostando en las industrias pesadas, tales como la siderurgia, o la construcción de metales y piezas de maquinaria. Por eso, no es de extrañar que, culturalmente, las máquinas sean bien percibidas por la sociedad japonesa. Ya hoy día se ven como una forma de retirar a los seres humanos de ciertas tareas peligrosas para ellos, tales como la remoción de desechos tóxicos, pero la realizan desde una cabina protegida o un cuarto de control, donde no tienen contacto con el material. Sin embargo, su ámbito se podría expandir, dados los grandes avances en micromotores, computación y en lo militar, gracias a su aplicación reciente como cargadores y otros.
Fue precisamente con esa mentalidad, acrecentada con los recuerdos de la pesadilla nuclear, lo que empezó a gestar el género mecha en la mente de los japonenses que, en la creciente industria de los mangas, halló su lugar en ficciones que incluían cada vez más máquinas, robots y tecnología.
En los primeros animes, el mecha es un tipo de robot o vehículo mecanizado que debe ser controlado por un piloto humano para su activación, y que cuenta con una serie de características distintivas, como armas o poderes especiales e incluso la fusionabilidad, incrementando así sus capacidades.
Todo empezó con un dinosaurio…
Históricamente, el primer manga en plantear muchos de los elementos de lo que después se conocería como género mecha, fue Gensiryokuzinzôningen (1948), más conocido por su nombre en inglés, Nuclear Power Android, del no demasiado conocido autor Ijiro Uno.
Hay muy poca información disponible en castellano sobre esta obra, pero se trata de un manga de la era Showa, que presenta a un inventor que crea un tanque con la forma de un dinosaurio, el cual es posteriormente robado por unos criminales. El científico construye un segundo tanque, en este caso con una forma humanoide y que usa armas nucleares para enfrentar a su primera creación.
Aunque visualmente burdo y con una historia sorpresivamente violenta, fue el germen de lo que sería el género mecha.
Tetsuwan Atom, el robot bueno
Ya desde 1949, Osamu Tezuka, el «dios del manga», fue quien incursionó en la ciencia ficción con su manga Metrópolis, fuertemente inspirado por la película de mismo título dirigida por Fritz Lang en 1921. Su siguiente éxito fue Tetsuwan Atom, más conocido como Astro Boy, que apareció en 1952 y fue el primer manga de la historia en tener a un robot con sentimientos como protagonista. Atom es un androide que, al igual que Pinocho, busca emular a un niño, por eso su creador le concedió un «corazón» con sentimientos, lo que lo guía a proteger a los inocentes, en un futuro distante donde hay miles de robots que son usados como armas.
Tetsuwan Atom se volvió tan popular, que Tezuka llego a concretar 23 tomos recopilatorios, algo insólito en esa época, además de ser el primer manga en ser adaptado a formato anime en 1963. Aunque no se lo considera un manga de género mecha, fueron sus aportes y original historia las que abrieron la puerta para que otros autores se atrevieran a experimentar en dicho género.
Tetsujin 28, el primer mecha
Creado por Mitsuteru Yokoyama en 1956, Tetsujin-28, también conocido como Ironman 28 o Gigantor, fue el primer manga en plantear una historia de ciencia ficción con la presencia de un robot gigante –el Tetsujin-28–, un robot de combate que inicialmente serviría como arma en la Segunda Guerra, pero su construcción no fue completada sino hasta después que Japón se rindiera. El creador de Tetsujin-28, el doctor Kaneda, le hereda el robot a su hijo Shotaro, quien lo controla con un mando a distancia para detener criminales o enfrentar otros robots malvados.
Este manga es considerado el precursor más importante del género mecha, ya que presentó la estructura argumental donde la máquina o robot era el eje central de la historia, pero los protagonistas eran humanos. De esta manera, se mantenía al robot en su lugar de herramienta (o arma), carente de moralidad o ética, y se dejaban esos aspectos «falibles» a los humanos.
A pesar de su enorme éxito en Japón, que llevó a que también tenga su propia serie de anime en 1963, fue superado en popularidad por Giant Robo (1967), otra creación de Yokoyama con una temática muy similar y que repetía la fórmula del niño controlando a un robot gigante.
Mazinger Z, el primer Super robot
Cuenta la leyenda que el mangaka Go Nagai, cierto día imaginó que sería muy útil si su auto tuviese piernas para evitar los atascos de tráfico. Esta noción evolucionó para convertirse en el manga Mazinger Z, editado en 1972; y cuya historia se centra en Koji Kabuto, el nieto adolescente de un científico que construye a Mazinger Z basándose en una antigua tecnología de la civilización perdida de Mikenes; la misma que el Doctor Hell, un colega del Doctor Kabuto, planea usar para conquistar el mundo. Pero para ello necesita de la energía fotoatómica, así que envía sus Kikaijus que Koji debe enfrentar usando a Mazinger.
Este manga fue el primero en presentar al arquetipo del Super Robot ya que, a diferencia de Tetsujin 28, Mazinger Z estaba plagado de armas que lo presentaban como una versión caminante de la bomba atómica, lo que lo volvía una especie de antihéroe. El manga también cambio la dinámica entre el humano y la máquina, ya que Koji no controla a Mazinger Z a la distancia, sino que debe pilotarlo desde la cabeza del Mecha, lo que pone su vida en peligro en cada nuevo enfrentamiento.
En 1972, Mazinger Z tuvo su propio anime de éxito mundial, lo que le permitió a Go Nagai crear un universo en común con sus otros mangas de robots gigantes, como Great Mazinger (1974), la secuela de Mazinger Z, o UFO Robo Grendizer (1975), un manga spin-off donde Koji Kabuto aparece como personaje secundario.
Astroganger, la llegada del color
El anime Astroganger, con guion original de Hiromichi Mogaki, apareció en el año 1972 y se estrenó dos meses antes que el anime de Mazinger Z. Eso lo convirtió en el primer anime de género mecha en ser producido a colores.
La historia de esta animación cuenta cómo Maya, una extraterrestre, llega a la tierra después de que su planeta fue destruido por los Blasters, una especie de conquistadores galácticos. Maya lleva consigo a Astroganger, un robot gigante con personalidad y sentimientos propios que entra en estado de invernación. Años después, Maya ha tenido un hijo llamado Kentaro con un humano, quien deberá despertar a Astroganger y «fusionarse» con él para enfrentar a los Blasters que ahora atacan la tierra.
Aunque poco conocido, este fue el primero en plantear la premisa de un invasor espacial como antagonista principal, que sería reutilizado cientos de veces en posteriores mangas y animes, además de ser el primero en recurrir a la fusión entre dos entidades (el robot y su piloto) para acceder a todo su poder.
Getter Robo, el mecha transformable
Un manga creado en 1974, escrito en conjunto por Go Nagai y Ken Ishikawa, quien además se encargó de ilustrarlo. El mismo presenta a tres adolescentes, Ryoma Nagare, Hayato Jin y Musashi Tomoe, quienes son seleccionados para pilotar tres naves de combate que pueden combinarse para crear tres diferentes robots (Getter 1, Getter 2 y Getter 3), los cuales se convierten en la primera línea de defensa en contra de un imperio secreto de reptiles que evolucionaron de los desaparecidos dinosaurios y ahora intentan conquistar la superficie.
Este manga fue el primero en introducir el elemento argumental de diferentes vehículos que se transforman en robots, lo que abrió la puerta a animes como Macross (1982) y sus Valkyrie, Armored Fleet Dairagger XV (1982), aquí más conocida como Voltron (de los vehículos) e incluso la línea de juguetes Diaclone y Microman, que después serían comprados por Hasbro y convertidos en los Transformers, lo que dio origen a una exitosa serie animada estadounidense.
También fue el primer mecha que incluyó a tres robots combinándose en uno nuevo. lo que sería reutilizado posteriormente en los anime Mirai Robo Daltanias (1979) y Kôsoku Denjin Arbegas (1983).
UFO Senshi Dai Apolon, la reinvención
Un anime dirigido por Tatsuo Ono que se estrenó en 1976 para tratar de emular el enorme éxito que fue Mazinger Z. La historia se centraba en Takeshi, un muchacho huérfano que, tras un extraño suceso, una pieza de tecnología extraterrestre, conocida como Key Energy, es grabada en su pecho como un tatuaje. Así, se le revela a Takeshi que es el príncipe del planeta Apolon, y que su padre lo envió a la tierra para protegerlo del General Dazaan, quien ahora planea conquistar la tierra. Pero Takeshi puede invocar a los tres robots Apolon, capaces de combinarse en el poderoso Dai Apolon.
Lo que este anime empleó antes que nadie fue el hecho de que, cuando Takeshi se introducía en el interior de Dai Apolon con su nave, el misterioso poder de la Key Energy en su pecho hacía crecer su cuerpo dentro del robot, hasta convertirse en un coloso que utiliza al mecha como si fuese una armadura.
Mobile Suit Gundam, el mecha realista
Escrita y dirigida por Yoshiyuki Tomino en 1979; es una serie de anime de enorme éxito en Japón que generó su propia franquicia de culto, comparadas a nivel popularidad con Star Trek (1966), Star Wars (1977) y Battlestar Galactica (1978).
La historia se ambienta en un futuro distante, donde hay una guerra entre la Federación de la tierra y el Principado de Zeon, que busca su independencia. A pesar de contar con menos fuerzas, Zeon tiene la ventaja ya que utiliza un nuevo tipo de arma llamado Mobile Suit. Es durante un ataque a la Federación, que el joven mecánico Rei Amuro, encuentra el RX-78 Gundam, un arma prototipo en forma de robot gigante, con el que vence a las fuerzas de Zeon. Así, Rei obtiene su propio equipo de civiles y refugiados que intentan sobrevivir.
Este fue el primer anime en plantear una historia donde los mechas tenían una connotación mucho más realista que forma parte de su propio contexto; siguen siendo una pieza central en la trama –la cual es, junto a los personajes, mucho más compleja– pero no son la única fuente de conflicto, ya que se recurre a dilemas políticos, raciales y sociales para ello. Además, también fue la primera en plantear combates de robots con aspectos arcaicos, como espadas y escudos, lo que hace que la franquicia sea de las más fundamentales para la historia del género.
Kidô Keisatsu Patlabor, el mecha doméstico
Fue un manga de 1988 creado por Masami Yûki. La historia se ambienta en la tierra, en un futuro cercano, donde la sociedad utiliza robots gigantes –aquí denominados Labors– para una amplia gama de trabajos cotidianos, como la construcción o el transporte. Pero como algunos Labors son convertidos en armas para usarse de manera criminal, surge la necesidad de crear unidades policiales que también emplean estos robots. Esto da origen a la Patrulla Labor, o Patlabor.
El manga es parte de su propia franquicia, realizada por el equipo artístico Headgear, donde se incluye, además, una serie de anime que está ambientada en otra línea temporal. Esta obra sigue la misma escuela que Gundam al plantear una trama más realista, en la que los mechas son uno de los ejes centrales para plantear su lógica intrínseca, pero son los protagonistas humanos los que dictaminan el fluir de la historia y los diferentes conflictos. Hay muy pocos anime o mangas que, como Patlabor, hayan limitado el carácter bélico intrínseco de los mechas.
Neon Genesis Evangelion, la reorganización del género
Shin Seiki Evangelion (1994) fue una serie de anime dirigida por Hideaki Anno, que se ambienta en el año 2015, donde el mundo se ha convertido en una distopía mecanizada, gobernada económicamente por la empresa NERV, ya que reconstruyó la sociedad tras un cataclismo conocido como «Segundo Impacto», cuando un meteorito chocó contra la tierra en el año 2000. Ahora la sociedad se ha adaptado a la espera de los ataques de unas criaturas gigantes llamadas Ángeles, las cuales pueden ser combatidas con los EVA, unas unidades robóticas que solo pueden ser tripuladas por niños que hayan sido concebidos en el año del Segundo Impacto. Shinji Ikari, un niño con severos traumas y complejos por su inexistente relación con su padre Gendo, el director de NERV, es seleccionado para pilotar uno de los EVA lo que, desde su perspectiva, lo coloca en el incómodo lugar de ser el responsable directo del futuro de la humanidad.
Este anime llevó al género mecha hasta nuevos estratos de narrativa. Apela a una trama llena de simbolismos filosóficos, psicológicos y religiosos, con elementos muy introspectivos y metafóricos a la hora de construir sus personajes. Pero, igualmente, recurre a elementos del realismo épico a la hora de explicar el complejo (y algo limitado) funcionamiento de los EVA, los primeros mechas con tejido orgánico viviente tomado de uno de los Ángeles, lo que les confiere un dejo de instinto, que los vuelve proclives a caer en un estado «berserker» donde desobedecen las ordenes de sus pilotos y atacan despiadadamente a su oponente.
Como podemos apreciar, el género ha pasado por diversas etapas desde su creación. La temática, diseños y características del mecha han tenido que adaptarse y adecuarse al paso del tiempo, dejándonos un legado de animación de calidad. La lista es interminable, y no alcanzaría una vida para analizarlos a todos en su totalidad. Sin embargo, realizaré en posteriores entregas un análisis pormenorizado de muchos de estos mechas. Unos mejor logrados y exitosos que otros, pero que, sin embargo, conforman todos parte de ese género con el que muchas generaciones llenaron sus fantasías y, porqué no, sueños de algún día poder controlar o pilotar uno de esos ingenios gigantes. No se olviden de seguirme en un nuevo Blog de Sugoimecha!
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