Tokiwa-so: el mítico edificio del manga

 Tokiwa-so: el mítico edificio del manga

Cada uno de nosotros tiene un manga o un anime, que le hizo pensar—aunque sea por un segundo—en convertirse en mangaka o animador ¿Se imaginan lo que fue para miles de niños y jóvenes en 1947, la primera vez que leyeron La nueva isla del tesoro (Shin Takarajima) de Tezuka Osamu, obra clave para el manga moderno? Oriol Estrada señala que, a mediados de los 50, no habían muchas publicaciones y si bien algunos maestros como Tezuka tenían una fama ganada, los mangakas principiantes tenían que pasar muchas penurias. A pesar de ello, muchos sintieron el llamado de la obra de Tezuka-sensei y se arriesgaron a mudarse—casi sin dinero—a Tokio, donde se encuentran las editoriales, para probar suerte y seguir al dios del manga que se albergó en esa ciudad en 1953, específicamente en un edificio de departamentos, Tokiwa-so, que se volvería leyenda por sus ilustres inquilinos.

Tezuka estuvo poco tiempo, pero antes de mudarse cedió su mítica habitación 14 para Fujiko Fujio (A), uno de los dos creadores de Doraemon e, incluso, como cuenta Fujio (A) apoyó a este y a su compañero creativo, Fujiko F. Fujio, a pagar la renta cediendo su depósito de un año, ya que los aún novatos no podían costearse ese dinero. Entre 1953 y 1961, se alojarían figuras como Ishinomori Shotaro (llamado el rey del manga y autor de Cyborg 009, Kamen Rider y Super Sentai Series), Suzuki Shinichi (que tiene créditos en animes como Akira, Naruto, Astro Boy, One Piece o Lupin III) o Akatsuka Fujio (creador de Osomatsu-kun y Tensai bakabon), los cuales formaron una estrecha comunidad de soñadores que trataban de ganarse la vida mientras buscaban alcanzar el éxito.

Fujiko Fujio (A) relata en una entrevista cómo a veces se levantaba en la madrugada y caminaba por el pasillo, entonces, veía las luces encendidas de las habitaciones de sus colegas, quienes habían conseguido empleo en alguna revista y seguían trabajando, lo que le producía envidia, pero a la vez gusto y ganas de seguir esforzándose como mangaka. Muchos de ellos se asociaron para presentar trabajos conjuntos, se hacían préstamos para subsistir (Terada Hiroo era llamado Tera-Bank) o se apoyaban como asistentes (Fujiko Fujio (A) fue asistente de Tezuka).

En ello radica la importancia de este grupo de mangakas y su historia, en ese ímpetu y perseverancia que sirvió de inspiración para que todos ellos pudieran conseguir y completar un trabajo más que los acercó en algunos casos al ansiado éxito o a apoyar a otros en el mismo. De acuerdo con Nanbara Jun, el edificio fue demolido en 1982 y el teléfono desde el cual Ishinomori y otros más llamaban a sus editores fue removido en el 2015, pero aún se mantiene el restaurante de ramen donde se reunían a comer estos precursores del manga después de sus deadlines y que le mandaba delivery personalizado a Tezuka-sensei. Además, se colocó un pequeño monumento conmemorativo y este mes se ha abierto las puertas del museo Tokiwa-so que recrea el edificio y los antiguos espacios de trabajo de sus habitantes de antaño.

La historia del Tokiwa-so es contada en distintas obras como la película Tokiwa-so no seishun (The manga apartments) de 1996, el especial animado para televisión Bokura Manga-ka Tokiwa-so Monogatari (We are Manga-ka: The Tokiwa-so Story) de 1981 o en el manga Manga Michi de Fujiko Fujio (A) que tiene una secuela.

Les dejamos los links a los artículos citados y a otros que pueden ser de interés:

Alessandra Gamarra

Investigadora de anime y manga, comunicadora audiovisual, guionista y editora de video. Uno de mis mejores amigos es un ninja rubio, quisiera correr el Hakone Ekiden, aprender alquimia y conseguir un álbum completo de Umibozu. Autora de la tesis "El camino del dolor" sobre Naruto Shippūden. Firme creyente en las historias que entretienen y motivan a la reflexión social.

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