Slam Dunk, un triple de media cancha

 Slam Dunk, un triple de media cancha

Cuando se anunció el proyecto de una nueva película de Slam Dunk, había escepticismo por el largo tiempo transcurrido desde su exitoso ciclo anterior: cerca de treinta años después de la última película, el final del manga y el final de la teleserie. ¿Cómo reconectar con el fandom, ganar nuevos adeptos y, de paso, producir por fin un largometraje de la franquicia? Recordemos que las cuatro películas anteriores no pasaban de 45 minutos (eran mediometrajes) y enfocaban episodios muy específicos. O sea, parecían más un complemento de los 101 episodios que tuvo la teleserie. Para hacer la apuesta más inquietante, el propio mangaka y creador de la historia, Takehiko Inoue, decidió tomar a su cargo el guion y la dirección de la película, en condición de debutante en ambos menesteres.

A pesar de las dudas, la presencia del creador de la historia a la cabeza del proyecto resultó muy beneficioso, pues quien mejor conoce el argumento puede encontrar ángulos atractivos para enfocarlo. Inoue-sensei decidió entonces llevar a la pantalla el último tomo (tankobon 31) del manga, y complementarlo con algunas explicaciones de la situación de los protagonistas. Y es eso quizás lo mejor de The First Slam Dunk: sus 124 minutos son una aventura perfectamente autocontenida, donde se desarrolla un solo partido, pero con una dosis precisa de flashbacks que incrementan el interés por las adrenalínicas secuencias deportivas. La impresión final es que el metraje de la película es bastante menor, lo que habla muy bien de su aspecto narrativo.

La animación es el apartado donde son muy visibles las décadas transcurridas desde la última película. Ahora, las computadoras están completamente a cargo, con técnicas 3D al servicio del 2D. Es aún polémico su uso por los resultados estéticos, pero está claro que la nueva tecnología se ha aprovechado al máximo para dotar de un realismo contundente a las escenas deportivas, que nos hacen sentir como en las mismísimas graderías. Los monosílabos de los jugadores, el chirriar de las zapatillas sobre la cancha, el eco del balón y los gritos de los espectadores completan la experiencia visual que nos transmite la maestría de los animadores de los estudios Toei y Dandelion en el tratamiento de los ángulos y los movimientos. Además, los amantes del baloncesto podrán dar testimonio de la extrema fidelidad con que se representan las zapatillas, tanto que en los créditos finales aparecen las marcas auspiciadoras. Y para los otakus más puristas, la película se puede ver en su idioma original con subtítulos, de modo que se disfruta además del espectacular trabajo de voces, toda una marca registrada del anime.

En resumidas cuentas, The First Slam Dunk es un derroche de testosterona y una reafirmación del tremendo potencial del spokon o manga deportivo: no importa que no hayas visto la serie o leído el manga, ni siquiera importa si eres fan del básquetbol. El deporte simplemente abona el terreno para una narrativa donde las emociones, los sueños y los demonios internos de los protagonistas se entrelazan en una maraña de sudor y energía. Canasta por canasta, esta película se convierte hasta ahora en el estreno de anime del año en nuestras salas.

En el Perú se estreno en los Cines de Cinemark, Cineplanet y Cinépolis y aunque ya salio de cartelera es probable que sea transmitida por la plataforma de Crunchyroll.

iaq66

Lector irreductible, editor insobornable y corrector insoportable.

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