«Love Live!»: conclusiones sobre la construcción de personajes

 «Love Live!»: conclusiones sobre la construcción de personajes
ADVERTENCIA: Las conclusiones expuestas en el presente artículo se basan en los análisis de personajes que pueden encontrar en la página de Facebook de Proyecto Sugoi. Estos se colgarán en las siguientes semanas.

 

Luego de analizar a las protagonistas de «Love Live!», encontramos conflictos no solo a nivel personal, reflejados en la construcción de la identidad -propia de la adolescencia- y en los traumas, sino también a nivel social, como la relación tensa entre la modernidad y la tradición. Tomando en cuenta lo señalado anteriormente, sería necesario hacer un balance final en el cual se encuentren los puntos en común que poseen las chicas según el año, y cuál es la posición que toma cada grupo con respecto a la pérdida de la tradición frente al avance de la modernidad.

Por un lado, las de primer año se caracterizan por conflictos y crisis propios de la adolescencia: la aceptación de uno mismo y la afirmación de la identidad. Recordemos a Hanayo, quien gracias a sus amigas se acepta sí misma y deja de considerar su introversióncomo un defecto; Rin acepta su cuerpo, el cual consideraba poco atractivo; y Maki, quien acepta su destino como heredera de la familia Nishikino, pero también le pide a su padre reconozcan y acepten su deseo por dedicarse a la música.

Rin, Hanayo y Maki

La posición que mantienen estas tres chicas frente a la tradición, no obstante, no es igual. Hanayo recuerda los lugares donde transcurrió su infancia con nostalgia, mientras que Maki concibe en un inicio los lugares más antiguos de Tokio poco atractivos. La irrupción de la modernidad en los distritos tradicionales de la capital genera en ellas desde zozobra, pues no saben cómo revertir la situación, a apatía, pues han asimilado la modernidad y encuentran más bondades en ella que en la tradición.

 

 

Por otro lado, las chicas de segundo año representarían el cenit de la juventud. Se caracterizan por su energía y confianza en sí mismas, pese a que son conscientes de su idealismo y de su falta de experiencia. Asimismo, su amistad encarna la propuesta de «Love Live!»: la armonía entre la tradición y la modernidad -siendo la primera representada por Honoka y Umi, y la segunda por Kotori-.

Pero así como representan el auge de la juventud, también representan los mayores conflictos que esta etapa

Umi, Honoka y Kotori

posee:las tribulaciones e inseguridades sobre el futuro, y las grandes caídas por desconocer sus límites, son señales del aprendizaje de estas chicas, pero también signo de su perseverancia y esperanza por lograr sus metas. Su ciudad y su escuela, las cuales aman y representan el vínculo que tienen con las generaciones pasadas (sus madres y abuelas), serán lugares donde aprenden a conciliar la tradición con la modernidad. Y gracias a ello pueden construir una identidad armoniosa, lejos de la fragmentación y contradicción que podría generar en ellas vivir en ambos mundos. Son una generación que ha asimilado la modernidad y encuentran en ella una forma creativa de actualizar y rescatar la tradición.

 

Finalmente, las chicas de tercer año se caracterizan por poseer sentimientos de abandono, de desarraigo y de incertidumbre. Es una generación que siente nostalgia hacia el pasado, en el cual todavía no se separan de sus familias, por lo cual se aferran a todo lo que les ayude a recordarlo, aunque muchas veces fallen o sean incomprendidas por ello.

Nozomi, Nico y Eli

Por ejemplo, Eli, quien desea evitar que sea clausurada la escuela donde estudió su abuela, fracasa en las propuestas que le da a la directora; y Nico, a través de su famosa frase «Nico Nico nii» recuerda a su padre y tiene presente estas palabras cada vez que siente está a punto de desmoronarse. Por otra parte, la incertidumbre sobre el futuro es una constante en Nozomi y Nico, quienes, próximas a salir del colegio, no encuentran un futuro profesional que satisfaga a sus profesores. Finalmente, el desarraigo es otra característica de este grupo, pues Eli no está completamente acostumbrada a las costumbres japonesas, Nozomi no considera un lugar como su hogar debido a las constantes mudanzas de su familia durante su infancia, y Nico es en el fondo una chica solitaria y que no entabla amistad con las demás personas. Podría compararse a este grupo con las generaciones mayores, como la madre de Kotori en el anime y la mamá de Honoka, quienes fueron alumnas de Otonokizaka y se sienten impotentes frente al cambio y la posibilidad de perder la tradición.

En resumen, es importante recordar el contexto donde nace «Love Live!»: una sociedad «no occidental» y desarrollada que posee grandes avances tecnológicos, los cuales deben convivir con la historia y la tradición de Japón. Esa, quizás, sería una de las razones por la cual este anime ha calado en todas las generaciones de dicho país. Además de referirse a las preocupaciones de los adolescentes, jóvenes y adultos, explora el temor de perder las raíces y propone la posibilidad de armonizar dos mundos que parecen excluirse: la modernidad y la tradición.  Es un anime que explora de forma amena los problemas de cada etapa de la vida: desde la formación de la personalidad, hasta la nostalgia.

Alexandra Arana Blas

Tusán. Literata e investigadora. Ama el anime, el manga, los cómics y los videojuegos tanto como la teoría. Considera la cultura popular como fuente de reflexión y de aprendizaje.

Leave a Reply