Familia, trabajo y sexualidad: “My Lesbian Experience with Loneliness” como cuestionamiento de la adultez
La semana pasada, en el New York Comic Con, se anunció como ganador del Harvey Award en la categoría de Mejor Manga a My lesbian experience with loneliness de Nagata Kabi. El título, premiado por profesionales de la industria del cómic, compitió contra obras como My Hero Academia, Tokyo Ghoul, Kimi no Na wa y My Brother’s Husband.
My lesbian experience with loneliness es un manga autobiográfico que apareció por primera vez en Pixiv, y explora los orígenes de la depresión de la autora, con lo cual se realiza una crítica velada de la interacción y las expectativas que tienen los padres hacia sus hijos en Japón. De esta forma, el manga presenta a una protagonista introspectiva, la cual explora sus años de adolescencia y temprana adultez. En contraste a sus años de colegio, los cuales considera tranquilos, su etapa universitaria la considera un fracaso. Al no lograr permanecer en la escuela de arte, los elementos que la hacían única se desvanecen, y provoca en ella un cuestionamiento sobre su identidad. En su búsqueda por encontrar un lugar al cual permanecer, decide insertarse en la esfera laboral. Sin embargo, las demandas que exige el trabajo causarán en la protagonista ansiedad. Esto, sumado a la sensación de fracaso ante la búsqueda por ser un adulto productivo, provocarán el desarrollo de una baja autoestima, reflejado en autolesiones y desbalances alimenticios.
Durante las primeras páginas, vitales para entender el desarrollo de la depresión en la protagonista, los padres yacen ausentes. Esto será vital para entender la dinámica que se dará con su familia más adelante, ya que, a pesar que vive con ellos, ignorarán su depresión. Asimismo, pese al silencio que existe entre ambas partes, las pocas palabras que le dirigen le hacen recordar su incapacidad de tener una familia, así como un trabajo e ingresos estables. Todo esto crea en ella la sensación de ser un adulto incompleto. Por ello, buscará nuevamente empleo en empresas pequeñas o locales. En estas entrevistas entenderá que la adultez no se reduce a tener empleo en una empresa reconocida, sino en encontrar la felicidad a partir de lo que le apasiona a uno. Es así, como regresa a casa con la certeza de que será mangaka.
No obstante, la insistencia de su familia para que encuentre un trabajo estable acentuará el temor de decepcionarlos. Será a partir de este momento que se replanteará la forma cómo se ha aproximado a las demás personas, así como la represión de sus sentimientos y deseos en búsqueda de obtener la aprobación de sus padres. Con ello, comienza la última sección del manga, la cual se centra en la exploración de su sexualidad y, sobre todo, la aceptación de su cuerpo y su homosexualidad. Si bien la protagonista es consciente que el encuentro sexual no curará su depresión ni mitigará su inseguridad, le permitirá establecerse como una persona capaz de tomar decisiones sin importarle lo que piensen sus padres ni su entorno. A partir de ello, determinará que trabajará en la industria del manga, y supone necesario contar su vida sin importarle si ello representa “debilidad” ante la sociedad y genera rechazo.
Las últimas páginas llaman la atención porque serán una crítica contundente hacia la sociedad. La autora expone que esta silencia y hasta crea un temor hacia la sexualidad desde la infancia. Algunos jóvenes arrastrarán esto hasta la adultez, lo cual desencadena en un rechazo y un desconocimiento del cuerpo. Sin embargo, en lugar de proponer una ruptura con los padres y la sociedad, plantea examinarse a uno mismo y encontrar fuentes de apoyo en otros espacios, como el Internet -específicamente Pixiv, donde obtuvo retroalimentación, lo cual no solo le ayudó a mejorar en sus dibujos, sino también en conocer otras personas que habían pasado por lo mismo-. Esto permitiría insertarse en la sociedad y buscar, al mismo tiempo, cambiarla. Por último, la primera experiencia sexual que tuvo con una dama de compañía invita a repensar en la posibilidad del sexo y sus distintas expresiones como terapéuticos.
En el aspecto visual y de lenguaje, se debe resaltar cómo este manga representa de forma honesta la depresión. Si bien hay escenas que exponen los desbalances alimenticios, las automutilaciones y las secuelas que estas dejan sobre el cuerpo de la protagonista, ninguna produce rechazo al lector. Esto se debe al lenguaje sencillo y la presencia de viñetas no saturadas o sobrecargadas. Asimismo, para explicar su enfermedad y los temas que la angustian, la autora recurre a gráficos -como cuadros, flechas o diagramas- y se representa constantemente en diálogo consigo misma para demostrar cómo lidia con sus emociones y sentimientos. Esto permite aproximarse a quienes no están familiarizados con la depresión, y resulta una fuente de apoyo para quienes sí conocen esta enfermedad.
En conclusión, el manga de Nagata Kabi muestra temas tabú de una manera atractiva para todo público. No solo expone de forma honesta la depresión, sino también invita a reflexionar y repensar sobre la adultez y qué se entiende como “ser productivo”. Asimismo, explora el proceso a partir del cual el sujeto revisa sus propias experiencias con la finalidad de entender la depresión. Gracias a este proceso la autora no solo acepta su cuerpo y su sexualidad, sino también reafirma sus metas, con lo cual entrará con mayor seguridad a la sociedad, en la que buscará generar un cambio.