Luces en el cielo

 Luces en el cielo

“Uchiage Hanabi, shita kara miruka? Yoko kara miruka?” (Fuegos artificiales, ¿los vemos desde abajo? ¿Los vemos de lado?), que llegó a cines de Latinoamérica como Luces en el cielo, es la última película que ha estrenado Studio Shaft, luego de la trilogía “Kizumonogatari”. Es también la primera experiencia como director de un largometraje de Nobuyuki Takeuchi, aunque cuenta con la dirección general de Akiyuki Simbo (pronunciado “Shimbo”, pero romanizado Simbo). Esto no es nuevo ya que Simbo ha estado involucrado con prácticamente todos los proyectos de Shaft desde que fue contratado, dándole a sus producciones un estilo reconocible. ¿Cuánto hay de la mano de Simbo y cuánto del debutante Takeuchi? A eso hay que sumarle que esta animación no sólo tenga a dos personas tomando las decisiones (más allá de todos los involucrados en el equipo), sino que proviene de una fuente reconocible para el público nipón, el mediometraje homónimo escrito y dirigido por Shunji Iwai en 1993 como parte de una serie de televisión con actores de carne y hueso llamada “If: Moshimo” (Si: Si…). Los 18 episodios de la mencionada serie eran independientes y tenían como única conexión el plantear a sus diferentes protagonistas la posibilidad de tomar una decisión u otra, que llevaba a la historia por una ruta alternativa. “Uchiage Hanabi…” del ’93 tenía pocos personajes, era un íntimo retrato del amor adolescente (con su inocencia y dolorosa fugacidad) contado en menos de 50 minutos con tomas para el recuerdo y una buena banda sonora.

Ahora, encarados con Luces en el cielo (2017), nos encontramos con una historia que quiere recrear esa cercanía, ese descubrimiento inocente, de primeras experiencias.

Afiche promocional para Latinoamérica de «Luces en el cielo»

¿Cómo inicia? En un día de verano en el pueblo costero de Moshimo, Norimichi va a la escuela junto a cuatro de sus amigos en lo que parece ser la rutina de cada mañana. Mientras tanto, observamos a Nazuna, una compañera de clase, parada frente al mar y con una carta entre sus manos; por un momento, sale de su concentración al ver entre las rocas una esfera de cristal, que luego recoge. Ya en la escuela, nos enteramos que la carta proviene de su madre para avisar que Nazuna se mudará de ciudad y que es su último día allí. Ajenos a esta situación, en su salón, Norimichi conversa con su compañero Yusuke, que le confiesa que le gusta Nazuna, pero que no tiene el valor de confesarse por temor al rechazo. Algunas horas después, ambos se dirigen a la piscina escolar como encargados de limpieza y encuentran a Nazuna; los tres terminan acordando tener una carrera en la que se lesiona Norimichi, por lo que los primeros en llegar son Nazuna y Yusuke. Ella le pide a este último ir a ver los fuegos artificiales a las cinco de la tarde para su sorpresa. Más tarde, Norimichi, Yusuke y sus amigos conversan sobre la forma de los fuegos artificiales al estallar, si redondos o planos, por lo que se inicia un debate y todos deciden ir a un lugar lejano y alto para comprobarlo, el faro de Moshimo, por lo que quedan en ir a las 5 de la tarde. Las circunstancias y la indecisión (o cobardía) de Yusuke hacen que sea Norimichi quien coincida con Nazuna ya pasada la hora acordada. El plan aparente de Nazuna es huir de la ciudad maleta en mano para no tener que mudarse con su nuevo padrastro, pero es detenida por su madre que la arrastra de regreso a casa ante la vista de Norimichi y luego de sus amigos. Molesto, Norimichi arremete contra Yusuke para, luego, encontrar tirada en el suelo la esfera de cristal entre las cosas de Nazuna. Ante la impotencia, Norimichi la lanza y desea haber ganado la carrera. Un milagro secreto ocurre y él regresa a ese momento del día. Desde ahí, empezará a darse cuenta de que deberá tomar más decisiones si desea permanecer junto a Nazuna. ¿Qué siente realmente Nazuna por Norimichi? ¿Podrán evitar que ella se mude?

La responsabilidad de tomar el trabajo original y expandirlo a casi el doble de su duración recae en Hitoshi Ohne, guionista de la cinta. Para esto se vale del artefacto que permite saltar en el tiempo, la esfera de cristal que reacciona a los deseos de tomar un rumbo distinto, pero de la que queda clara su naturaleza utilitaria; el origen de la misma nunca es el foco (aunque luego se lleve la atención innecesariamente una toma en la que la vemos en posesión del padre de un personaje, lo que da a entender un poco el destino pasado de progenitores a hijos, a pesar de que esto no llega a tomar fuerza). Su mayor mérito es tratar de mantener el norte; aunque al final no pueda superar a su fuente, sabe mantener las cosas a flote.

Por el lado de la animación, las tomas que presentan personajes en planos conjunto o a cierta distancia tienen una bastante simple (como en la primera conversación entre Norimichi y sus amigos sobre la forma en la que estallan los fuegos artificiales), que desecha detalles y con un nivel de calidad que se esperaría más de un producto televisivo que de un largometraje en el que se supone se emplea más tiempo y presupuesto. Afortunadamente, todo esto se revierte cuando la cámara se acerca y en los momentos íntimos entre los personajes centrales, especialmente Nazuna, cuyas características faciales resaltan tremendamente desde los ojos hasta los labios, dibujados y coloreados con precisión. Si el presupuesto era limitado, entonces darle prioridad a esto ha terminado siendo una buena decisión. Luces en el cielo quiere que nos enamoremos como un adolescente de su protagonista femenina. 

El uso de imágenes generadas por computadora es bastante claro. Nuevamente, parece que un presupuesto limitado llevó a la producción a usarlo en el movimiento de sus personajes; el momento más evidente es cerca al inicio de la cinta, cuando vemos al grupo de compañeros dirigirse a la escuela (el desencaje es notorio al tratarse de un instante que intenta parecer rutinario), luego esto decae, afortunadamente, ya que es un poco menos perceptible cuando vemos a los protagonistas montados en bicicleta rumbo a la estación o dentro de un vagón que va sobre el agua (aquí incluso parece coincidir con el ambiente cargado de irrealidad). Luego su uso en los escenarios parece ser más una decisión de estilo, ya visto en otros trabajos de Shaft (las escaleras de la escuela recuerdan a la serie “Bakemonogatari”, la estación de servicio sin mayores detalles o manchas), aunque algunos adquieren sustancia al pensar en su movimiento: las aspas de aerogeneradores o la luz del faro parecen recordar el paso del tiempo, las agujas del reloj que no se detienen.

De izquierda a derecha: Masaki Suda (voz de Norimichi), Suzu Hirose (voz de Nazuna) y Nobuyuki Takeuchi, director de la cinta.

Por el lado de la actuación voz, tenemos a Suzu Hirose (Nazuna) y Masaki Suda (Norimichi) en los papeles centrales. Ambos son casos de actores cuyas carreras, en ascenso, no están cimentadas en el doblaje, de hecho, este es el debut de Masaki Suda en animación. Por lo general, el empleo de actores que no han sido especialmente entrenados para ser seiyuus suele responder a una necesidad de sus directores de darle seriedad a la interpretación de sus personajes, alejarlos un poco de algunos vicios del estilo anime, que suenen más como personas reales. Aquí eso no es tan perceptible, pero terminan haciendo un buen trabajo, a pesar de que Suda puede llegar a sonar un poco mayor a la edad que aparenta Norimichi. También vale mencionar que el ya veterano, a pesar de su juventud, Mamoru Miyano sabe captar tanto la extroversión juguetona de Yusuke como su enojo.

La música original la proporciona Satoru Kousaki, que ya había colaborado con Simbo y el equipo de Shaft al ser el compositor de toda la saga Monogatari. Aquí, su trabajo no sobresale demasiado, hace lo justo y poco más: ayuda a marcar el tiempo con el piano, algo más notorio en la primera mitad de la cinta y despega ligeramente en una secuencia casi de ensueño en la que los protagonistas abordan un vagón que se desvía por una ruta imposible.

DAOKO interpretó «Uchiage Hanabi» en el programa de TV Music Station en vivo poco después del estreno japonés del filme.

Pero lo más resaltante proviene de las tres canciones utilizadas: las incidentales “Ruiriiro no Chikyuu” (Tierra azul cielo) y “Forever Friends” (Amigos por siempre), y la de cierre “Uchiage Hanabi” (Fuegos artificiales). La primera es interpretada por Suzu Hirose puesta en personaje y da pie a una secuencia de fantasía que tiene su punto en mostrar un mundo idealizado y que se sabe inaccesible, pero que puede resultar demasiado edulcorada. Esta es una canción que seguramente despertó la sensación de nostalgia en el público japonés ya que se hizo popular desde 1986, año en el que la reconocida artista pop Seiko Matsuda la lanzó dentro de su álbum SUPREME. “Uchiage Hanabi”, por su parte, acompaña los créditos finales y cuenta con música y letra de Kenshi Yonezu, quien además se encarga de la interpretación junto a la joven rapera DAOKO. Esta es la pieza que más se ha promocionado y tema central de la película. Sin embargo, la que es, definitivamente, la más memorable de las mencionadas es “Forever Friends”, que suena en el clímax de la cinta y contribuye enormemente a darle peso emotivo, que expresa el deseo de no separarse del ser querido en una letra simple en inglés, pero también muy sentida. Aunque conviene reconocer que buena parte de su mérito se debe a que es un préstamo del mediometraje original de Iwai y que aparece en similares circunstancias. La letra y música le corresponden a REMEDIOS (nombre de compositora de Reimy Horikawa), que en aquella ocasión la interpretó, pero para esta adaptación animada la oímos con la suave voz de DAOKO.

Luces en el cielo es una pequeña historia sobre el primer amor adolescente, sin mayores ambiciones que recordarnos que debemos ser sinceros con lo que queremos y decidir porque el tiempo pasa y las oportunidades desaparecen. Si buscas algo como el siguiente “Kimi no Na Wa.” o “Koe no Katachi”, probablemente salgas algo decepcionado (algunos espectadores fueron con esa idea); no es lo mejor que se ha visto de Shaft en lo que animación respecta, hay cosas que Takeuchi debe pulir aunque cueste más trabajo o se necesite más presupuesto (como el criterio en el uso de la animación generada por computadora), y sufre en sus momentos finales con su intención de sembrar la duda en el espectador (tanto que algunos pensarán que hay algo más luego de los créditos), pero, en general, es una experiencia por encima del promedio y con algunos puntos interesantes. Por último, si pueden encontrarla, vean la versión original de 1993 de Shunji Iwai, que es realmente una pequeña joya.

Williams

Comunicador, amante de los audiovisuales y las buenas historias. En constante proceso de aprendizaje.

4 Comments

  • interesante lo de la película de 1993, se podrá encontrar subtitulada?

    • Hola, Paolo.

      Lamento haber dejado tanto tiempo antes de contestarte, no me había percatado de tu mensaje (estaré más atento en el futuro). Espero que esta respuesta te llegue por alguna notificación o que, al menos, le sirva a otras personas con interés similar al tuyo y que caigan por acá.

      Primero, me permito hacer un breve repaso por las ediciones caseras de «Uchiage Hanabi…» de 1993: Un par de años después de su salida al aire, Shunji Iwai decidió hacerle una edición para cine, que tenía pequeños cambios. En 1999, esta edición tuvo su lanzamiento en DVD en Japón con la distribución de la compañía Norman’s Nose, que tuvo la buena idea de incluir subtítulos en inglés (además, se incluía un segundo disco, un documental en el que los actores que encarnaban a Nazuna y Norimichi, ahora ya jóvenes, volvían al pueblo en el que transcurren los eventos, comentaban sus experiencias y la actriz de Nazuna (Megumi Okina) recitaba el guion original, con insertos de entrevistas a Iwai). En agosto del 2017, con motivo del pronto estreno en cines nipones de la adaptación animada de Shaft, se lanzó una edición especial en Bluray que contenía el mediometraje, el documental, y la banda sonora de REMEDIOS (la misma que fue lanzada al mercado originalmente en 1996), aunque esta edición en alta definición sólo tiene subtítulos en japonés.

      En cdjapan, por ejemplo, se puede hallar todavía la edición en DVD mencionada arriba. En Youtube se puede encontrar también alguno que otro fragmento subtitulado al inglés del filme (como este: http://www.youtube.com/watch?v=CCPIPvCm4wY), o el mediometraje entero, pero con subtítulos en chino y pegados al video ( http://www.youtube.com/watch?v=mdMkfyqT28c). Si se ha visto la versión animada, resultará más sencillo entender esta última.

      Espero haberte ayudado. Saludos.

      • Muchas gracias por la información, y por tu explicación con gran detalle!

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