Loveless: Solo un poco de amor

 Loveless: Solo un poco de amor

Existen tres tipos de series: aquellas tituladas con un nombre significativo, las que llevan un título irónico, y Loveless. Aunque el fan promedio seguramente llega por el yaoi o por las orejas de gato, uno se termina yendo sin entender a qué carajos vino en primer lugar. Tiene, sin embargo, una atractiva pareja que merece más amor del que admiten los fanarts.

«Michiyuki», ending de Loveless.

Loveless es un anime de Primavera 2005 que adapta los primeros cuatro volúmenes del manga del mismo nombre. Al margen de que la falta de amor por la serie trasciende los límites del título, esta sí que da mucho para hablar. Un final original que te quema el cerebro –no en el buen sentido-, amnesia, un asesinato sin resolver y batallas con hechizos mágicos en parejas, son solo algunos de los elementos de una lista muy peculiar.

Ritsuka, un escolar de 12 años, conoce a Soubi, un universitario de 20, mientras busca la verdad detrás de la muerte de su hermano. Este hombre resultó ser el Sentouki (Luchador) del fallecido, e inmediatamente declara que ama al protagonista, quien se convierte así en su Sacrifice (Sacrificio). Y si bien el BL de Ritsuka y Soubi acaparó siempre las portadas, esta nota decidió darle su merecido espacio a la única pareja yuri del anime: Kouya y Yamato.

Más yaoi, mejor yuri

Kouya Sakagami (Sentouki) y Yamato Nakano (Sacrifice) son la pareja que se enfrenta a Ritsuka y Soubi entre los episodios 8 y 10. Ambas fueron creadas como parte de los Zero, una serie de humanos artificiales sin receptores de dolor. Vale mencionar que no es necesario saber por qué luchan contra ellos, dado que el anime nunca explica con qué motivos los presuntos antagonistas envían a dos equipos más aparte de ellas a intentar derrotar a Soubi.

Kouya (izquierda) y Yamato (derecha).

Ahora, ¿qué de especial tienen estas dos como para dedicarles todo un artículo? Más allá de que una pareja de mujeres resalta en una historia en el que un hombre de 20 años tiene como línea característica decirle “Te amo, Ritsuka” a un niño de 12, el desarrollo de Kouya y Yamato es el que mejor trabaja del anime. Sí, la valla no es para nada alta, pero es de lo más rescatable si uno busca mencionar algo decente de la serie.

A pesar de que la sola inclusión de temáticas BL resulta como un fuerte atractivo para gran parte de su público, en Loveless es algo relativamente secundario. De hecho, varios momentos homosexuales entre Ritsuka y Soubi se sienten algo aislados y aleatorios, como si quisieran recordarnos de vez en cuando que esto era un yaoi. El anime intenta centrarse en la naturaleza de las distintas relaciones que presenta en medio de un plot que nunca llega a nada.

Out of context Loveless.

Un poco de contexto

En el mundo de Loveless, las personas nacen con orejas de gato y una cola que representa la castidad, y las pierden luego de tener relaciones sexuales. Una vez pactadas por mutuo acuerdo, las batallas toman lugar en un espacio alterno, y consisten en que el Sentouki canta hechizos y lucha siguiendo las órdenes de su Sacrifice. Las parejas están unidas por el “destino”, de manera que ambos tienen una marca física en el cuerpo con su “nombre”.

En el caso de Kouya y Yamato, ambas tienen su “nombre” escrito en el pecho. Acá entramos un poco a terreno de spoiler, pero el arco centrado en esta pareja se basa en el conflicto que surge a partir de que Yamato tiene “algunos bugs en su estructura genética”. Nagisa Sagan, la creadora de los Zero y quien les da las órdenes, le advierte que la reemplazaría por otro Sacrifice mejorado en caso se convierta en un estorbo para Kouya.

La marca con el «nombre» de Yamato. En el caso de Ritsuka, el anime nunca llega a mostrar la suya.

Como se mencionó anteriormente, Loveless busca darle importancia a las relaciones Sacrifice Sentouki, pero no logra convencer. Ni con Ritsuka y Soubi se aprecia un desarrollo importante o cambio tras doce episodios, y a las otras secundarias no se les da tiempo en pantalla muy relevante más allá de sus batallas contra los protagonistas. Sin embargo, Kouya y Yamato sí logran tener un cierre y aportan al tema de la naturaleza de las parejas en las serie.

Fallas positivas

Kouya es fría y seria, mientras Yamato es extrovertida y vivaz, pero ambas se quieren mucho. En un inicio, Yamato aparenta tomar a la ligera las advertencias de su creadora, mientras Kouya reacciona intranquila y no soporta el solo hecho de imaginar perder a su amada. En la siguiente escena, se puede apreciar que quien busca mostrar una faceta despreocupada en realidad deja una sensación de resignación ante su destino como un Sacrifice defectuoso.

Segmento del episodio 9 de Loveless. Muestra la dinámica de la relación entre Kouya y Yamato, y cómo la segunda trata de evitar el tema de ser reemplazada y tener que separarse de su compañera.

En el episodio 10, Soubi le dice a Ritsuka que Sacrifice y Sentouki no pueden vivir separados. Esta afirmación plantea una serie de incógnitas: ¿Están realmente unidas las parejas por el destino, cuya manifestación física es la marca con su “nombre” en sus cuerpos? ¿La unión entre Sacrifice y Sentouki depende de la aptitud del primero para luchar? La pareja Zero femenina es la única que logra, finalmente, darle la contra al sistema.

Debido a los “bugs”, el “nombre” de Yamato comienza a desaparecer, y ella sufre en secreto ante la implicación de que no podrá ser más el Sacrifice de Kouya. Las breves escenas entre las dos dejan en claro que su vínculo va más allá de haber sido creadas para luchar juntas. En su derrota ante Ritsuka y Soubi, Kouya acepta ceder la batalla por el bien de una debilitada Yamato, a pesar de que ese acto era el equivalente simbólico a la muerte para un Sentouki.

Lo mejor para antes del final

Aunque tuvieron que luchar y perder para volver a empezar de cero –literalmente-, la revelación de que el “nombre” de Yamato se borró no hizo que tengan que separarse. El “destino” dictaba que un Sacrifice que no puede luchar no es de utilidad para su Sentouki, pero ambas querían y valoraban mucho más la una a la otra antes que a sí mismas. El desenlace de su arco en el episodio 10 logra representar muy bien el “renacimiento” de la pareja.

Lo mejor en doce episodios de «Te amo, Ritsuka».

En la escena anterior, resulta muy significativo el hecho que es la primera vez que Yamato llora y muestra debilidad ante Kouya. Ambas se sinceran en que morirían antes que tener que separarse, pero no deciden tomar el camino trágico. Kouya elige el amor sincero y construido hacia su pareja por encima de las ataduras y el destino impuesto por su creadora, y toma la fuerte decisión de anunciarle a Nagisa que Zero ha muerto.

Hay un importante cambio desde un punto A (escena del episodio 9) a un punto B (escena del episodio 10) en la relación entre las dos chicas. Aunque sí fue el “destino” el que las juntó, aquello que las hizo inseparables no terminó siendo una marca física ni una dependencia para ser competentes en batalla. Mientras Ritsuka sigue sin entender qué pasa con Soubi luego de doce capítulos, Kouya y Yamato dejaron en apenas tres un bonito mensaje: siempre puedes encontrar algo de amor hasta en el anime que más carece del tuyo.

Además de descubrir el ending de Kaori Hikita, de algo sirvió haberle dado una oportunidad a Loveless. Sólido 4/10.

Kenny Nagahama

Estudio Comunicaciones. Háblame de anime, fútbol y Adachi.

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