Violet Evergarden: Palabras que unen a las personas

 Violet Evergarden: Palabras que unen a las personas

Hay muchas posibilidades para abordar la historia de un soldado, pero ¿qué pasa cuando ya se terminó la guerra, cuando ya no es un militar y vuelve a ser simplemente una persona? En definitiva, no puede ser una persona convencional, ya que la experiencia en el campo de batalla afecta profundamente. Ese es el caso de la protagonista de Violet Evergarden, a quien seguimos—a lo largo de 13 emotivos y poderosos capítulos—en su camino hacia su propio corazón, a esa humanidad afectada por el conflicto armado, la cual empieza a recuperar cuando descubre que las cartas y, más precisamente, las palabras pueden unir a las personas.

Fuente: Kyoto Animation, Lantis, Pony Canyon, Rakuonsha, ABC Animation

Las cartas en los tiempos del steampunk y la muñeca victoriana

Como ya se mencionó, Violet Evergarden cuenta la historia de una joven exsoldado que—tras el final de la guerra en el imaginario continente de Telesis—es adoptada por una familia, Los Evergarden, por encargo de su guardián y superior, el desaparecido Mayor Gilbert Bougainvillea. El objetivo era que Violet pudiese vivir como una chica normal en una familia acomodada, pero ella quiere ser útil, así que el ex coronel Claudia Hodgins decide emplearla en su empresa de correos.

https://youtu.be/BcgxyvX1rVU

En la batalla final del conflicto armado, Violet perdió ambos brazos, así que usa un par de prótesis que exhiben una gran finura y flexibilidad en su movimiento, lo que es bastante sorprendente para una serie de época en la que hay una importante influencia victoriana en la ropa, arquitectura y tecnología. En ese sentido, el mundo de esta serie se puede inscribir dentro del steampunk que, según Helena Esser, es una estética que reimagina el siglo XIX—marcado por la era victoriana—desde una postura nostálgica y revolucionaria tecnológicamente que se puede hallar en muchos relatos anime.

Dicha nostalgia victoriana se refleja en la serie a través de la cultura de las cartas que Stephanie Tingley identifica como parte importante de esa época y que, visto desde la actualidad, evoca un pasado lejano en el que los mensajes se escribían en un soporte físico como el papel y tardaban en llegar a su destino. Dentro de este contexto, la empresa de Hodgins ofrece el servicio de las Auto Memory Dolls, un puesto que Violet—cuyos deseos siempre dependían de la orden militar—quiere desempeñar voluntariamente.

Las Auto Memory Dolls son una especie de amanuenses, copistas o escritoras fantasma que redactan cartas y otros documentos por encargo, pero su trabajo no se reduce al tipeo o transcripción. Al respecto, otra de las características del steampunk, de acuerdo con Cory Doctorow, es una veneración al artesano y Esser lo cita para señalar que en medio del ascenso de la fábrica de la Primera Revolución Industrial (siglo XIX), se reconoce la agencia, manufactura y artesanía del hombre. En otras palabras, su habilidad creadora y manual desde la razón y la emoción, un elemento que se puede extrapolar al caso de las dolls.

En ese sentido, las cartas son presentadas en la serie como instrumentos para transmitir los sentimientos de las personas y las dolls deben entender lo que los clientes quieren expresar y extraer de ello los sentimientos para redactar las palabras que los reflejen. Antes que la fría e insensible máquina, la calidez de la empatía humana es la base de la actividad creadora y detallista de las dolls. Sin embargo, Violet—tras vivir desde pequeña en la guerra—precisamente carece de esa empatía.

La protagonista pretende adquirirla al practicar el oficio y la razón de ello es que desea entender el significado detrás de las últimas palabras que le dijo el Mayor Gilbert antes de desaparecer: “Te amo”. En la época victoriana, Tingley señala que las mujeres eran las encargadas de la correspondencia familiar, pues la convención decía que tenían una natural inclinación a la expresión y comprensión de los afectos. En contraste, Violet en lugar de estar en casa y prepararse para cuidar a su familia, se acostumbró a obedecer las órdenes de sus superiores, cumplir la misión a toda costa, soportar varios días sin comer y dormir, ser indiferente al pudor femenino, luchar y matar.

De este modo, si bien cuando Violet empieza a trabajar como Auto Memory Doll, le colocan un atuendo muy femenino, apropiado a su nuevo trabajo y presenta una apariencia shōjo que, Sugawa-Shimada Akiko describe como inocente, pura y vulnerable, no cumple bien su trabajo y no encaja en el rol. Antes que una sensible mujer victoriana, su manera de relacionarse con sus clientes y de escribir sus cartas, la hace parecer más a una fría muñeca victoriana de porcelana, lo que sirve tanto como una metáfora del impacto bélico en los sentimientos del soldado como una referencia a la fría máquina de la Revolución Industrial.

Ella se mueve con base a las órdenes dictadas por las reglas del trabajo que, en su mente, sólo se pueden cumplir de manera literal dejando de lado la sensibilidad del cliente y escribiendo cartas como si se trataran de reportes militares sin mayor sentimiento ni tacto. A pesar de ello, esta muñeca se esfuerza por aprender y—como dice el lema de las Auto Memory Dolls—ir hacia donde el cliente lo solicite. De esta manera, inicia su viaje hacia sus propios sentimientos.

Las personas en el camino y el serial Neobarroco

Actualmente, estamos más acostumbrados a relatos anime televisivos con formato de serial, es decir, según Angela Ndalianis:

[Aquel que] comprende una serie de episodios cuyas narrativas resisten el cierre y continúan en el (los) siguientes (s) episodio (s) dentro de la secuencia.

En ese sentido, seguimos al o la protagonista en su camino a resolver su conflicto a lo largo de varios capítulos que suelen terminar en un cliffhanger o epílogo de enganche que lleva al espectador a ver el siguiente episodio con desesperación (más aún si no han leído el manga o novela ligera fuente). No obstante, esta no es la única modalidad y Violet Evergarden es un ejemplo de un modelo distinto en donde la historia del capítulo no se centra exclusivamente en la heroína y no necesariamente continúa en los siguientes episodios.

Fuente: Kyoto Animation, Lantis, Pony Canyon, Rakuonsha, ABC Animation

Después del primer capítulo, la mayoría de los episodios abordan una trama adicional a la de Violet, la cual involucra a otras Auto Memory Dolls compañeras o a clientes que le hacen algún encargo en relación con una carta o un documento e, incluso, estas líneas narrativas alcanzan mayor importancia. Esta estética narrativa es llamada neobarroca por Ndalianis y es asociada con lo que Omar Calabrese reconoce como narrativas policéntricas y de estructura abierta como el mencionado serial. De este modo, al igual que la trama principal de Violet es destacada como central dentro de la historia, lo mismo ocurre con las líneas de los otros personajes.

Por ejemplo, mientras Violet comete su primer error como Auto Memory Doll, Erica, su colega, experimenta un conflicto interno sobre si es apta para el trabajo. Del mismo modo, Luculia, una compañera de clases de Violet, desea comunicarle su agradecimiento a su hermano, un exsoldado, por regresar vivo de la guerra, pero no puede encontrar las palabras para hacerlo. Mientras tanto, Violet intenta escribir una carta para ayudarla tratando de entender—por primera vez—los sentimientos de su cliente. Si bien tanto Erica como Luculia vuelven a aparecer en la serie, sólo en su respectivo capítulo forman parte—junto a la línea principal—del policentro narrativo.

Precisamente, otro rasgo del neo-barroco es la capacidad de combinar la narrativa serial con una narrativa a modo de serie más tradicional que Ndalianis define de la siguiente manera:

[Aquella que] consiste en una sucesión de episodios narrativos autocontenidos que progresan en una secuencia.

En otras palabras, la narrativa de estos otros personajes es autoconclusiva y eso es lo que ocurre con Iris, que al final consigue reconciliarse con sus padres y reafirmar su decisión de continuar trabajando como Auto Memory Doll. Ese también es el caso de Leon que finalmente se decide a avanzar con su vida desde el duelo/desaparición de sus padres y de la Princesa Charlotte que consigue confesar sus sentimientos al príncipe Damian y casarse con él. A través de su trabajo, Violet se involucra con estas personas en esos momentos de sus vidas y los ayuda de manera consciente o inconsciente a avanzar y lo mismo ocurre en viceversa, ambas líneas narrativas se necesitan para su progreso.

La narrativa neobarroca es empleada para evidenciar desde la estructura del relato la evolución de Violet quien va desarrollando su empatía al conocer más sobre los sentimientos humanos de otras personas que—para la historia de la protagonista—son todo menos personajes secundarios. Comienza a entender que la gente no siempre siente lo que dicen sus palabras, que unas pocas líneas pueden ser más emotivas que una carta extensa o que a veces es muy difícil expresar los sentimientos correctamente.

Poco a poco, Violet se aproxima al amor por los hermanos, al amor por los padres, al amor por la pareja y, como resultado, la antes muñeca de porcelana comparte sus sentimientos con Leon sobre la vida sin los seres amados, se reconoce a sí misma en el problema del chico para relacionarse con otros. Incluso, después de forzar una sonrisa en su primer encuentro con la princesa Charlotte, sonríe naturalmente el día de su boda. No obstante, el desarrollo de su empatía la lleva también a ser consciente de sus propios sentimientos y abre viejas heridas.

Chica en llamas y la culpa del soldado

El tema de la guerra es bastante recurrente en el anime y el manga, desde el cual se han tomado distintas posturas con base en la particular y conflictiva relación que tiene Japón con los conflictos armados a partir de su experiencia histórica, sobre todo, con la Segunda Guerra Mundial. Según Eldad Nakar, una de esas perspectivas es crítica de la guerra exponiendo la magnitud de sus consecuencias en la humanidad tanto de víctimas como de victimarios. En este marco, es donde se inscribe Violet Evergarden, que critica a la guerra desde la experiencia del soldado.

La historia de Violet toma un importante giro en el episodio 7 cuando Violet escucha de la promesa que Olivia, la fallecida hija del dramaturgo Oscar Webster, le hizo a este último, pero no pudo cumplir debido a su muerte. En ese mismo capítulo, la protagonista se entera de que Gilbert ha sido declarado muerto hace tiempo, así que, por un lado, Violet—ahora más cercana a los sentimientos humanos—ya no puede ser ajena a las promesas que, debido a sus actos durante la guerra, nunca podrán cumplirse. Por otro lado, ha perdido su máximo propósito en la vida: proteger a Gilbert, la única persona por la que—desde el inicio— expresa sus sentimientos, aunque sea torpemente.

Dave Grossman cita a Erich Fromm para establecer que cuando los soldados cometen actos violentos pueden entrar en un distanciamiento emocional de su víctima y la deshumanizan dejando de empatizar con ella, así que ya no hay lugar a duda y se vuelve una situación muy similar a cuando una persona mata sin titubear a una mosca. Eso es exactamente lo que le pasó a Violet, quien en varios flashback de la serie, se le ve peleando y matando sin mostrar mayor incomodidad, ya que todo es entendido dentro del marco de la misión.

La reducción de la distancia emocional que antes sentía como soldado se relaciona con la rehumanización que experimenta Violet y es terriblemente doloroso para ella, pues el enemigo se vuelve un ser humano con familia, sueños, promesas pendientes y quizás hasta posible bondad en el corazón. Mientras tanto, ella como militar se convierte en el asesino que le arrebató con frialdad su futuro a él y a los suyos.

Johan Galtung plantea un interesante esquema sobre la culpa y la presenta como una función que involucra al daño, la intencionalidad a infringirlo y su irreversibilidad. En dicho esquema, Violet se encuentra en el peor escenario de lo irreversible, ya que no puede resucitar a quienes les quitó la vida. Aquí adquieren importancia las palabras dichas por Hodgins en el primer capítulo:

No te das cuenta de que tu cuerpo está en llamas y se está quemando por las cosas que has hecho. Lo entenderás algún día y entonces, te darás cuenta por primera vez que tienes muchas quemaduras.

Debido a esta situación, después del episodio 7, la historia se centra en la línea narrativa de Violet y en el formato serial, en donde—además de su participación en la guerra—se muestra el desarrollo de su relación con Gilbert. En ese tiempo, ella era sólo una niña huérfana tratada como un arma, que le es regalada al mayor por parte de su hermano. Gilbert es la primera persona que trató a Violet como un ser humano, que le dio un nombre, cariño, cuidado, y protección, así que el universo de la protagonista giraba en torno a él y su propósito de vida era protegerlo y estar a su lado. El mayor la amaba y por eso se sacrifica para protegerla y que ella pueda vivir libremente.

Fuente: Kyoto Animation, Lantis, Pony Canyon, Rakuonsha, ABC Animation

Como lo presenta la historia, Gilbert no volverá y las llamas de la culpa la quemarán para siempre, entonces ¿ella tiene derecho a vivir libremente como quería Gilbert? ¿qué propone la serie que haga el soldado? Después de todo lo que ha vivido, Violet trata de matarse, pero finalmente no puede hacerlo y luego recibe una carta de Erica e Iris, sus compañeras dolls, que le recuerda cómo su trabajo ha ayudado a otras personas y la ha unido a ellas. Entonces, la serie propone, a partir de las palabras de Hodgins, una vía para el soldado ahora humanizado y que ya no es una muñeca sin voluntad, sino una persona con una profunda culpa, pero que tiene gente preciada y ganas de vivir.

Las cosas que hiciste nunca podrán ser enmendadas. Pero…todo lo que has hecho como Auto Memory Doll tampoco desaparecerá, Violet Evergarden.

En ese sentido, si bien sus actos son irreversibles y la guerra le ha arrebatado cosas que jamás podrá recuperar, lo único que le queda a ese soldado es aprender a vivir con las llamas de la culpa tratando de retribuir en algo lo que hizo. No obstante, ¿qué pasa si el soldado debe volver a pelear?

«Soy Violet Evergarden» y el robot steampunk

A partir de este momento, los capítulos—dentro de la estética narrativa neobarroca—vuelven a ser autocontenidos enfocándose en el duelo y en las pérdidas provocadas por la guerra. Violet se entrega totalmente a sus tareas como doll a pesar de lo tristes que le resultan ahora y su respuesta emocional es más desinhibida, llorando desconsoladamente al pensar en lo solitaria que será la vida de Ann sin su madre y sintiéndose impotente ante los padres de Aidan, un joven soldado que no podrá volver a casa. No obstante, los dos últimos episodios vuelven al formato serial, precisamente para cerrar la evolución de Violet que parece no convencer a todos.

El capitán Dietfried Bougainvillea, hermano mayor de Gilbert, fue quien le entregó a Violet, a quien capturó después de que esta asesinara a sus compañeros. Después de la muerte del Mayor, él ve a la protagonista como una herramienta que no puede vivir más que para la orden de matar en la guerra y que debió morir en lugar de su hermano menor. En resumen, expone la postura de que ella como soldado existe sólo dentro del conflicto armado, luego pierde su sentido y debe ser desechada, además, después de haber sido una máquina de matar, ¿cómo puede reclamar ahora humanidad y decir que escribe cartas para unir a la gente?

En este punto, vale la pena recuperar el factor tecnológico del steampunk que ya fue mencionado y que como apunta Mike Perschon (citado por Esser), une la arquitectura, moda, música o literatura de la época con tecnologías anacrónicas, implausibles o fantásticas. Un ejemplo de este punto se puede encontrar en Steamboy de Otomo Katsuhiro o El castillo ambulante de Miyazaki Hayao, donde se pueden ver ingeniosos inventos basados en mecanismos de la Primera Revolución Industrial, pero que son ficcionales.

En Violet Evergarden, esos mecanismos retrofuturistas son representados en la serie por sus prótesis y sirven para plantear una analogía con el soldado que antes fue una máquina de matar y ahora es un ser rehumanizado. Si el lector recuerda el último episodio, un grupo radical pone bombas a un puente para evitar que el embajador llegue a firmar el tratado que asegurará la paz de Telesis y Violet se ofrece a ayudar a un molesto Dierfried para enfrentar a los rebeldes, pero asegurándose de no matar a ninguno a pesar de que Dietfried no duda en hacerlo. El soldado ya tiene un nuevo propósito y ya no pretende lastimar a nadie ni alimentar las llamas de la culpa.

En consecuencia, ella resulta lastimada y no sólo su cuerpo humano, sino también sus brazos prostéticos. Según Beatriz Preciado, las prótesis tuvieron su origen en la guerra, donde al reconstruir el cuerpo humano, este era repensado como una metáfora del robot. En el caso de Violet esto tiene una doble lectura, ya que la prótesis es un recordatorio de su pasado como soldado así como de su cualidad autómata cuando se encontraba deshumanizada y sólo asesinaba a sus enemigos. No obstante, Helena Esser señala que la tecnología del steampunk—por la mano humana de su artesano creador—es impredecible, precaria y, por ello, despierta una identificación emocional.

Cuando Violet ajusta sus prótesis para tipear, cuando las usa como escudos para evitar las balas de los radicales o cuando jala desesperadamente las cargas explosivas para salvaguardar el puente, podemos escuchar esa “respiración, tos, lucha y estremecimiento” de los mecanismos de su prótesis. Precisamente, estas características son mencionadas por Catastrophone Orchestra 4 (citada por Esser) al respecto de la tecnología steampunk. Esta expone un factor de incertidumbre sobre si el mecanismo fallará y eso le da una cierta mortalidad que despierta emociones ante su posible mal funcionamiento o pérdida. No obstante, las prótesis podrían haber sido utilizadas eficazmente como armas por Violet, mas ella no deseaba eso.

A causa de su decisión de no matar y de obedecer su propia voluntad antes que una orden, la prótesis se destruye y se revela su precariedad así como la precariedad del carácter de robot que se le adjudicaba a la protagonista. La humanidad y sensibilidad que ha ganado la pueden poner en peligro cuando está en desventaja al no matar a sus contrincantes, pero ella ya no es una máquina de matar, sino una persona que ha decidido ayudar a otros como Auto Memory Doll. Esta determinación, voluntad y cambio para seguir adelante aplacan en cierta medida a Dietfried, quien le ordena seguir viviendo como le dijo Gilbert.

Sin embargo, la historia del soldado después de la guerra en Violet Evergarden ya no es la de la fría muñeca de porcelana o del robot, pues ya no recibe órdenes, sino que—como ser humano—decide cargar voluntariamente con la culpa por el dolor que causó y vivir con el propósito de retribuir al mundo por ello. Al mismo tiempo, concilia eso con el afecto por los suyos, la soledad ante la pérdida de compañeros y el deseo de vivir. Violet aún no comprende totalmente el significado de “te amo”, pero sabe que esas palabras la unen a Gilbert, al igual que las palabras la unieron a sus clientes y amigos.

El bonus

  • Violet Evergarden cuenta con un OVA, una película spin-off y una cinta a manera de secuela que se estrenará este año.
  • La serie está basada en la novela ligera del mismo nombre de la autora Akatsuki Kana. Fue ganadora del Gran Premio en el 5th Kyoto Animation Awards. Justamente, Kyoto animation fue el estudio a cargo de su adaptación al anime.
  • La historia de la creación de la máquina de escribir que se menciona en la serie está basada en hechos reales. Pellegrino Turri inventó una de las primeras máquinas de escribir para su amiga de la infancia Carolina Fantoni que era invidente. La novela About the blind contessa’s new machine de Carey Wallace cuenta una versión ficcional de su historia a manera de romance.
  • Como nos gusta tanto el anime, les dejamos una lista de reproducción de Kyoto Animation con videos relacionados a la serie que incluye el proceso de dibujo y animación. Además, les recordamos que Violet Evergarden está licenciada por Netflix.
https://www.youtube.com/watch?v=PUFFMnuOF40&list=PLTNhweghpLi0B1oPjJbNLVkeSUbBfQ0Hc&index=1

Si les interesa indagar más sobre el steampunk, la guerra y otros temas que hablamos en este artículo, pueden revisar las siguientes fuentes:

  • Esser, H. (2018). Re-assembling the victorians: Steampunk, cyborgs and the ethics of industry. Cahiers victoriens et édouardiens [en línea]. https://journals.openedition.org/cve/3480#text
  • Galtung, J. (1998). Tras la violencia, 3R: Reconstrucción, reconciliación, resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia. Bakeaz/Gernika Gogoratuz.
  • Grossman, D. (2014). On killing. The psychological cost of learning to kill in war and society. Open Road Integrated Media.
  • Nakar, E. (2008). Framing manga: on narratives on the Second World War in japanese manga, 1957-1977. En M.W. Macwilliams. (Ed.), Japanese visual culture. Explorations in the world of manga and anime (pp. 177-199). New York, Estados Unidos: M.E. Sharpe.
  • Ndalianis, A. (2005). ‘The Neo-baroque and television seriality’. En L. Mazdon y M. Hammond. Previously on: aproaches to the contemporary television serial. University of Edinburgh. https://www.academia.edu/1000096/Television_and_the_neo-baroque
  • Preciado, B. (2002). Manifiesto contra-sexual. Editorial Ópera Prima.
  • Sugawa-Shimada, A. (2018). Playing with militarism in/with Arpeggio and Kantai Collection: Effects of shōjo images in war-related contents tourism in Japan. Journal od war & culture studies, 12(1), 53-66. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17526272.2018.1427014?journalCode=ywac20
  • Tingley, S. (1996). «A letter is a joy of earth»: Emily Dickinson’s letters and victorian epistolary conventions. The Emily Dickinson Journal, 5(2), 202-208. https://muse.jhu.edu/article/245340

Alessandra Gamarra

Investigadora de anime y manga, comunicadora audiovisual, guionista y editora de video. Uno de mis mejores amigos es un ninja rubio, quisiera correr el Hakone Ekiden, aprender alquimia y conseguir un álbum completo de Umibozu. Autora de la tesis "El camino del dolor" sobre Naruto Shippūden. Firme creyente en las historias que entretienen y motivan a la reflexión social.

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