Me lo contaron en Japón: La zorrita Kon y el tejoncito Pon

 Me lo contaron en Japón: La zorrita Kon y el tejoncito Pon

Uno de los primeros encuentros que los peruanos tuvimos con el folclore japonés fue gracias a “Me lo contaron en Japón” transmitido por TNP (ahora TV Perú) por allá en la década de los noventas. El gobierno nipón decidió regalar a diversos países de Sudamérica programas educativos del canal nacional japonés NHK –entre ellos- éste llamado “Teatro de marionetas” (こども人形劇場) donde cada episodio era un encuentro lúdico con una historia de su folclore que transmitía valores como la amistad y promovía la reflexión.

La zorrita Kon y el tejoncito Pon se encuentran por primera vez. Fuente: Video de «MiraBolivia».

El programa se basaba en el bunraku: una antigua forma de teatro de marionetas. Entre uno de sus episodios se encuentra “La zorrita Kon y el tejoncito Pon”, una historia de amistad entre dos tipos de animales que comparten la capacidad de transformarse físicamente. Sin embargo, las familias de Kon y Pon se oponen a su amistad porque no confían en un animal que use su habilidad de metamorfosis para engañar y hacer daño a otros. Sin embargo, esto no es cierto como descubrirán luego, solo estaban juzgando a la otra especie sin conocerlos previamente.

Esta desconfianza de los padres es un reflejo de la poca comprensión que suelen recibir estos animales por parte de algunos japoneses en la vida real, pues la tradición cuenta que tanto los kitsune (zorros) como los tanuki (tejones) poseen la habilidad para transformarse como un medio de supervivencia y adaptación al constante cambio que sufre su hábitat. Sin embargo, algunos juzgan esta habilidad negativamente y los condenan como seres dedicados al arte de engañar.

«Los tejones no son nuestros amigos. Son malos y hacen travesuras» dice el señor zorro. Fuente: Video de MiraBolivia.

Alguien que desarrolló esto a fondo es Isao Takahata en su película Pom Poko donde un grupo de tejones o tanukis tienen que luchar contra la demolición de su hogar (el bosque) y usan la metamorfosis como medio para sobrevivir. No se los retrata como viles, sino que se empatiza con este poder propio del tanuki. El trasfondo (al igual que en ”Me lo contaron en Japón”) remite el respeto por otras especies, la protección de su lugar en el mundo, la indiferencia del ser humano y el disfraz como un medio de supervivencia. Entonces, a través de estos productos audiovisuales, aprendemos sobre la particular representación de estos animales en el folclore japonés donde además son categorizados como espíritus llamados yōkai.

Pom Poko dirigida por Isao Takahata en 1994. Aquí el tejón (tanuki) está en clases de metamorfosis junto a sus otros compañeros que han logrado transformarse en darumas.
Intro de «Me lo contaron en Japón».
«La zorrita Kon y el tejoncito Pon» de «Me lo contaron en Japón». Parte 1.
Parte 2.

Talia Vidal

Investigadora de cine japonés. Un día en su infancia vio el programa de marionetas japonesas de canal 7 "Me lo contaron en Japón" y no hubo vuelta atrás.

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