Teoría de los mundos posibles y «Fullmetal Alchemist»

 Teoría de los mundos posibles y «Fullmetal Alchemist»

Debo decir que estas líneas son producto de una feliz casualidad: la lectura de un libro (Heterocósmica. Ficción y mundos posibles del investigador checo Lubomír Dolezel) y el visionado de un ánime (Fullmetal Alchemist. Brotherhood, cuya historia fue concebida por Hiromu Arakawa). Lo que pretendo en los siguientes párrafos es utilizar las categorías del ensayo literario leído para describir el universo creado por el manga y que, según tengo entendido, ha sido fielmente seguido en su segunda adaptación audiovisual.

Comencemos con la teoría. Para Dolezel, el mundo real es uno entre muchos mundos posibles. La ficción es capaz de construir otros mundos, distintos al nuestro. Así, la literatura, el cine o el teatro, a través de su textura específica –los signos que sirven como punto de acceso semiótico para lectores y espectadores–, nos permite reconstruir los mundos ficcionales concebidos por otras personas, mundos que a diferencia del nuestro, son siempre incompletos. En algunos casos, estos mundos son muy similares al real (los «realistas»); pero otros se alejan profundamente de las reglas que rigen en él (p. e. los fantásticos). En ese sentido, es evidente que el mundo en el que se desarrollan las aventuras de los hermanos Elric es un mundo del segundo tipo (híbrido, como veremos más adelante), regido parcialmente por las leyes del mundo real (p. e. existen los seres humanos y son mortales) y, al mismo tiempo, por otras leyes que escapan al mismo (p. e. algunos de ellos son capaces de alterar la materia con la alquimia). Si lo buscamos en la enciclopedia de la cultura popular, se trata de un subtipo de mundo ficcional propio de la ciencia ficción: el steampunk (como el de la fallida y aburrida serie Violet Evergarden).

Estructura extensional del mundo ficcional

Según Dolezel, la extensión del mundo ficcional se refiere al conjunto de elementos que lo constituyen. En ese sentido, existen dos grandes tipos de mundos posibles: los unipersonales y los multipersonales. En los primeros, el conflicto suele ocurrir entre un agente ficcional y la naturaleza (p. e. Robinson Crusoe de Daniel Defoe) y, en los segundos, entre varios agentes ficcionales que se agrupan en familias, sociedades, estados o razas. Este es el caso de Fullmetal Alchemist. Los dos motivos de conflicto más representados por las ficciones del siglo XX, son el erotismo y la política, y ambos están presentes en este manga/ánime, aunque el primero está sublimado (por la naturaleza de todo shonen, cuyo público son los adolescentes varones) y el segundo, representado de manera algo esquemática a través de la oposición homúnculos/altos mandos militares vs. humanos/pueblo.

Otra característica que destaca Dolezel de la extensión son las restricciones modales que construyen el mundo ficcional. Las restricciones aléticas marcan las fronteras entre lo posible, lo imposible y lo necesario; las deónticas, entre lo permitido, lo prohibido y lo obligatorio; las axiológicas entre lo bueno, lo malo y lo indiferente; y las epistémicas, entre lo conocido, lo desconocido y lo supuesto. Aunque, en principio, la historia parecería girar en torno al tabú del uso de la alquimia sobre humanos (lo deóntico); en realidad, la base central de Fullmetal Alchemist es la búsqueda epistémica. Cito a Dolezel sobre este punto: “[es] la historia con un secreto; algo que sucedió en el mundo ficcional sigue siendo ignorado por (algunos de) sus habitantes, o estos tienen creencias falsas acerca de ello”. En ese sentido, es una doble búsqueda, la personal de los hermanos Elric que los lleva a entender el origen de su linaje en una antigua civilización desaparecida y la colectiva de un pueblo que descubre cuál fue la razón de la fundación y expansión del estado militar de Amestris.

Estructura intensional del mundo ficcional

Respecto a la estructura intensional, Dolezel la circunscribe a dos funciones presentes en la escritura del texto constructor: la autentificación y la saturación. Los textos ficcionales tienen una fuerza performativa, es decir, su sola lectura/expectación crea los mundos en los cuales nos sumergimos a través de ellos. La autentificación, como función intensional, se encarga de asegurar o no la existencia de determinados “hechos” dentro del mundo construido por medio de una instancia validadora (p. e. en muchas novelas decimonónicas, el narrador). El checo distingue dos formas muy difundidas de autentificación: la diádica y la graduada. En el caso del manga/ánime, estamos ante una modelo diádico, porque combina “la narración de un narrador anónimo e impersonal, y el estilo directo de la persona o personas ficcionales”. Así, cada encuadre puesto en la pantalla o viñeta del libro son la narración autorizada de los hechos (no puede errar) y los discursos de los personajes son los posibles no autentificados (pueden equivocarse). De esta manera, el modo de autentificación de Fullmetal Alchemist es bastante tradicional.

Por otro lado, la saturación, como función intensional, se refiere a la cantidad de información sobre el mundo creado que brinda la textura. Como el mundo ficcional es por definición  incompleto, no es representado del todo. Aquí, Dolezel distingue entre lo explícito (determinado), lo implícito (indeterminado) y lo ausente (hueco). Si seguimos la propuesta del investigador, estamos ante un mundo híbrido, “un espacio ficcional unificado, de entidades ficcionales (personas, sucesos) físicamente posibles [ejércitos, países] y de otras físicamente imposibles [alquimistas, homúnculos]”. Este mundo híbrido es parcialmente determinado en lo que se refiere a la nación de Amestris y sus cinco regiones: Centro, Norte (esp. el fuerte de Briggs), Este (esp. las ciudades de Ishval, Lior o Reesenbool), Sur (esp. Rush Valley) y Oeste; la ciudad en ruinas de Xerxes y el reino oriental de Xing, a través de algunos agentes ficcionales (p.e. May o Ling). El resto de la geografía de este mundo es un hueco (la serie termina justo cuando los hermanos Elric van a abrirlo con sus viajes de conocimiento). Finalmente, como ejemplo de algo que queda en lo indeterminado, está el origen del homúnculo en la botella, ya que solo se puede inferir que fue creado por el maestro del esclavo 23 (von Hohenheim) usando la sangre de este último.  

eltripodedehelena

Estudié literatura e historia del arte. En la actualidad, me dedico a la docencia universitaria. Me gusta la música de los ascensores, las mascotas silenciosas y el té.

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