¿Estigma o liberación?: «El club del divorcio»

 ¿Estigma o liberación?: «El club del divorcio»

Enamorarse, casarse y tener hijos. Ese es el camino que por años algunos han pensado que es el único. ¿Pero cómo te tratan si “te desvías” un poco? ¿Si te casas luego de determinada edad, decides separarte o explorar tu propio cuerpo y sexualidad? Kazuo Kamimura explora estas preguntas en El club del divorcio, manga que llega a nosotros gracias a Ibero Librerías.

El club del divorcio nos presenta a Yūko Sakurai, una hostess de veinticinco años, que administra un club llamado “El club del divorcio” en el barrio de Ginza. Divorciada, decidió conseguir un trabajo que le permitiese vivir a ella y a su hija sin la compensación económica de su exmarido. Y si bien el negocio puede mantenerse a flote, tendrá que sobrellevar la recesión económica por la que atraviesa Japón y también una crisis existencial y sentimental que le harán cuestionarse si es una buena madre y si desea establecer una relación con otro hombre.

Cuerpo y sociedad: la mirada de Kazuo Kamimura

La obra de Kamimura expone de forma clara el estigma social hacia el divorcio, la pobreza y el suicidio, así como la construcción social de la maternidad, el matrimonio y la sexualidad.

En primer lugar, Yūko es una mujer divorciada que en los años posteriores a la separación debe confrontar las expectativas que tenía del matrimonio con la realidad:

Casarse es como una obra de teatro. Si cada uno logra interpretar sus respectivos papeles y salir indemne, podrá ir constituyendo una forma de vivir. A medida se va interpretando un papel, se va asimilando esa personalidad como propia. La idea es que a medida que se vaya interpretando el papel de esposa, una se vea a sí misma como tal y como nada más. Solo esa clase de persona es capaz de ser una buena esposa

Yūko Sakurai

Yūko reconoce que no pudo cumplir con el rol y las expectativas que había sobre ella cuando estuvo casada. Este desencuentro entre la expectativa y la realidad no solo lo atraviesa la protagonista; vemos que también reúne en “El club del divorcio” a mujeres separadas y que, pese a vivir cierta independencia económica y vivir su cuerpo de una manera libre, se encuentran en una posición desfavorecida.

Estas hostess, si bien no viven en la pobreza, viven de forma inestable. Por ejemplo, se nos presenta el caso de una hostess que sufre un accidente de tráfico. La indemnización que recibiría sería ínfima porque su trabajo se considera al margen de la ley: si bien hay días que puede ganar una suma elevada de dinero, en estos casos juega en su contra el no tener registro de los pagos ni haber un contrato de por medio.

Asimismo, el manga nos presenta cómo es recibida la inestabilidad económica cuando esta la padecen los hombres. Vemos en el caso de Michio, exesposo de Yūko, quien es un pianista que sufrió de depresión y alcoholismo, y tras la separación solo encontró trabajo en locales de “baja categoría”. Y pese a que consigue un trabajo, al ser este como músico en un cabaret en Hokkaido, se ve con menosprecio y llega a decir que “ha perdido toda su reputación”.

¿Por qué un sistema que permite la existencia de espacios como los bares y cabarets, y trabajos como el de hostess siente animadversión por estos? El manga nos presenta, entonces, una serie de personajes que sienten que han “fallado” en su rol y en la sociedad.

Las altas expectativas que se tiene sobre los sujetos, unido con la realidad -donde no siempre se triunfa o uno logra sentirse a gusto con los roles-, provoca un quiebre, el cual se puede expresar en el suicidio. La obra señala, por ejemplo, una gran cantidad de suicidios que se realizan por parte de estudiantes y hostess.

Todo ello lleva a Yūko a cuestionarse sobre su rol como madre, del cual siente ha fracasado. Asimismo, vemos cómo Asako, la hija de la protagonista, comienza a ser discriminada por sus compañeros y padres de familia por el divorcio de sus padres, y porque su mamá es dueña de un bar en Ginza y su padre no tiene un trabajo fijo. Entonces, el manga nos presenta el estigma social que atraviesan toda la familia tras el divorcio.

Una vida amarga: el realismo en El club del divorcio

Si bien El club del divorcio es una historia sobre un grupo de marginados, no lo presenta con sordidez. Así, estamos frente a una narrativa realista y no naturalista, que trata de presentar las penurias y preocupaciones de hombres y mujeres rechazados por la sociedad. Con ello, Kazuo Kamimura busca desmentir los prejuicios alrededor de este grupo y mostrar el abandono por el cual atraviesan. En ese sentido, busca darles rostro, profundidad y memoria a sujetos que suelen ser olvidados por la sociedad.

Para ello se va a apoyar en gráficas sobre el divorcio y la tasa de suicidios, y en la exposición de las infraestructuras donde viven y trabajan las hostess. De esta forma el mangaka busca darle rostro o humanidad a estas personas y quitarles los estigmas que la sociedad impuso sobre ellos.

En conclusión…

El club del divorcio es un manga que nos muestra la vida de una hostess divorciada, quien debe vivir día a día con las penurias que trae la crisis económica y con el prejuicio de la sociedad. Kazuo Kamimura humaniza a sus personajes y nos muestra cómo todos, desde hombres y mujeres, hasta niños y estudiantes, pueden ser víctimas de una sociedad que les impone roles y normas rígidas, que no se adecúan con el tiempo.

De esta forma, por más deseos de cambio que tiene la protagonista, en una sociedad conservadora como la de los años 70, siente que jamás logrará alcanzar el ideal de liberación y felicidad para la mujer al que alguna vez aspiró la escritora e intelectual Raichō Hiratsuka (2):

Originariamente, las mujeres eran en Sol

Raichō Hiratsuka, Bluestocking

Notas

(1) El realismo es un movimiento literario donde la narrativa se caracteriza por hacer un retrato lo más detallado y objetivo posible de la realidad. Un exponente en este género es Honoré de Balzac. En paralelo surgió el naturalismo, movimiento que presentaba la realidad en su aspecto más desfavorecido, marginal y, en ocasiones, sórdido. Un ejemplo de ello lo encontramos en la novela Nana de Emile Zolá.

(2) Raichō Hiratsuka fue una escritora, periodista, activista política y anarquista japonesa. Cofundó en 1911 la revista Seitō (o Bluestocking), donde se cuestionaba el rol tradicional de la mujer en el hogar. Esta revista es considerada como el origen del movimiento feminista en Japón.  

¿Hambre de más? Te recomendamos:

Chalmers, Sharon. 2009. Emerging Lesbian Voices From Japan. Nueva York: Routledge.

Lunsing, Wim. 2001. Beyond Common Sense. Sexuality and Gender in Contemporary Japan. Nuevo York: Routledge.

Alexandra Arana Blas

Tusán. Literata e investigadora. Ama el anime, el manga, los cómics y los videojuegos tanto como la teoría. Considera la cultura popular como fuente de reflexión y de aprendizaje.

Leave a Reply